PLANTAS CURATIVAS

Introducción

   Muchos de los remedios que se exponen se pueden emplear diariamente no se padezca enfermedad alguna: pues, esto servirá de medicina preventiva, llevando un cierto control, variando de planta y tomando infusiones en dosis moderas. No se puede abusar de ninguna hierba, aunque muchas de ellas no supongan mayor riego. Hay que mantener un equilibrio y emplear aquellas que más necesitemos en un modo determinado.

   Las plantas deben cogerse, preferentemente, cuando están sazonadas y secarlas a la sombra para conservarlas en resipientes adecuados, o al ambiente natural, como antaño.

  También se debe tener en cuanta que para aprovechar mejor sus propiedades medicinales, sólo  se debe introducir en el agua cuando ésta esté hirviendo para apagar inmediatamente y dejarla un ratito tapada, esto es, para que una infusión de agua guisada normal. Otra es cuando se hace un jarabe o cocción de yerbas, según remedio. Para infusiones normales, se puede hacer el agua y dejarla ir tomándola fría el resto del día; el agua recalentada pierde sus propiedades por lo que, en todo caso, sólo se debe calentar ligeramente, si es en época fría. De cualquier manera, lo mejor es hacerla fresca cada vez que uno quiera o tenga que tomarla.
   Algunos de los remedios que se exponen perteneces al pasado; no son adecuada aplicación en la actualidad, pero la gran mayoría del recetario sí es muy útil y afortunadamente, ya hay médicos oficiales que recomiendan muchos estos remedios naturales; pues por ejemplo, para un catarro normal no tiene sentido tomar antibióticos ya que éste lleva un proceso biológico normal y es mejor dejar que se cure con remedios naturales, sin dar lugar a que surjan complicaciones, atendiéndolo a tiempo.
   De las plantas más significativas encontramos la malva, el llantén, la rompepiedra, la salvia y la mellorina (pampina, miluriña), entre otras. Estas hierbas y la miel de abeja sirven para muchas enfermedades, además de ser la miel un buen alimento. Como complemento, no deben faltar, diariamente, los ojos, el perejil, cebollas y jugo de limón o naranja. Es importante ingerir vitamina A y C para evitar o cambiar las infecciones, especialmente la vitamina C, porque ésta no se acumula como las demás y su carencia es muy desfavorable para el organismo. Sólo teniendo un poquito de control podemos disfrutar mucho mejor la vida.