18/10/13

EL PERRO AL AIRE LIBRE

El perro al aire libre
   Un perro necesita hacer ejercicio al aire libre todos los días, preferiblemente en compañía de su dueño o de otro perro. Esta actividad es un estimulante para el animal, aunque también puede entrañar ciertos riegos.
   Nunca debemos dejar que nuestro perro vague libremente, excepto en zonas en que podamos recuperar su control rápidamente. Dejar errar a nuestro perro por la calle es antisocial frente a nuestros vecinos y constituye un peligro para su vida. Un perro puede vivir en una perrera al aire libre siempre que esté bien equipada y se le permita la actividad física de forma regular.
   Debemos asegurarnos de que nuestro jardín es a prueba de fugas y de que el perro no se ve expuesto a peligros dentro de él. Podemos reforzar la seguridad con una valla alta.
Perreras al aire libre: Cuando se les acostumbra desde temprana edad, a la mayoría de los perros les gusta alojarse en una perrera al aire libre. Esta debería disponer de cuencos de comida y bebida y unos cuantos juguetes. Nunca se debe dejar solo a un animal en la perrera durante periodos prolongados de tiempo: es mejor alojar a dos juntos. Periódicamente hay que dejar salir al perro para que haga ejercicio.
Peligro en el jardín: En el jardín el mayor peligro para nuestro perro es la posibilidad de escaparse, por lo que habrá que disponer puertas, cerraduras y vallas robustas. Debemos asegurarnos de que no queden huecos en los setos. Una buena medida complementaria para evitar que se escapen los perros más pequeños es colocar una malla metálica por debajo de las puertas y los setos. Los productos químicos, de jardinería o de cualquier otro uso, deben estar guardados bajo llave en un cobertizo o invernadero, mientras que los cubos de basura se deben colocar en un contenedor con tapa. No hay que dejar que el perro se acerque a la barbacoa cuando estamos cocinando con ella. También se deben evitar las jardineras que puedan ser volcadas con facilidad, y hay que mantener cubierto el estanque. Hay que acostumbrar al perro a que utilice como servicio una parte específica del jardín, por ejemplo un cuadro de arena o un área de hierbas sin segar. Es una buena idea construir una perrera en la que el animal pueda vivir durante el buen tiempo.
   Plantas tóxicas: Muchas plantas de jardín son venenosas para los perros. En particular, habrá que evitar que el perro coma cualquier tipo de hongo y mantenerle alejado del codeso y de las bayas en general. Las baldosas, como el Narciso, deben quedar fuera de su alcance. Las siguientes especies son potencialmente peligrosas para el perro: Aquilegia vulgaris, cicuta (Conium maculatum), adelfa (Nerium oleander) altramuz (Lupinus sp) boj (Buxus sempervirens) clemátide (Clematis sp) lirio de los valles (convallaria majalis) y hiedra (Hedera sp).

No hay comentarios:

Publicar un comentario