Cómo examinar a un cachorro
- Los ojos deben ser claros y brillantes, libres de cualquier tipo de secreción, con buena pigmentación y sin rastro de inflamación n o irritación.
- El interior de las orejas debe ser rosáceo y no presentar malos olores ni restos de costras o secreciones de cera, que puedan ser signo de la presencia de ácaros.
- La piel no debería estar grasienta ni escamosa, ni tener úlceras ni bultos. El pelo debe ser firme y no desprenderse al acariciarlo.
- Las encías deben ser rosadas y no despedir olor. Excepto en determinadas razas, como el boxer, los dientes deben encajar perfectamente.
- La zona anal debería estar seca y limpia, sin signos de diarrea o secreciones de los genitales.
- Cuando se levante, el cachorro debe mantener firme y ser más pesado de lo que parece. Que se mantenga relajado al cogerlo puede ser un indicio de que será fácil de tratar cuando sea adulto.
Temperamento
Observar la camada: Ver a la madre nos dará una idea del temperamento potencial del cachorro. Hay que observar cómo se comporta este dentro de la camada. Los cachorros mandones a menudos se convierten en dominantes al crecer, mientras que los sumisos a menudo se transforma en adultos inseguros. Normalmente lo mejor es que su carácter se mantenga entre ambos extremos.
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