Tomar en brazo a un perro grande
- Siempre hay que hablar al perro para que se tranquilice antes de intentar cogerlo. Si tenemos alguna duda sobre su temperamento habrá que ponerle un bozal. Se pasa un brazo alrededor del pecho y las patas delanteras y con el otro alrededor de sus cuarto trasero. Doblando las rodillas echamos al perro hacia nuestro pecho.
- Levantamos al animal manteniéndolo agarrado con firmeza. Si el perro es nervioso puede ser necesario un ayudante que le sujete suavemente la cabeza y le hable. Habría que acostumbrar al perro desde temprana edad y no debería luchar para liberarse. Si empieza a sentir pánico, habrá que depositarlo en el suelo.
Tomar en brazo a un perro pequeño
- Tranquilizando al perro y con mucha calma, pasamos un brazo por debajo de su pecho y sus patas delanteras y el otro alrededor de sus cuartos traseros. De esta forma tendremos un firma control sobre el animal y cesará de patalear y retorcerse.
- Se levanta al perro sujetándole el pecho con una mano, manteniendo la otra debajo de sus cuartos traseros. Este método evita que el animal pueda saltar de nuestros regazo.
Acercarse a un perro
- Cuando no conocemos bien a un perro nos debemos aproximar a él con precaución. Sin hacer movimiento bruscos se le coloca una mano a la altura de la cara, para que el perro se incline a olfatearla. Conviene no tener la mano de arriba hacia abajo, ya que esto es un gesto intimidador.
- Si el perro parece amistoso y no muestra signos evidentes de miedo o agresividad podemos acariciarlo. No hay que darle palmaditas en la cabeza, ya que se trata de un gesto de dominación.
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