27/9/11

Reconocer una gran paloma

Reconocer una gran paloma dentro del palomar.
Para empezar, el primer contacto debe ser suave y sedoso, Es preciso que te deje en las manos la sensación de tener un paquete de pequeñas plumas, además debe producir la impresión de tener en las manos un gran huevo, con el extremo más grueso vuelto hacia nosotros. Sostened así vuestra paloma con la mano derecha y, con la izquierda,comenzad a sentir los músculos pectorales. Mediante los dedos pulgar e indice, apretad los músculos que parten del pecho hasta el nacimiento de las alas; estos músculos deben resistir la menos presión con firme elasticidad. Deslizad después el indice, siempre de la mano izquierda, sobre la quilla. Esta no debe ser demasiado pronunciada ni demasiado hundida. Debe presentar una bella curva y el hueso debe ser lo más gordo, y largo y sólido posible.
Continuad siempre con el indice e, inmediatamente después del esternón, encontrareis la horquilla. Esta debe ser sólida y lo más unida posible. Debe ser como la continuación del esternón, dando así la impresión de que los dos huesos, esternón y horquilla, no forman más que uno. Un espacio demasiado largo entre la quilla y la horquilla, es siempre nefasto para un buen rendimiento.
Volved a coger luego la paloma con las dos manos, apartad un poco la trasera de las alas y palpad la espalda. Esta debe ser lo más ancha posible en su parte anterior así como muy plana. A simple vista, debe parecer como una figura geométrica con la forma de un triángulo isósceles. Los riñones y la parte correspondiente al nacimiento de la cola deben ser bien planos en la continuación de la espalda y no debe encogerse cuando paséis vuestros dos pulgares. La paloma debe dar la impresión de un todo muy aerodinámico.
Abrid después las dos alas. Estas deben darse suavemente, aunque hay excepciones en las palomas muy nerviosas. Las plumas deben deslizarse unas sobre otras sin obstáculo ni rozamiento, como una baraja de cortas; la caña de las plumas debe ser lo más delgadas y flexible posible y las barbas bien apretadas. Las trasala debe estar igualmente bien pobladas y cubiertas lo más posible por debajo y por encima. El ala y la trasala deben estar bien abombadas.
Mirad luego la expresión de la paloma, el cuello debe ser lo más fuerte posible; la cabeza, gruesa o pequeña, curvada o cuadrada, poco importa. Los ojos deben estar bien cercados. Para los concursos de fondo y las largas permanencias en las cestas de viajes, las carúnculas gruesas y las protuberancias de la nariz constituyen un pesado hándicap. El color del iris importa un poco y depende del origen, pero los ojos deben tener expresión, ser francos, con las pupilas medianas. Si éstas tienen movimientos de dilatación, ello resulta el mejor indicio; es a menudo la prueba de la vitalidad de la paloma, lo mismo que se siente cuando la paloma vive en tus manos y no es un cuerpo muerto. Sin embargo hay palomas extremadamente calmosa que tiene en los ojos una expresión de tranquilidad sabiduría y que son grandes campeonas. En este sentido, es particularmente útil cuando se juzga una paloma, conocer sus ascendientes y los "rasgos de familia". No olvidemos, cuando se enjuicia una paloma, que en colombofilia no hay nada absoluto por que la naturaleza tiene sus misterios que nosotros no podemos siempre descubrir.
El gran punto de interrogación es el instinto de orientación, la voluntad, y el valor, que son cuestiones insolubles.
Decía también Duray que todo el arte en colombofilia, para poder alcanzar la superforma y la supersalud en el verano,consistía en acrecentar la vitalidad de las palomas obligándola a mantenerse pasivas durante los meses de invierno.
Los antiguos maestros, Duray, Bricoux, no quemaban etapas como muchos aficionados de hoy; ellos comenzaban a emplear a fondo sus palomas a los tres años. Este era su mayor secreto. Si los colombófilos tuvieran la paciencia de esperar a jugar con sus buenas palomas a que cumplan los tres años, tendrían menos fracasos.
Todos ellos unido a la observación, al conocimiento de la psicología de cada paloma y con mucha paciencia, pues la impaciencia, en colombofilia como en la vida diaria, es causa de muchos problemas.
