La Poda Causas y motivos de la poda.

   Si bien en la naturaleza existe un tipo de azaroso de poda, cuando el viento arranca las ramas o una ola de frío inesperada perjudica los brotes tiernos, no puede esperar obtener los mejores resultados con este método tan irregular. Para podar de forma adecuada, tiene que conocer las necesidades y las limitaciones de las distintas plantas y también tener una idea muy clara de lo que pretende conseguir al podar.

   Unos de los motivos más habituales es hacer que cada planta (sobre todo en los jardines pequeños) tenga un aspecto limpio y regular. Sin embargo, el cuidado de las plantas a veces las perjudica más de lo que las beneficia si alguien inexperto corta los botones florales o los botones frutales y los leños viejos de los que ya no saldrán nuevos brotes. Los cortes indiscriminados para mantener una planta dentro de ciertos límites (sobre todo cuando se efectúan en una época inadecuada del año) a veces provocan un crecimiento más vigoroso o resulta totalmente destructivos.

   Este tipo le ayuda a evitar este tipo de frustraciones y los peligros comunes que suelen acompañar los intentos de poda del jardinero doméstico. Aprender a podar tiene sus ventajas, ya que cada incisión será una inversión para el futuro de sus plantas.

   Una buena poda depende de que se comprenda el motivo por el cual se hace determinados cortes, cuándo hay que hacerlos y cuáles son las mejores herramientas para ello. La poda también es cuestión de adquirir experiencia, y cuanto antes emprenda la tarea de recortar las plantas que lo necesitan, antes verá su jardín transformado, con un aspecto vivo y saludable.

   Antes de analizar en detalle las técnicas de la poda, tenemos que considerar los principales objetivos relacionados con la modificación del patrón de crecimiento de una planta a fin de que fructifique en un jardín determinado: el suyo. No necesariamente por orden de mérito, estos son: sistemas de guías y poda de formación, conservar la salud, controlar el crecimiento estimular el vigor o reducirlo (según las circunstancias), conservar la energía de las planta, maximizar la producción y rejuvenecer la planta (estos dos últimos se tratan en el capítulo 8).