3/1/14

MASAJE Y SAUNA

  La sauna finlandesa y el baño turco, aunque diferentes en el tipo de calor (seco en la primera y húmedo en el segundo), tienen el objetivo común de limpiar, purificar y relajar el cuerpo.
   La sauna el calor a nivel del suelo es de 40 º C, llegando a 90 º C en la superior de la sauna. La humedad no supera el 15 % y el  saunista se sienta, desnudo, y masajea con ramas de abedul a los demás. Tras la sesión de sauna es muy recomendable un baño en agua fría y luego realizar un relax que en ocasiones culmina en sueño. Una vez a la semana es muy conveniente. Los beneficios de la sauna radica en la gran sensación de bienestar que obtiene el individuo, la mejoría de la circulación sanguínea y la relajación muscular y nerviosa. 
   También el masaje proporciona una sensación general de bienestar que libera de las presiones y represiones a las que están sometidos los músculos y los nervios. Igualmente, aumenta la circulación sanguínea de las zonas manipuladas, sobre todo la piel, y si el masaje es profundo, de los músculos. El individuo que se somete al masaje debe estar hierático, quito y sin colaborar con movimientos propios. debe concentrarse en las sensaciones corporales. El masajista debe realizarlo suavemente y sin violencias, para relajar el sistema nervioso y los músculos. Si el masaje es violento provoca dolor e incluso inflamación, pudiendo llegar a tener efectos contraproducentes. 

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