Navegadores
Una vez que os hemos contado qué es Internet, los distintos tipos de conexiones utilizados y una recopilación de consejos para navegación segura, ¡adentrémonos en este maravilloso mundo! ¿Y cómo podemos acceder a él? Para poder navegar por Internet, como su mismo nombre indica, utilizaremos los llamados navegadores. Definamos navegadores como programas encargados de interpretar el código de las páginas Web, para que, de esta forma, podamos ver de una forma gráfica y entendible todo su contenido. Actualmente, no sólo interpretan el lenguaje en el que están programadas las páginas web, sino que además muestra contenidos multimedia, como imágenes, vídeos o incluso reproducciones a tiempo real denominadas streaming.
La tecnología streaming se utiliza para optimizar la descarga y reproducción de archivos de audio y vídeo, permitiendo escuchar y visualizar los archivos mientras se están descargando.
El navegador más utilizado mundialmente es Internet Explorer, pero esto no quiere decir que sea el que mejor funciona. De hecho, es uno de los navegadores más odiados por los programadores Web debido a sus numerosas incompatibilidades. Aun así, Microsoft lo incluye de serie en sus sistemas operativos y esto hace que prácticamente todo el mundo lo tenga instalado en su equipos.
Si nos movemos al entorno Mac, nos encontramos con Safari, un navegador con unas prestaciones muy interesantes, muy rápido y que presume de consumir pocos recursos. Al igual que Internet Explore es el navegador por excelencia de Windows, Safari lo es en OS X. Este navegador cuenta con versión para Windows, que es actualizado periódicamente.
Volviendo a Windows, nos encontramos con una gran variedad de navegadores, pero nosotros os vamos a recomendar tres alternativas a Internet Explorer:
Safari es el navegador utilizado en OS X de Apple aunque también cuenta con una versión en Windows.
- Google Chrome: Es un navegador creado por Google basado en software libre, fue lanzado en 2008 y se ha convertido en un navegador muy rápido fácil de usar y con consumo de recursos muy reducido. ¡Pruébalo! www. google. es/ chrome.
- Mozilla Firefox: El navegador alternativo a Internet Explore por excelencia, es probablemente el más conocido de los tres. También es un modelo de software libre y su salida a la luz fue en 2004. Podéis descargarlo aquí: www.mozilla.orga/firefox.
- Opera: Rápido, estable, veterano; éstas son sus principales características. Nació en 1996 y es uno de los navegadores más depurados que nos podemos encontrar, es decir, apenas contiene errores. No es de desarrollo libre, pero cuenta con componentes de código abierto. Ésta es la dirección de descarga: www.opera.com/es.
Como podéis observar, todos los navegadores tienen un aspecto físico similar. Su funcionamiento y características son prácticamente las mismas, por lo que su elección es una mera cuestión de gusto y experiencia personal con cada navegador.
Todo ellos comparten una misma estructura básica, ¡veamos cuál es!
- Barra de direcciones: Es el lugar donde se escribimos la dirección de la página Web que deseamos visitar.
- Botones de desplazamiento: Estos botones nos ayudan a movernos hacia delante y hacia atrás por las páginas que ya hemos visitado.
- Acceso directo a la página principal o de inicio: Normalmente representado por el icono de una casa, simplemente haciendo clic sobre él, volvemos a nuestra página de inicio. Si no sabéis de qué se trata, ¡seguid leyendo! Un poquito más adelante hablaremos de ella.
- Historial: Gracias al historial, podemos volver a esas páginas que ya hemos visitado anteriormente.
- Favoritos: ¿Tenéis varias páginas Web que visitáis a menudo? Simplemente guardándolas en favoritos podréis acceder a ellas de manera mucho más rápidas.
- Buscador: La mayoría de los navegadores incluyen un buscador, normalmente situado a la derecha de la barra de direcciones.
¿Estáis listos para utilizar un navegador para acceder a Internet? simplemente debéis escribir la dirección deseada en la barra de direcciones y... ¡a navegar!
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