El aficionado
Son muchos los que sienten latir en su pecho la noble afición al cultivo de la paloma mensajera, pero son relativamente muy pocos, los elegidos del destino, aquellos que llegan a conseguir una sólida reputación como colombófilo. Somos realmente muchos los aficionados que empezamos y sólo unos pocos los que llegan.
Es que para triunfar en la práctica del sport, se necesitan, por parte del aficionado, una serie de cualidades que resultan realmente indispensables.
Yo quiero señalar esas cualidades que resultan imprescindibles para conquistar una reputación y mantenerla una vez conquistada.
Verlas aquí:
a) Amor intenso a la paloma mensajera.
b) Paciencia.
c) Constancia.
d) Tenacidad.
e) Espíritu de observación.
f) Eclecticismo.
g) Método.
h) Amor al estudio.
i) Espíritu de investigación.
j) Sentido del orden.
k) Perseverancia.
l) Desapasionamiento.
m) Espíritu de Sportmanship.
Una vez conocidas por nosotros las cualidades indispensables que deben adornar a un aficionado para llegar a ser colombófilo, nos podemos dar cuenta exacta de las verdaderas dificultades con que tropiezan en la práctica para triunfar, toda vez que es muy difícil encontrar reunidos individuo. El buen aficionado debe ser trabajador. Está obligado a su colonia alada durante los trecientos sesenta y cinco días del año, con una sola excepción, las de los años bisiestos en los que deberá trabajar activamente un día más, es decir trecientos sesenta y seis: Aficionados hay que una vez que se ha efectuado el último concurso de la temporada, le vuelven la espalda a su palomar y no se vuelven a ocupar seriamente de sus colonias aladas hasta que llega la próxima temporada de lucha. Serio error el de estos aficionados equivocados que no podrán nunca lograr una verdadera reputación como competidores.
Todos buen aficionado está en la necesidad de estudiar, para preparar solidariamente adquiriendo lo indispensable cultura que le hará derrotar a sus competidores indultos y negligentes. Es necesario tener muy presente el pensamiento del sabio médico cubano Dr. Francisco Cabrera Saavedra: Estudia como si fuera a vivir siempre y vive como si fuera a morir mañana.
El colombófilo está obligado a adquirir la necesaria preparación técnica especializada, que le facultará, para obtener de su colonia alada el mayor rendimiento deportivo posible. Por ello no se contentará con obtener conocimientos superficiales; tratará por todos los medios a su alcance lectura, observaciones y experimentación, de profundizar su cultura, procurando hacer bueno el pensamiento del educador español Villanueva, quien dijo: (No sabe más quien más sabe sino quien sabe mejor).
El aficionado debe ser ecléptico. Pero su eclepticismo debe ser el predicador por nuestro genial filósofo el Padre Félix Varela; (No abrazar ninguna teoría obstinadamente). Debe escuchar todas las teorías: Conocer todas las doctrinas, dar cabidas a todas las opiniones pero tendrá exquisito cuidado de no abrazar ninguna (obstinadamente), dejando siempre un amplio margen de tolerancia para rectificar opiniones y modificar conceptos cada vez que ello sea necesario y conveniente. Yo declaro sinceramente que soy de los hombres amantes del estudio y del progreso y que mi mayor placer lo constituye la posibilidad de rectificar mis errores como resultados. En asuntos de colombofilia, como en cualquier otra actividad, me he visto obligado a rectificar con mucha frecuencia mis opiniones y he tenido que abandonar teorías que yo juzgaba sólidamente arraigadas en mi mente.
Es realmente necesario y conveniente, establecer, en lo que se refiere a las actividades del aficionado, las siguientes división.
1) El colombófilo
2) El colombicultor
El colombófilo, competidor o manager para emplear un término que ha ganado carta de ciudadanía en nuestro idioma es el aficionado que se dedica primordialmente a manipular una colonia de palomas mensajeras con el fines deportivos. La finalidad fundamentalmente que persigue es obtener de cada uno de los elementos que integran su tribu alada, el mayor rendimiento, en forma de premios en las competencias o concursos. Trata de emplear los más modernos métodos de preparación y de entrenamiento, de acuerdo por sus ejemplares y de sus más o menos acertada manipulación, dependerá su éxito o fracaso en las competencias.
El colombicultor o criador, es el aficionado que persigue como primordial finalidad el mejoramiento de las cualidades deportivas y de la conformación corporal de las diferentes lineas o cepas de cultivo el que yo les diga, que en la práctica resulta mucho más fácil ganar premios en los concursos con (buenas) palomas criadas por otro, que criarlas uno mismo. Esto explica los casos relativamente frecuentes en nuestro deporte, en el que, aficionados inexpertos que tiene la suerte de adquirir o recibir como obsequio ejemplares de gran clase criados por otros aficionados competentes, se mantienen en la brega conquistando lauros y honores mientras esos productores llegados a sus monos por azares del destino conservan su vitalidad como competidores o como reproductores y que más tarde, cuando al envejecer, pierden sus cualidades atléticas o sus facultades reproductoras, sus propietarios incapaces de criar los elementos de mérito necesarios para sustituirlos, forman las de (villadiego) y abandonan para siempre un deporte en el que aparentemente había triunfado.
Todos aficionados debe, en mi concepto aprender a cultivar sus propios productores para poder mantener en los lugares de honor de nuestras competencias aladas
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