Gestación y cuidados prenatales
Después de cada ovulación bianual se produce en la hembra cambios hormonales que generan síntomas idénticos a los producidos durante la gestación. Esto hace difícil determinar si una hembra está preñada hasta que aparece cambios físicos visibles, como el abultamiento del abdomen. Cuando detectamos esos cambios, normalmente cuando ya han transcurrido dos tercios del período de gestación, de nueve semanas de duración, es el momento de reducir su actividad y aumentar su alimentación.
Guardando fuerza: Desde unos días antes de dar a luz la hembra pasa casi todo el tiempo relajándose. No deberíamos forzarla a hacer ejercicios en esos momentos.
Cuidados de una hembra preñada
Alimentación: Hacia la mitad de la gestación hay que aumentar gradualmente la ración de la hembra, a razón de un 10 por 100 al principio, llegando al 30 por 100 en el momento del parto. La dieta debe ser nutritiva y mantener el equilibrio adecuado entre calcio y fósforo, esencial para un buen desarrollo óseo.
Higiene: Debemos eliminar el pelo en excesos o enredado alrededor de la vulva y mamas, justo hasta el momento en que empiecen las contracciones. Los pezones se limpian con un desinfectante, teniendo buen cuidado de que no queden restos de él sobre la piel.
Aseo: Durante la gestación hay que asear periódicamente a la hembra. Esto sirve para recordarle nuestro cariño y reduce la probabilidad de que rechace nuestra ayuda cuando nazcan los cachorros. Hay que ser especialmente cuidados para no arañar su delicados abdomen.
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