12/12/13

RUIDOS E ILUMINACIÓN

   la vida de ciudad implica soportar niveles de ruido peligrosos, aunque también se somete al oído a stress de forma voluntaria. Toda la energía de ondas sonora que llegan al tímpano es trasmitida por la cadena de huesecillos del oído medio hasta el caracol (donde se halla el órgano de Corti, verdadero artífice de la audición) aumenta en 22 veces. En un local cerrado, como una discoteca, la situación más molesta para el oído es la de colocarse junto a la fuente de (ruido). Cuando se perciben sonidos muy fuertes, se origina una concentración refleja de los huesecillos que provocan una disminución del dintel de audición comparable a la de pasar del tono de un locutorio de radio a un susurro. No es difícil imaginar el efecto continuo de varias horas de (ruido) sobre los oídos. 
   Goethe escribió (Es a la luz que el ojo debe su existencia). Goethe tenía razón. El ojo requiere una iluminación adecuada y cambiante, con períodos de luz y descanso; leer o tener que mirar de cerca sin suficiente iluminación es forzar la vista. La iluminación ideal es la natural, y entre las artificiales es mejor la incandescente ya que la fluorescente causas tensión nerviosas y ocular. Este tipo de iluminación ha sido muy debatido recientemente a causa de diversos trabajos contradictorios sobre la supuesta relación entre fluorescentes y melanoma maligno (tumor de la piel). La iluminación no debe ser ni mucha ni poca, no debe reflejar a los ojos ni sobre el papel y tampoco debe producir sombras encima de donde se aplica la vista.
   El cristalino es como una lente controlada por el músculo ciliar, de forma que cuando se acerca un objeto este músculo se contrae y el cristalino se vuelve más esférico, aumenta su poder de refracción y acomodando vería con la edad, de manera que la distancia a la que podemos leer correctamente y con un solo ojo un determinado tipo de letra(se comienza por la letra nº. 1 de Jaeger) se hace cada vez mayor: 7 cm a los 10 años, 14 a los 20, 40 a los 50. Forzar la vista en muchas ocasiones es acelerar este proceso. La lectura ideal es a unos 30-40 cm del papel mates y descansando la vista de vez en cuando en colores oscuros y lejanos.Hay que procurar no leer o fijar mucho la vista cuando se viaja en tren, coche y otros medios de transporte. El movimiento del vehículo no sólo dificulta la lectura, sino que puede ocasionar incómodos mareos, además de perjudicar la visión.
   Para quienes usan gafas graduadas no resulta conveniente, salvo indicaciones del oftalmólogo, llevar cristales de color de forma continua, pues en un local cerrado se tendrá que forzar la vista. En la higiene ocular es importante un aporte adecuado de vitamina A y la recomendación de no frotarse los ojos, sobre todo si las manos o el pañuelo están sucios.
   La vida en la gran ciudad contemporánea obliga a soportar altos niveles de ruido. Aunque también se somete al oído a un stress voluntario, por medio de auriculares de alta potencia o en las discotecas.   

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