Rik Vranchen medita sobre el instinto gregario de las palomas, su sentido de la orientación y sus cualidades físicas; "Sin duda, el instinto gregario de las palomas juega todo un papel y le incita a permanecer en grupo, volando, digamos, a una velocidad de crucero. Pero hay un hecho cierto; la mejor paloma, que no es necesariamente la mejor dotada de alas por ej., se separará del grupo si éste no sigue la línea más directa para alcanzar su palomar".
¿De que sirve un ala ideal, si la paloma que la posee no está o no dispone de un sentido de orientación preciso, o si no tiene temperamento?. Una paloma forma un todo, y es como tal que hay que juzgarla.
Además, debemos tener en cuenta otro hecho demostrado: que una paloma mala viajera puede ser una excelente reproductora. Es frecuente oír a colombófilo lamentarse de haberse desecho del padre o la madre de algún campeón porque no volvían bien de los concursos durante el primer año que los voló. Decía Víctor Torrekens que él no sacrificaba nunca una paloma de un año porque no hubiera vuelto bien de los concursos. Antes probaba un par de pichones. Y, por otra parte ¡cuántas palomas que no concursan bien como yearlings, consolidan luego una gran categoría volando como adultos.
Es un hacho, que se conoce muy poco sobre la técnica de los emparejamientos y en la mayoría de los casos dependemos de la pura suelte. Como dice de Scheemaecker, la vida de un colombófilo es demasiado corta para poder darse cuenta de todos las tonterías que se deben hacer.
Veamos otro tema apasionante: las pérdidas de los pichones. ¿Qué causas pueden determinar estas pérdidas a veces incluso desde distancias cortas?.
En primer lugar los problemas de salud. Sin palomas sanas no hay nada que hacer y, a veces, palomas aparentemente sanas portan consigo tricomonas y cocidioses que, con el stress de las sueltas, se manifestarán en enfermedad abierta. No dudéis en hacer una cura contra la tricomonas y la cocidioses antes de empezar los entrenamientos pero cuidado también de no exagerar los fármacos pues hay palomas de vuelo que parecen farmacias volantes (como dice el Dr. Mauduit), perdiendo así su resistencia natural.
El palomar debe estar también desinfectado de microbios y ello de forma regular. Hay muchos neófitos que comienzan bien su afición en los primeros años y, luego, cuando aparecen los problemas de salud, empiezan también las pérdidas. Finalmente, cuando no llevan dentro la colombofilia, acaban abandonado nuestro deporte. La historia se repite muchas veces por desgracia.
Atención pues a la salud. evitad la sobrepoblación, uno de los mayores males de los palomares españoles y vigilad la introducción de palomas nuevas en vuestras colonias.
Para terminar, he aquí las reglas del campeón Jules Rijckaert, maestro de la consanguinidad.
-Cuando se posee un buen perro de caza o un pura sangre, no se le cruza con un perro callejero o un caballo de tiro.
-Sólo la consanguinidad puede alcanzar la cumbre, pero, atención, sed severos, porque también puede engendrar el fracaso.
-Si en un cruce, obtenéis cinco buenos pichones y cinco menos buenos, parad el ensayo y no introducir estos productos en vuestro estirpe. El menos bueno reaparecerá tarde o temprano.
-La aparición de uno inferior en F-1 (primera generación), anuncia otras en F-2, F-3, etc...
-La paloma bella está bien, la buena es mejor, cualquiera que sea el color de sus plumas o de sus ojos.
-La selección debe hacerse a la vista de la salud, de los resultados en los concursos y del valor de los progenitores. Sólo estas tres cualidades reunidas pueden otorgar la etiqueta "reproductor"
Hay que descartar cualquier paloma que falla; es un eslabón defectuoso en la cadena. Yo me niego a tratar toda la colonia para intentar curar a uno o dos enfermos.
-Yo busco la paloma resistente tanto a la fatiga como a la enfermedad. Sólo con estas se puede progresar.
-No es malo no ver a las palomas demasiado a menudo. con vistas espaciadas se detecta mejor la evolución de su condición.
-Yo prefiero un buen reproductor a un campeón en los concursos. El campeón sólo tiene una época, el reproductor proyecta sus cualidades sobre su descendencia.
-Todos los defectos, físicos o de carácter, son hereditarios, al igual que las cualidades, aparecido directamente o a largo plazo. No hay pues que tolerarlos bajo ningún pretexto.
-Para alcanzar el éxito en colombofilia, hay que amar las palomas, saber darles lo que piden.

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