2/12/13

PRIMEROS AUXILIOS PARA EL PERRO

Primeros auxilios
EN CASO DE ACCIDENTE, aunque sea grave, podemos reducir el dolor y la angustia del perro, e incluso llegar a salvar su vida, con una actuación rápida y adecuada. Los traumatismo por accidentes de tráfico, caídas o peleas entre perros, las heridas por mordeduras o picaduras de insecto, las intoxicaciones, las laceraciones, la asfixia, el golpe de calor, la hipotermia y los problemas del parto, toda agresión a la salud del animal precisa la intervención del veterinario. Pero con la prestación inmediata de primeros auxilios podemos prevenir daños, restaurar las funciones vitales, reducir las molestias y estabilizar la situación del perro hasta que pueda recibir asistencia veterinaria. Aunque nunca tengamos que hacer uso de estos conocimientos, es mejor estar preparados por si se presentara una emergencia.
Principios básicos de los primeros auxilios
   Las lesiones graves siempre requieren la urgente atención profesional de un veterinario, pero antes de que esta llegue podría ser necesario mover al perro accidentado, evaluar el alcance de las lesiones y administrarle primeros auxilios que salven su vida. Estos primeros auxilios implican retirar al animal de la fuente de daño, evitar que su estado empeore, restaurar sus funciones vitales, aliviar su dolor y angustia, y dar un primer impulso a su recuperación.
   Primero hay que determinar la gravedad del accidente para, a continuación, dar el tratamiento esencial y conseguir ayuda veterinaria urgente. 
Equipo de primeros auxilios
  Venda ancha, venda normal, venda estrecha. Algodón, pomada antiséptica, venda adhesiva, apósitos esterilizados, gasa, termómetro, pinza, tijeras.
   Un equipo de primeros auxilios debería constar de unos pocos elementos básicos, que podrían ser necesario en caso de accidente o emergencia. Las medicinas se deben guardar en un lugar seguro y accesible.
Cómo evaluar el estado de un perro herido
   Comprobación de la respiración: Hay que observar el pecho del animal para ver si respira. La normal son entre 20 y 30 respiraciones por minuto. Después de un accidente es fácil que este ritmo aumente. Una inspiración corta, seguida de unas espiración forzada, puede significar que el diafragma ha resultado lesionado.
   Limpieza de vías respiratorias: Si el perro está inconsciente, debemos enderezarle el cuello, abrirle la boca, extraer cualquier resto que haya dentro y, con suavidad, sacarle la lengua. Esto es más importante en razas de cara plana, en las que la lengua puede obstruir la respiración del perro.
   Circulación sanguínea: El pulso del perro se mide en la cara interna de las patas traseras. Los latidos del corazón se nota presionado firmemente en el pecho, justo detrás de la paletilla. El ritmo cardíaco de los perros grandes oscila entre las 50 y 90 pulsaciones por minuto, mientras que los pequeños alcanzan las 150 pulsaciones.
Cómo comprobar los reflejos
   Reflejo de la córnea: Para comprobar los reflejos de la córnea tocamos con suavidad la unión entre párpado y la nariz. si el perro está consciente parpadeará automáticamente.
   Reflejo a la luz: Al enfocar una luz al ojo del perro la pupila se debería contraer: si esto no sucede puede haberse producido una parada cardíaca. Si la pupila ya está contraída, esto puede ser indicio de lesiones cerebrales.
   Reflejos en el pie: Pellizcamos un dedo o la piel que hay entre los dedos. La ausencia de respuesta indica que el animal está profundamente inconsciente o que ha sufrido una parada cardíaca. Si sólo está ligeramente inconsciente, contraerá la pata.
ADVERTENCIA 
   un perro lesionado puede recuperar la conciencia repentinamente y volverse histérico por el dolor o el shock. Deberemos tener cuidado para que no se autolesione al intentar levantarse, y para que no nos muerda. Si el animal está bajo los efectos de un shock hay que mantenerlo tranquilo y abrigado.
Colapso y shock
   Cómo reconocer un shock: El estado de shock se produce cuando falla la circulación sanguínea. Esto puede ocurrir incluso horas después de producirse el accidente. el perro se debilita, su pulso y su respiración se aceleran y está frío al tacto.
   Cómo tratar un shock: Salvo que el shock sea el resultado de un golpe de calor, debemos envolver al perro en una manta para mantenerlo caliente, asegurarnos de que respira con facilidad y consultar inmediatamente a un veterinario. 

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