La idea general es la que las palomas que tienen puntos blancos en la garganta no pueden nunca ganar un premio. Nosotros nunca le hemos dado mucha importancia.
Dos ejemplos son suficientes para probar que los puntos blancos no son perjudiciales
En Burdeos, el 4 de agosto de 1935, organizado por (La Unión d´Anvers) en ocasión del macht Holanda-Bélgica, el colombófilo de Ostende Charles Vander Espt había competido con cinco palomas. Fue un viaje extremadamente duro,puesto que las primeras palomas cubrieron el recorrido del concurso en catorce horas y que de dos mil quinientas palomas, solamente llegaron a su palomar ocho el día de la suelta. El, gana brillantemente el primer premio con una paloma que, a principios de temporada había ganado uno de los primeros premios en Arras. Se trataba de una paloma extraordinaria en el verdadero sentido de la palabra; pues bien, esta paloma tenía continuamente tres puntos blancos en el paladar...
El segundo caso no fue comunicado por un excelente amigo, digno de toda la confianza.
Durante dos temporadas, él, poseía un pequeño macho que viajaba increíblemente bien. Jamás le fallaba su premios en el concurso desde Arras hasta Tours y la mayoría de las veces que competía se clasificaba entre los diez primeros, habiendo obtenido un media docena de primeros premios con bastante ventaja sobre el resto de las palomas que competían con él, sobre todo en tiempo duro.
Este pequeño macho había estado apartado porque a la edad de un año le habían aparecido varios puntos blancos y a pesar de los cuidados que le habían prodigado no habían sido capaces de hacerlos desaparecer. Algunas veces habían desaparecidos parcialmente, pero varias semanas después lo volvían a aparecer...
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