Teclado
El teclado es el periférico de entrada con el que más contacto vamos a tener. Un teclado con diseño deficiente puede ser muy molesto para trabajar, e incluso puede provocarnos problemas de salud, de ahí la importancia de tener en cuenta la ergonomía de este periférico, algo que cada vez fabricantes están investigando.
Debajo de cada tecla, hay un circuito asociado por el que fluye corriente. Cada vez que pulsemos una tecla, esa pulsación provoca un cambio de corriente que, dependiendo de un código que tiene cada circuito de tecla, llevará una señal determinada al procesador (existen dos códigos, uno para cuando se pulsa la tecla y otro para cuando se suelta).
Además del popular teclado fabricado en plástico existen otros de diversos materiales, algunos pensados para situaciones adversa en cuanto al agua, polvo y altas temperaturas (teclados de goma), o incluso en cuanto a posibles golpes y tratos descuidados (teclados de membranas o acero inoxidables, como los de los cajeros automáticos). También existen materiales con los que se fabrican teclados resistentes a la acción de productos químicos, como los teclados de Polyester. Algunos de estos teclados especiales son muy utilizados en ordenadores dedicados a labores industriales.
El teclado es uno de los periféricos más susceptibles a la imaginación creativa de los diseñadores: pueden ser grandes, con muchas teclas que añaden funciones multimedia, de forma redondeadas, luminosos, translúcidos o de diferentes colores; o también pequeños y ultrafinos (similares a los de un portátil y muy útiles para ordenadores utilizados en tiendas y otros terminales de punto de venta).
Además, el tamaño, agrupación y disposición de las teclas pueden ser distintas según el uso para el cual estén pensados. Por ejemplo, existen teclados especialmente diseñados para los usuarios de juegos, que llevan una especial señalización de las teclas más utilizadas para movimiento y acciones de los propios personajes u objetos del propio juego.
Debajo de cada tecla, hay un circuito asociado por el que fluye corriente. Cada vez que pulsemos una tecla, esa pulsación provoca un cambio de corriente que, dependiendo de un código que tiene cada circuito de tecla, llevará una señal determinada al procesador (existen dos códigos, uno para cuando se pulsa la tecla y otro para cuando se suelta).
Además del popular teclado fabricado en plástico existen otros de diversos materiales, algunos pensados para situaciones adversa en cuanto al agua, polvo y altas temperaturas (teclados de goma), o incluso en cuanto a posibles golpes y tratos descuidados (teclados de membranas o acero inoxidables, como los de los cajeros automáticos). También existen materiales con los que se fabrican teclados resistentes a la acción de productos químicos, como los teclados de Polyester. Algunos de estos teclados especiales son muy utilizados en ordenadores dedicados a labores industriales.
El teclado es uno de los periféricos más susceptibles a la imaginación creativa de los diseñadores: pueden ser grandes, con muchas teclas que añaden funciones multimedia, de forma redondeadas, luminosos, translúcidos o de diferentes colores; o también pequeños y ultrafinos (similares a los de un portátil y muy útiles para ordenadores utilizados en tiendas y otros terminales de punto de venta).
Además, el tamaño, agrupación y disposición de las teclas pueden ser distintas según el uso para el cual estén pensados. Por ejemplo, existen teclados especialmente diseñados para los usuarios de juegos, que llevan una especial señalización de las teclas más utilizadas para movimiento y acciones de los propios personajes u objetos del propio juego.
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