Introducción del perro
El perro se ha integrado en la sociedad humana en todos los lugares habitados de la Tierra. Arrea y protege el ganado, vigila las propiedades, olfatea y detecta sustancias ilícitas arrastra trineos, consume desechos, cobre la caza, guía al ciego, busca y rescata a extraviados y heridos, reconforta al solitario, oye para ayudar al sordo o, sencillamente, aporta una realidad chispeante y natural a centenares de millones de personas en todo el mundo.
Los orígenes del animal doméstico
A lo largo de la historia, y mediante la domesticación y la cría controlada, hemos ido moldeando la arcilla genética suministrada por el lobo, transformándolas en razas de perros tan diferentes como el terrier de Yorkshire y el inmenso gran danés. Pero no sólo hemos modificado el tamaño y la forma del perro, también hemos variado su comportamiento, acentuando ciertas características del lobo, como respecto al jefe, y atenuando otros, como su timidez recelosa y de la delimitación del territorio con el olor. Aunque procediendo así hemos creado una especie animal que depende casi por completo del cuidado dispensado por el ser humano.
La cría selectiva de perros de pedigrí
Muchas razas actuales de perros no proceden de la selección natural, sino del capricho humano. La longitud y la densidad del pelaje canino puede variar enormemente y necesita una cuidadosa atención humana. El tamaño de su cuerpo oscila siguiendo un coeficiente que supera la centena, muy superior al de cualquier otra especie de mamífero. Por desgracia, al crear esta gama tan amplia de razas hemos creado también un buen número de problemas estructurales y sanitarios.
El perro es el animal doméstico que padece más trastornos congénitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario