Resumen de las situaciones posibles.
Una paloma que ha recibido la vacuna (La Sota) en el agua o en los ojos no reaccionará y permanecerá en buen estado. Es lo que ocurre cuando se vacuna en los primeros meses del año.
Cuando se vacuna después del mes de julio, se puede presentar frecuentemente otra situación:
a) Una paloma sana puede recibir la vacuna (La Sota) cuando ya está contaminada por el virus natural. Puede pues contraer la enfermedad de manera más o menos grave según el porcentaje que tenga de virus natural y de virus vaccíneo.
b) Una paloma sana puede recibir la vacuna (La Sota) cuando se encuentra aparentemente en perfecto estado. Su organismo reaccionará a la vacuna aproximadamente quince días más tarde. Si durante este periodo la paloma sana absorbe virus natural, corre el riesgo de contraer la enfermedad ya que el virus natural debilitará un organismo que está ya reaccionando al virus vaccíneo.
Estas dos últimas situaciones (a y b) permiten explicar el número de accidentes que se observan en los casos de vacunación tardía. Pero el colombófilo reconoce muy raramente sus errores y prefiere atribuir las reacciones secundarias observadas en su colonia a la vacuna utilizada.
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