Detrás de una vivienda saludable tiene que existir una comunidad (rural o urbana) que facilite la obtención, el mantenimiento o la recuperación de la salud. Actualmente, muchas ciudades (como por ejemplo de macro-comunidad) ofrecen a sus habitantes garantías sanitarias (grandes hospitales, alcantarillados, agua potable, etc.) y garantía de unos servicios para hacer más fácil la vida diaria (luz, gas, transportes, etc.), pero también es cierto que las ciudades imponen unas condiciones perjudiciales para nuestra salud (ruido, hacinamiento, deshumanización, accidentes de tráfico, contaminación del aire, falta de espacios verdes, etc).
No hay comentarios:
Publicar un comentario