13/8/11

Pichones o adultas

                                               ¿Pichones o adultas?
   Es una pregunta constante que nos hacemos los aficionados al deporte alado debido a nuestras continuas pérdidas de grandes cantidades en concurso de diferentes distancias.
   Pocos somos los colombófilos que estamos (claros) en este teme de pichones o adultas para los grandes concursos. He conseguido en mis casi veinte años ininterrumpidos de colombófilo premisos de todas las distancias con pichones unas veces y otras con adultos, llegando a la conclusión después de tanto tiempo que tan buenos resultados pueden dar unos como los otros, si el conocimiento del colombófilo es el indicado a la hora del enceste.
   Al pichón es fácil engañar con el sistema de (nido) los primeros nidos en la vida de la paloma han demostrado un buen porcentaje es un buen estimulante de cara al enceste y regreso de nuestra viajera. Con huevos de unos días, con huevos picados o a punto de nacer o por el contrario con recién nacidos e incluso hasta los 15 días de nacimiento se puede engañar fácilmente al novato llevándolo a la cesta, aunque es aconsejable no engañarlo en repetidas ocasiones para ello conviene si se trabaja en pichones hacerle el juego en la última sueltas que normalmente son las más largas e importantes.
   El adulto con solo la cría de un pichón en su haber si se vuela al natural no conviene engañarlo con el mismo sistema, el mejor modo a emplear es el (juego con la hembra) casi lo mismo que el sistema de viudos pero viajando al natural, caso de engañar repetidas veces al adulto encestándolo con pichones pequeños, provocamos ala paloma a que en suelta un poco difícil obte por tardar su regreso, pues en su suelta anterior ya igualmente engañado encontró cambiado a hijo como lo dejó (los días de cesta) y la memoria del animal se lo recuerda y dudará algo su vuelta al palomar. Mientras pasan los años y seguimos viajando a adultos iremos comprobando que se van desengañando (más aún si encuentran algún día difícil ) ellos se acuerdan de cuanto les ocurrió de lo que tuvo que sufrir y dudan su regreso, cuando más vieja sea la paloma su experiencia le dificulta la vuelta a casa.
   Aquí en las Baleares o decir sobrevolar el mar que es lo mismo, tiene tantos problemas como  dificultades, es por ello que en muchas ocasiones soltemos las palomas al cuarto, quinto, sexto, séptimo e incluso a veces el octavo día, pienso que con tanta cesta no es de extrañar en algunas ocasiones que los animales ya no se acuerden de su palomar, es por este motivo que unas veces nos dan buenos resultados los pichones y otros los adultos, pero casi nunca llegamos a conclusiones exactas.
   Lo que si está claro que aquellos animales que los toca una suelta a la distancia que fuera en la cual las aves tengan que realizar un gran esfuerzo para regresar, en muchas ocasiones llegan quemadas y su recuperación es prácticamente imposible más aún si se trata de pichones ya que ellos no saben dosificar las fuerzas como un adulto y se entregan a la lucha.
   Nuestro deporte es tan bonito como difícil de entender, hemos realizado ya toda clase de pruebas y la solución no llega; aquí los adultos son eficaces y difíciles de perder hasta las sueltas de velocidad, pero después sucumben como los demás y bien pocas sueltas efectuamos que no venzan los pichones, claro que el 80% de los participantes son de los jóvenes por sólo un 20% aproximados de adultos. Algunas veces hemos soltado por separados, y si unas ocasiones los adultos han triunfado, otras han perdido, luego achacamos que el día era mejor de temprano  o viceversa, en fin persiste la duda año tras año y es que nuestro deporte no tiene lógica, eso simplemente, y el día que la tenga probablemente yo dejaré de ser colombófilo activo.
   La ventaja que existe del pichón al adulto es mucha si tenemos en cuenta el trabajo que llevan unos a los otros en el plan de preparación y viajando al natural me refiero, al animal que se queda después de la temporada en el palomar, llamado a partir de aquí adulto precisa de un trabajo o cuidado continuo, y que si lo queremos para concursar el año que viene no podrá criar, para unos y para otros deberá ser padre de uno o dos pichones (por separada) ya que si creemos terminará su formación y tendrá más estima al palomar, estos problemas se sucederá tantos años como regrese el adulto de las sueltas y continúe al palomar y en continuas incubaciones o período anterior (con fiebre) en suma que estoy en duda del adulto si sus conocimientos y veteranía son superiores a los problemas y dificultades que traen, claro que estos trabajos son del colombófilo que para algo así se llama. En lo que no cabe duda es en el disgusto que se lleva uno si ha encestado una adulta con tres o cuatro años en el palomar si no regresa.
   En cambio el pichón con seis, siete u ocho meses en el palomar en numerosas ocasiones cuando llegan las grandes sueltas todavía no tiene pareja estando siempre a disposición para participar en concurso, siempre a punto para enjaular, si la suerte no le acompaña en su regreso el colombófilo sufre menos ¿o no? 
   Resumiendo seguirá la interrogante y supongo que para mucho tiempo en mi articulo no tengo ninguna pretensión, nunca las tuve, sencillamente e intentado dar a luz mis ideas para aquellos colombófilos que les falta algún punto a concretar en nuestro deporte y mi única intención hacer bien al deporte.
   

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