28/10/13

PERROS BIEN EDUCADOS

Perros bien educados
   Un perro bien educado constituye un verdadero placer para su dueño y para la comunidad de que vive. Debemos asegurarnos de que el can es feliz, enseñándole a convivir en armonía con sus vecinos, humanos y animales. Debería obedecer nuestras órdenes, ser amistoso con los extraños y los demás perros, no asustarse ni sobresaltares y poder quedarse encerrado en casa sin causar estragos.
El perro bien educado
   Sentarse a la orden: Decimos al perro que se siente: haciendo esto conseguiremos fijar la atención del animal y le demostramos quién manda. Un perro bien enseñado se sentará incluso si quien se lo ordena es un extraño.
   Mantenerse quieto: Ordenamos al perro que se esté quieto, a continuación soltamos suavemente la correa y nos alejamos. Si el perro ha sido adiestrado adecuadamente podremos darle la espalda y alejarnos más de 15 metros sin que se mueva.
   Caminar con la correa suelta: Con el perro a nuestra izquierda caminamos dejando la correa atrás ni tirar hacia delante.
El perro sociable
   Aceptar a un extraño: Un perro bien educado no mostrará resentimientos si alguien se detiene a hablar con el dueño. No presentará síntomas de nerviosismo ni de timidez y permanecerá sentado o echado, sin tirar de la correa.
   Caricias de un extraño: Un perro debería mostrarse contento cuando le acaricia un extraño, incluso si le tocan la parte superior de la cabeza, que es un signo de dominación. La gente a menudo se acerca así a los perros.
   Sentarse para ser reconocido: Un perro debería permitir ser examinado por nosotros, algún miembro de la familia o por un extraño. De esta forma un veterinario siempre podrá reconocerlo cuando sea necesario.
   Reacción frente a otro perro: Podemos pedirle a un amigo que tenga un perro que se aproxime a nosotros cuando paseamos a nuestra mascota, para detenernos a hablar durante un rato y luego seguir nuestro camino. Dos perros bien educados mostrará interés por el otro y ningún signo de miedo o agresividad.
   Caminando entre la multitud: Cuando paseamos con el perro por la acera, junto a otros transeúntes, el animal puede mostrar interés por la diversidad de impresiones visuales y sonoras, pero no debería tirar de la correa ni actuar tímida o agresivamente.
   Reaccione frente a los sobresaltos: Cuando el perro no se espere tiramos al suelo un libro o una revista a unos 3 metros a su espalda. Si ha sido adiestrado adecuadamente mostrará curiosidad e interés, pero no agresividad ni pánico; tampoco ladrará ni saldrá corriendo.
El perro contento
   Dejar al perro solo en casa: Dejamos solo al perro en la casa o en el jardín y escuchamos atentamente por si aullara, lloriquea, ladra o pasea nervioso. Un perro bien adiestrado podría estar agitado, incluso puede que un poco nervioso, pero no debería mostrar signos de ansiedad por la separación. Un juguete puede reconfortar al animal. 

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