15/7/13

LA PODA LA MENERA CORRECTA DE PODAR RAMAS GRANDES

   Si aparecen brotes laterales en una rama no deseada, primero ha de cortar estos para reducir el peso. A continuación, corte la rama poco a poco, dejando una porción de unos 45 cm de largo para el final. Asegúrese de que las porciones cortadas no afecten las ramas inferiores al caer al suelo; es conveniente hacer descender suavemente los trozos grandes mediante cuerdas, que deben estar en buenas condiciones, a fin de evitar accidentes.
   En total tres cortes.
   Antes de dedicarse al resto de las ramas, ate una cuerda a su alrededor y sujétela a una rama firme, situada por encima. Con una sierra, realice el primer corte, a unos 15 cm del tronco del árbol, por la parte inferior de la rama y lleve hasta la mitad de esta. A continuación, corte toda la rama mediante una segunda incisión, a 2,5 cm del anterior, hacia fuera. Este corte quebrado impide que la corteza se quiebre al retirar la rama.
   Entonces se hace el último corte, justo en la parte externa del reborde de la corteza de la rama, en un ángulo que se aleje del tallo principal formando una imagen reflejada del ángulo del reborde. Cuando la rama tiene un nudo, hay que hacer un corte por fuera de este, independientemente del ángulo; lo contrario, es probable que la herida sea demasiado grande. El corte final nunca ha de estar al mismo nivel que el tallo principal porque esto inhibe la cicatrización natural de la herida. Por el mismo motivo, tampoco hay que dejar fragmentos (cuando queda en el árbol una parte demasiado grande de la rama). Cortar ramas grandes es una tarea delicada. Siempre procure conseguir un corte limpio y liso. La corteza rasgada por una poda descuidada produce heridas desagradables que son propensas a las infecciones. 
   Cómo alisar y sellar el corte.
   Para evitar que las esporas perniciosas transportadas por el aire infecten los cortes de la poda, es aconsejable alisar la superficie de los cortes serrados con un cuchillo afilado. De este modo, también se estimula el proceso de cicatrización y se evita la acumulación de agua de lluvia sobre la superficie de la herida, que podría pudrir la madera.
   Hay una pintura cicatrizante que se aplica con un cepillo sobre el corte y, teóricamente, protege el corte de las esporas que transporta el aire. Sin embargo, como es probable que transcurra algún tiempo entre la poda y la aplicación de esta pintura, es posible que las esporas tengan tiempo de infectar la herida y, en tal caso, quedaría sellada en el interior. Los que critican la pintura para heridas sostienen que no es seguro que produzca ningún efecto beneficioso, aparte de disimular los grande cortes. No obstante, hay que decir que algunos anunciantes han recomendado la pintura especial excito a lo largo de los años, aunque su uso no siempre ha sido apoyado por las investigaciones recientes.

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