Corrección de malos hábitos
Incluso el perro más encantador puede desarrollar hábitos que encontremos molestos o desagradables en restringido espacio de nuestra casa. Enseñarle al animal desde una temprana edad que obedezca puede evitar muchos de esos problemas de conductas; siempre es más fácil prevenir que curar. Si nuestro perro tiene comportamientos que consideramos antisociales, podemos partir de cero y utilizar el sentido común para desarrollar un método correctivo basado en su buena disposición para obedecer. Conviene recordar que el perro no se comporta mal para castigar a su dueño; castigo y premio son características de primates como el ser humano, pero no de los cánidos.
El perro destructivo
Mordisquea objetos: Cuando se deja a un perro a su libre albedrío, especialmente si es un cachorro, puede dedicarse a mordisquear objetos para superar la fustración de sentirse solo o aburrido.
Remedio: Debemos confinar al perro a una zona controlada, como una jaula especial para perros, donde no pueda hacer ningún daño. esto ayuda a que el animal se sienta más seguro, especialmente si cuenta con una selección de juguetes para morder y jugar y el sonido de fondo de la radio o la televisión. Sólo se debería encerrar al perro en la jaula durante períodos cortos, y además debería poder hacer ejercicio y recibir mucha atención personal de su dueño.
El perro glotón
Ávido de comida: El perro es un carroñero natural y comerá prácticamente todo lo que encuentre a su paso.
Remedio: Hay que enseñar al perro a que se siente antes de alimentarlo y darle siempre la comida en su cuenco, no en un plato o sobre la mesa. Una vez que sepa que debe obedecernos para comer, no robará comida en nuestra ausencia. Como precaución es mejor no dejar a su alcance manjares suculentos.
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