Los principales contaminantes atmosféricos son los compuestos de azufre. De ellos destaca el dióxido sulfuroso (SO 2) que proviene de las combustiones incompletas de petróleos y carbones con impurezas de azufre. El dióxido sulfuroso se transforma, gracias a la luz, en trióxido sulfuroso (SO 3) y éste, gracias a la humedad, dará lugar al ácido sulfúrico que a su vez, y bajo determinadas circunstancias atmosféricas, dará lugar al smog ácido. El smog ácido irrita las mucosas y descama el epitelio bronquial, además de paralizar los cilios del aparato respiratorio, con lo cual provoca directamente patología respiratoria.
el monóxido y dióxido de carbono (CD y CO 2 respectivamente), los óxidos de nitrógeno, los hidrocarburos, el plomo (produce efectos neurotóxicos), el fluorhídrico, el ozono (irrita las mucosas) y las partículas de diferentes tamaños, completan el cuadro de los principales agentes contaminantes de la atmósfera. Otros como el níquel (relacionado con enfermedades de la piel y cáncer de pulmón) y el vanadio (conjuntivitis y faringitis, etc.) están en mucha menor proporción.
El smog oxidante es un irritante de las mucosas y disminuye la movilidad de los cilios. Se forma a partir de los óxidos de nitrógeno.
Los efectos tóxicos sobre la salud del hombre, el cual prácticamente no tiene protección que huir de la contaminación o luchar contra ella para que disminuya, pueden se a largo y a corto plazo.
Los efectos a corto plazo los provocan sobre todo la dioxina, el ácido sulfhídrico o un aumento de la contaminación. Así ocurrió en el valle del Mosa (Bélgica) y, especialmente, en Londres en 1952, cuando el smog permaneció del 5 al 9 de diciembre y fue responsable de la muerte de unas 4.000 personas, casi todas ancianos niños y personas afectadas por la enfermedades cardíacas o respiratorias.
Los efectos a largo plazo son numerosos y en muchos casos se supone más de lo que se afirma. Los estudios al respecto son cuantiosos y el número de los contaminantes también. Sobre el aparato respiratorio se acentúan los bronquitis crónicas, el asma y el enfisema pulmonar ( en Japón, el 60 % de la población de Kawasaki padece de modo permanente bronquitis crónica). El cáncer broncopulmonar está en relación a las tasas de un tipo de hidrocarburos (benzopireno) en el aire. El asbesto, procedente en parte de los frenos de los automóviles, provoca un aumento de la incidencias de mesoteliomas (un tipo de tumoración), cáncer bronco-pulmonar y fibrosis pulmonar. La contaminación funcional respiratoria al aumento la concentración de carboxihemoglobina en sangre (por lo que disminuye la cantidad de oxígeno que transporta la sangre) y esto agrava los accidentes vasculares cerebrales. Ciertos retrasos en el crecimiento de los niños y algunos desórdenes óseos, parecen guardar relación con la contaminación del aire.
Los efectos tóxicos sobre la salud del hombre, el cual prácticamente no tiene protección que huir de la contaminación o luchar contra ella para que disminuya, pueden se a largo y a corto plazo.
Los efectos a corto plazo los provocan sobre todo la dioxina, el ácido sulfhídrico o un aumento de la contaminación. Así ocurrió en el valle del Mosa (Bélgica) y, especialmente, en Londres en 1952, cuando el smog permaneció del 5 al 9 de diciembre y fue responsable de la muerte de unas 4.000 personas, casi todas ancianos niños y personas afectadas por la enfermedades cardíacas o respiratorias.
Los efectos a largo plazo son numerosos y en muchos casos se supone más de lo que se afirma. Los estudios al respecto son cuantiosos y el número de los contaminantes también. Sobre el aparato respiratorio se acentúan los bronquitis crónicas, el asma y el enfisema pulmonar ( en Japón, el 60 % de la población de Kawasaki padece de modo permanente bronquitis crónica). El cáncer broncopulmonar está en relación a las tasas de un tipo de hidrocarburos (benzopireno) en el aire. El asbesto, procedente en parte de los frenos de los automóviles, provoca un aumento de la incidencias de mesoteliomas (un tipo de tumoración), cáncer bronco-pulmonar y fibrosis pulmonar. La contaminación funcional respiratoria al aumento la concentración de carboxihemoglobina en sangre (por lo que disminuye la cantidad de oxígeno que transporta la sangre) y esto agrava los accidentes vasculares cerebrales. Ciertos retrasos en el crecimiento de los niños y algunos desórdenes óseos, parecen guardar relación con la contaminación del aire.
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