Higiene, base principal de la salud
Cualquier que sea el tipo de cría que uno emprenda (palomas, aves de fantasía, aves para el consumo), los cuidados de la higiene tienen cada día más importancia. Es evidente que, en estas últimas décadas, se le ha dado mucha menos importancia a la higiene del palomar y de las aves: las instalaciones se limpiaban en raras ocasiones utilizando un poco de agua clara, cal o lejía, pero las soluciones antiparasitarias y antimicrobianas más específicamente adaptadas a esos cuidados, eran muy poco utilizadas. En cuanto a las palomas enfermas o débiles, o bien se las mataba irremediablemente o bien se dejaba actuar la (médica natural) es decir, que tenía que restablecerse por si misma sin la ayuda de ningún medicamento. ¡Podemos imaginar cuál era la eficacia de los resultados obtenidos de esta manera!.
Hace unos años, había aficionados que sacrificaban palomas simplemente porque tenían catarro o tenían los ojos húmedos.Incluso hoy, algunos de ellos prefieren torcer irremediablemente el pescuezo a toda la colonia invocando el curioso pretexto de la incurabilidad de ciertas enfermedades. Por suerte, esta manera de proceder tiende a modificarse. Los aficionados comprenden que una paloma enferma, bien cuidad, puede reeditar sus resultados anteriores. La paratifosis, por ejemplo, es una enfermedad seria para una colonia (hablaremos de ella más adelante); sin embargo, cuántas veces he recibido la lista de los resultados elogiosos de colonias que habían padecido los efectos nefastos de esta infección
Está bien que no hay que caer en el defecto contrario. Una paloma mediocre, que no ha conseguido nunca clasificarse en un concurso, ne se mejorará ni siquiera después de un tratamiento.
Es muy raro que una paloma mala se transforme en buena por muchas vitaminas o antibióticos que le administremos.
En lo que se refiere a los pichones, me parece siempre interesante el cuidado aunque no hayan dado buenos resultados el primer año, ya que un porcentaje relativamente importante de ellos se mejorará después de una o dos temperadas de concursos. Una paloma de fondo requiere siempre más tiempo para formarse que una de velocidad.
Cuidar o sacrificar dependerá pues del aficionado, pero personalmente estimo que una paloma buena debe de ser siempre tratada aunque sólo sea por respecto a sus proezas anteriores. Incluso cuando decidáis sacrificarla un sujeto por razones de salud, siempre es prudente hacerle la autopsia con el fin de asegurarse si es portador o no de alguna bacteria peligrosa capaz de implantarse en el seno de vuestra colonia.
No penséis que podéis evitar la instalación de una enfermedad contentándose con retorcer el pescuezo a individuos que cojean o que adelgazan súbitamente, ya que tenéis que comprender que esas aves, generalmente debilitadas, lo que hacen es exteriorizar los síntomas de una o varias afecciones que reinan en estado latente en vuestro palomar. Además, nuestras palomas se encuentran en contacto perpetuo con sus congéneres, bien sea en las cestas de enjaule, en los tejados, en los intercambios, ventas... Los riegos de infección y de infestación son pues permanentes.
Tenemos que permanecer vigilantes. En ningún momento debemos de fiarnos de los resultados de nuestras palomas para deducir que poseen una salud a toda prueba. ¡Cuantas veces he visto aves con resultados elocuentes que, en espacio de unos días, se han transformado en esqueletos vivos!.
Comenzaremos este capítulo proyectando un plan de ataque, un plan general de higiene, para entrar después en consideraciones detalladas. En efecto, la higiene se puede subdividir en:
I. Higiene de las diferentes instalaciones
II. Higiene de las cestas.
III. Higiene a la vuelta de una prueba,
IV. Higiene en las ventas.
V. Higiene en las exposiciones.
VI. Higiene de los (extraños).
Todos estos títulos vamos a ir desarrollando en las páginas siguientes.
En lo que se refiere a los pichones, me parece siempre interesante el cuidado aunque no hayan dado buenos resultados el primer año, ya que un porcentaje relativamente importante de ellos se mejorará después de una o dos temperadas de concursos. Una paloma de fondo requiere siempre más tiempo para formarse que una de velocidad.
Cuidar o sacrificar dependerá pues del aficionado, pero personalmente estimo que una paloma buena debe de ser siempre tratada aunque sólo sea por respecto a sus proezas anteriores. Incluso cuando decidáis sacrificarla un sujeto por razones de salud, siempre es prudente hacerle la autopsia con el fin de asegurarse si es portador o no de alguna bacteria peligrosa capaz de implantarse en el seno de vuestra colonia.
No penséis que podéis evitar la instalación de una enfermedad contentándose con retorcer el pescuezo a individuos que cojean o que adelgazan súbitamente, ya que tenéis que comprender que esas aves, generalmente debilitadas, lo que hacen es exteriorizar los síntomas de una o varias afecciones que reinan en estado latente en vuestro palomar. Además, nuestras palomas se encuentran en contacto perpetuo con sus congéneres, bien sea en las cestas de enjaule, en los tejados, en los intercambios, ventas... Los riegos de infección y de infestación son pues permanentes.
Tenemos que permanecer vigilantes. En ningún momento debemos de fiarnos de los resultados de nuestras palomas para deducir que poseen una salud a toda prueba. ¡Cuantas veces he visto aves con resultados elocuentes que, en espacio de unos días, se han transformado en esqueletos vivos!.
Comenzaremos este capítulo proyectando un plan de ataque, un plan general de higiene, para entrar después en consideraciones detalladas. En efecto, la higiene se puede subdividir en:
I. Higiene de las diferentes instalaciones
II. Higiene de las cestas.
III. Higiene a la vuelta de una prueba,
IV. Higiene en las ventas.
V. Higiene en las exposiciones.
VI. Higiene de los (extraños).
Todos estos títulos vamos a ir desarrollando en las páginas siguientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario