Cómo funciona el correo electrónico
El correo electrónico utiliza el protocolo SMTP (Simple Maíz Transfer Protocol), perteneciente al TCP/IP. La ventaja de este formato, creado a principios de 1980, es que es compatible con todas las plataformas informáticas (Mac, PC, etc.) ya que se basa en texto ASCIL, que es la codificación de la mayoría de los signos de escritura que utilizamos.
Su principal inconveniente es que no permite el envío de ficheros binarios (archivos de imagen, gráficos, programas...). Solamente permite el intercambio de mensajes de texto plano sin formato.
en 1992 aparece otro formato, el MIME (Multipurpose Intenet Mail Extensions, Extensiones de correo Internet multipropósito), que ayuda a codificar y descodificar otros formatos de escritura y que por ver primera posibilita el envío de todo tipo de ficheros binarios y archivos adjuntos.
Por último, el protocolo POP (Post Office Protocol, Protocolo de la Oficina de correos), que actualmente se encuentra en su tercera versión POP3, es el que nos permite descargar y almacenar los mensajes de correo en nuestro ordenador (enviamos un correo por medio de los protocolos MIME o SMTP y lo recibimos gracias al POP). Las direcciones de correo electrónicos están formadas por dos partes separadas por el famoso símbolo de la arroba "@".
La primera parte es el nombre de usuario, que es una identificación personal y que por lo tanto deberíamos elegir nosotros. La segunda parte, a la derecha del símbolo de la arroba, que dependen de nuestro servidor de correo o Internet y su extensión, que ya vimos al hablar de las direcciones de Internet o URL.
Nuestro nombre de usuario puede ser el mismo con diferentes nombres de dominio o servidores. Como es lógico, el conjunto de nombre de usuario y dominio forma una dirección única, a escala mundial. Por ejemplo, si damos de alta el usuario "mi_nombre_de_usuario" en el servidor de correo. www.hotmail.com, obtendremos la dirección de e-mail "mi_nombre_de usuario@hotmail.com".
Una de las ventajas del e-mail, además de la comodidad y rapidez (los mensajes llegan casi instatáneamente y nos ahorramos el paseo hasta la oficina de correo o el buzón más cercano), es el hecho de que todos los mensajes enviados a un determinado buzón de correo electrónico permanecen almacenado en el Servidor de correo de nuestro proveedor de Internet hasta que el usuario se conecta para descargarlos y leerlos. Esto quiere decir que recibimos nuestro mensajes aunque no tengamos el ordenador encendido ni estemos conectados a la Rad. A esto se une el hecho de que no sólo podemos enviar texto archivos e información adjunta.
Una vez que tenemos una dirección de corro electrónico (ya sea porque nos la ha proporcionado nuestro proveedor de Internet o porque hemos dado de alta un buzón de correo en uno de los muchos servidores que en la Web proporcionan este servicio), los siguiente que necesitamos es un "cliente" de correo electrónico, es decir, un programa que se comunica con el Servidor de Correo para hacer posible el envío y recepción de mensajes.
Hay diversas formas de obtener un software cliente de correo electrónico.
En primer lugar, algunos sistemas operativos incluyen gestores de correo. En Windows tenemos Windows Mail si utilizamos Windows Vista (en las versiones anteriores Outlook Express). En Mac OS podemos utilizar Mail.
En segundo lugar, algunos paquetes ofimáticos incluyen este tipo de programas. Tal es el caso de Microsoft Office y su gestor de correo Outlook.
Por otro lado, como comentamos ya anteriormente, algunos navegadores incluyen una utilidad para e-mail, como Netscape y Opera.
Existen gestores de correo electrónicos gratuitos que podemos obtener en páginas de descarga de freeware y shareware, por ejemplo, Eudora (uno de los clientes de correo más veteranos de la historia de Internet.
Su principal inconveniente es que no permite el envío de ficheros binarios (archivos de imagen, gráficos, programas...). Solamente permite el intercambio de mensajes de texto plano sin formato.
en 1992 aparece otro formato, el MIME (Multipurpose Intenet Mail Extensions, Extensiones de correo Internet multipropósito), que ayuda a codificar y descodificar otros formatos de escritura y que por ver primera posibilita el envío de todo tipo de ficheros binarios y archivos adjuntos.
Por último, el protocolo POP (Post Office Protocol, Protocolo de la Oficina de correos), que actualmente se encuentra en su tercera versión POP3, es el que nos permite descargar y almacenar los mensajes de correo en nuestro ordenador (enviamos un correo por medio de los protocolos MIME o SMTP y lo recibimos gracias al POP). Las direcciones de correo electrónicos están formadas por dos partes separadas por el famoso símbolo de la arroba "@".
La primera parte es el nombre de usuario, que es una identificación personal y que por lo tanto deberíamos elegir nosotros. La segunda parte, a la derecha del símbolo de la arroba, que dependen de nuestro servidor de correo o Internet y su extensión, que ya vimos al hablar de las direcciones de Internet o URL.
Nuestro nombre de usuario puede ser el mismo con diferentes nombres de dominio o servidores. Como es lógico, el conjunto de nombre de usuario y dominio forma una dirección única, a escala mundial. Por ejemplo, si damos de alta el usuario "mi_nombre_de_usuario" en el servidor de correo. www.hotmail.com, obtendremos la dirección de e-mail "mi_nombre_de usuario@hotmail.com".
Una de las ventajas del e-mail, además de la comodidad y rapidez (los mensajes llegan casi instatáneamente y nos ahorramos el paseo hasta la oficina de correo o el buzón más cercano), es el hecho de que todos los mensajes enviados a un determinado buzón de correo electrónico permanecen almacenado en el Servidor de correo de nuestro proveedor de Internet hasta que el usuario se conecta para descargarlos y leerlos. Esto quiere decir que recibimos nuestro mensajes aunque no tengamos el ordenador encendido ni estemos conectados a la Rad. A esto se une el hecho de que no sólo podemos enviar texto archivos e información adjunta.
Una vez que tenemos una dirección de corro electrónico (ya sea porque nos la ha proporcionado nuestro proveedor de Internet o porque hemos dado de alta un buzón de correo en uno de los muchos servidores que en la Web proporcionan este servicio), los siguiente que necesitamos es un "cliente" de correo electrónico, es decir, un programa que se comunica con el Servidor de Correo para hacer posible el envío y recepción de mensajes.
Hay diversas formas de obtener un software cliente de correo electrónico.
En primer lugar, algunos sistemas operativos incluyen gestores de correo. En Windows tenemos Windows Mail si utilizamos Windows Vista (en las versiones anteriores Outlook Express). En Mac OS podemos utilizar Mail.
En segundo lugar, algunos paquetes ofimáticos incluyen este tipo de programas. Tal es el caso de Microsoft Office y su gestor de correo Outlook.
Por otro lado, como comentamos ya anteriormente, algunos navegadores incluyen una utilidad para e-mail, como Netscape y Opera.
Existen gestores de correo electrónicos gratuitos que podemos obtener en páginas de descarga de freeware y shareware, por ejemplo, Eudora (uno de los clientes de correo más veteranos de la historia de Internet.
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