Vida social del perro
Disfrutar del amor, la lealtad y la compañía de un can conlleva obligaciones, no sólo para mantener cubiertas las necesidades básicas del animal, sino también la calidad de vida de nuestra familia, amigo y vecinos.
El dueño del perro debe asegurar su bienestar. Esto incluye el cumplimiento de la normativa legal referente a perros, además de proteger a nuestra mascota de posibles lesiones, heridas o enfermedades.
El perro es un animal social y debería ser tratado como uno más de la familia. Él cuenta con nosotros para que le enseñemos a ser confiado, ecuánime y sociable con los humanos y los demás perros.
El valor del entrenamiento
Levantar la pata es un signo de sumisión. Para que un perro sea bien educado habría que enseñarle a obedecer las órdenes de su dueños y a mostrar sereno y relajado frente a los extraños.
Algunos perros grandes poseen más fuerza que el hombre, y si no están bien enseñado puede ser potencialmente peligroso.
Convivencia canina
Habría que enseñarle a los perros a sentarse juntos de buena gana, sin mostrar agresividad. Una introducción temprana a la vida social asegura que nuestro perro estará relajado en presencia de otros perros. En un entorno urbano, con innumerables perros coincidiendo diariamente en la calle, una formación de este tipo resulta esencial.
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