Cometeríamos una gran imprudencia si a título personal les contásemos una u otra cosa sujeto de las enfermedades de las palomas mensajeras. Nosotros no pertenecemos al gremio de los charlatanes que saben y conocen siempre todo mejor que las otras personas. No titubean jamás en preparar ellos mismos los medicamentos, a decir las dosis, a diagnosticar toda clase de enfermedades.
El charlatán está en franca decadencia y, son cada vez más los colombófilos que eligen el buen camino, éste, consiste en consultar un veterinario cuando hay algo que no va bien en una paloma, no dudando ni un solo instante en conducirla a una clínica especializada en palomas en caso de necesidad.
Es un hecho establecido, que el colombófilo que recibe numerosas visitas a causa de los éxitos conseguidos en la competición, corre el peligro de llevar toda clase de enfermedades a su palomar. Esto proviene del hecho de que uno u otro visitante posea palomas enfermas, y transmita la enfermedad, cogiendo en las manos las palomas de una colonia en buena salud.
Sin citar, vamos a poner un ejemplo.
El campeón X, competía con sus palomas de una manera resonante y llegó a ser una celebridad nacional. Como ocurre siempre en estos casos, después de la temporada de concurso recibió una docena de visitantes. Las palomas pasaron de mano en mano y así, hasta que se acercó la nueva temporada. Pero entretanto, el campeón había observado que sus palomas vivían sin gusto en sus casillas; alguna de ellas tenía la nariz negra. La temporada de concursos estaba ya encima y hacía falta competir. El campeón X,no fue más que una sombra de lo que había sido en años anteriores. Antes de que tuviese tiempo de apercibirse de ello, todas sus palomas estaban enfermas y esta extraordinaria colonia decayó completamente. Han hecho falta tres años para levantarla y actualmente no ha llegado a ser todavía lo que antes era. Su propietario piensa, que a continuación de sus triunfos había vendido demasiadas palomas; pero la verdad era que sus palomas estaban totalmente enfermas, que les era imposible ganar ningún premio´
Diversos exámenes clínicos, en este caso uno pediría consejo al diablo, probaron que las palomas habían recogido gérmenes de enfermedades al pasar por tantas manos de visitantes, que ellos mismos tenían palomas enfermas en sus palomares.
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