El termino (vida sana) se relaciona íntimamente con el de (salud), aunque no son sinónimos. Llevar una vida sana facilita la obtención de la salud pero no la da necesariamente; podemos llevar una vida ejemplar saludable y estar enfermos. Vivir la vida de forma sana consiste en la asunción por uno mismo de una serie de hábitos saludables que sirven para intentar evitar la pérdida de la salud o para intentar recuperarla; significa también el compromiso de rechazar hábitos perjudiciales, y el termino de minimizar con nuestras acciones un hábitat desfavorable y crearlo más beneficioso allí donde sea posible. El correcto hábito alimentario, la práctica de ejercicios físicos, el no fumar ni automedicarse, el escapar de ambientes contaminados y lograr hacer de la vivienda un lugar agradable y saludable, el descanso o relajarse, el educar y ser educados y cientos de cosas más, configuran una vida sana.
Para la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), salud sería un estado de bienestar completo, físico, psíquico y social y no solamente la ausencia de enfermedad o invalidez. Según el Dr. Hernán San Martín, la salud abarca aspectos objetivos (capacidad para la función), subjetivos (bienestar mental y social; alegría de vivir) y sociales (adaptación y trabajo). Sobre la salud inciden desde la genética poblaciones e individual hasta el comportamiento habitual social y del individuo, pasando por las condiciones socio-económico-políticas de una población, cantidad y calidad de alimentación, calidad del ambiente físico, biológico y social, condiciones sanitarias, condiciones en el trabajo y otros muchos determinantes.
Bajo el título de vida sana se recogen los aspectos individuales y del individuo en sociedad como una opción personal para acercarse al concepto más amplio de salud y sólo aplicables en determinadas circunstancias. Esto no tendría sentido para las dos terceras partes de la humanidad (3.000 millones de seres) que habitan países subdesarrollados y están, por ejemplo, en estado de desnutrición; características de sentido comentar que hay que respirar correctamente o realizar ejercicio, y sobre todo parecería sarcástico hablarles de dietética.
La vida cotidiana se compone de un conjunto acciones, algunas de las cuales, por hecho de ser repetitivas y similares, se convierte en hábitos mientras que otras no son habituales por aprendizaje, sino indispensables e inherentes a la condiciones humanas. En este conjunto de acciones es donde la individualidad de cada persona se diferencia de las demás y puede o no llevar una vida más favorable para su salud. Además existen los denominados hábitos tóxicos, que no por perjudiciales se dejan de practicar: tabaco y alcohol.
Higiene y salud son dos términos inseparables. La higiene individual, al igual que la ambiental, es una condición indispensable para la salud del hombre. La ducha diaria, y hasta el simple hecho de practicar un lavado de manos frecuentemente, pone freno a muchas enfermedades de tipo infecciosos e incluso tóxico.
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