7/9/11

La Ley del embudo

La ley del embudo
Ciertamente, hay (modas) que tardan en pasar. En la colombofilia Canaria aún está de moda la (ley del embudo).
Cuando un grupo de aficionados se reúnen y fundan un (club), o cuando los socios, reunidos en junta general, aprueban el (Programa de Concursos); no es para (trazar) un modelo de colombofilia, cosa que ha ocurrido y, desgraciadamente, sigue ocurriendo es estas Islas.
Por el contrario, en lugar de que todos los socios del club tengan que (pasar por el embudo) y comulgarse con el modelo de colombofilia en vigor, se debería permitir que cada uno ejerza el derecho a expresarse a su modo, es decir; que cada uno practique la colombofilia tal como la entiende, y no como dice el cacique de turno. Tenemos que aprender a madurar, haciendo las cosas a nuestro modo y manera, con todas las consecuencias, y no dejarnos llevar de la mano como niños.
Nada de concursos obligatorios. Cada uno participa cunado le conviene. Si la distancia, las condiciones climáticas, la preparación de las palomas, etc. satisfacen al aficionado, entonces éste participará, si o no.
Nada de encestar tal o cual número de palomas. No existen número mágicos en colombofilia. Uno va al palomar y si, según las características del concurso, encestan tal o cual número de viajeras (en condiciones ) para ese enceste, entonces, podrá enviar si lo desea ese número particular, o cualquier fracción entera, si se equivocó, no perderlas todas.
Nada de modalidad raras que nadie entiende. La mejor paloma en un concurso es la que realiza la mayor velocidad, y el mejor aficionado en un concurso es el que resulta ser simultáneamente el más rápido y seguro con sus viajeras, y no hay más tela que la arde.
Nada de especulaciones con las fechas. La temporada de concursos debe desarrollarse en época del año en que las palomas pueden ser viajadas sin perjuicio para su ciclo biológico natural; es decir; entre la caída de la primera remera primaria y el inicio de la gran muda. o lo que es lo mismo, desde mediados de Abril a finales de Julio. Por otra parte, antes del inicio de campaña, todos los socios deben tener conocimiento de los concursos que se van a celebrar cada domingo, sin posibilidad de modificación, para cada uno pueda establecer su (estrategia) de participación. Este debe ser el (campeonato) de base del Club y cualquier otro que se organice en otra época sería secundario.
Nada de especulaciones con las distancias. Cada aficionad debe poder elegir cada domingo la distancia que más le conviene y para ello se debe organizar cada fin de semana una suelta de corta, otra de media, y otra de larga distancia. esto sería más fácil si varios Clubs se pusieran de acuerdo. Por otro lado, deben haber, por lo menos, dos tipos de campeonatos unos de distancia cortas, y otro de distancias largas, mal llamados de velocidad, y de fondo, pues en ambos se valora la velocidad realizada. Esto es necesario para no obligar a los socios a participar en todas las distancias cuando en realidad solo están interesados por una de ellas. No obstante. éste separación no impide que exista el campeonato de todas las distancias.
Nada de especulaciones con los pichones. Sin duda, los aficionados que no puedan ganar con sus adultas tiene más posibilidades de éxitos en competiciones de pichones, ya que estas son como una lotería. Es absurdo participar en un concurso se puede ganarlo alguien que no se lo merece. En realidad solo se puede volar a un aficionado por las prestaciones de sus palomas adultas y, además, entre más expertas y desarrolladas sean las palomas participantes en un concurso menos Incierto será éste. Es necesario por tanto, soltar por separado las palomas jóvenes de las maduras, y hacer campeonatos aparte.
Estas no son más que unas pocas contrapartidas, para una colombofilia intolerable, estancad, fruto de mentes caciques, que necesita ponerse urgentemente en sintonia con los tiempos de libertad personal y creatividad que corren.

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