15/8/11

El Viento

                                            El viento durante el vuelo
    El viento, en los concurso, es fuera de dudas, unas de las causas principales del éxito de los colombófilos.
   La paloma siente mucho sus efectos, como todas las aves, los trastornos que le causa el viento durante el vuelo.
   El viento ejerce gran acción sobre todos los elementos mecánicos de vuelo y esto lo sabemos, los que hemos viajado alguna vez en avión. 
   El viento desvía a los apartaos de la ruta en tal forma que, si no mediaran cálculos para compensar la deriva, es seguro que el piloto no llegaría a su destino.
   En aviación, donde el piloto aplica su voluntad y su sentido, observando constantemente los distintos aparatos de navegación el viento produce tales efectos que el piloto no resuelve el problema si no aplica otros procedimientos especiales, debidamente estudiados.
   Los navegantes del aire, y aun los del mar, resuelven el problema de la derivación por medio de aparatos llamados: navígrafos, círculos calculadores (velocidad y deriva), los radiogoniometros, etc., que van indicando, a cada momento, el lugar exacto que ocupa el medio de navegación utilizado.
   La paloma, al carecer de los aparatos citados anteriormente, corrige la deriva basándose en su poder de orientación; cuando mayor poder de orientación tenga, mejor serán los resultados.
   Al colombófilo le interesa este problema aplicado al vuelo de la paloma, y es a eso a lo que voy a referirme, utilizando unos procedimientos bastantes sencillos, aunque no sean matemáticamente exactos.
   En el vuelo de la paloma, como el de un avión, se producen dos fuerzas: la de propulsión y la del viento, dicho en términos más precisos, velocidad de propulsión y velocidad del viento.
   Con estos dos elementos podemos plantearnos un problema, al que conviene buscarle solución, para conocer el recorrido que hace una paloma en su viaje de retorno al palomar, cuando se le opone una fuerza presentada por el viento.
   Supongamos que una paloma tiene que volar desde el punto de suelta S con dirección norte y una distancia del palomar de 60 km. P, y que sopla un viento V, con una velocidad de 15 km por hora.
   Podemos expresar el problema con el siguiente gráfico:
   La paloma no volará directamente hacia el palomar P, sino que se desviará hacia el lado que le impulsa el viento, en una distancia de 15 km, si el vuelo dura una hora.
   Entonces tendremos el siguiente gráfico:
   Suponemos que la paloma ha volado a 60 km por hora, que es su vuelo normal. La paloma entonces, para llegar a su palomar, tendrá que volar la distancia SP 1= R, que es la resultante, y por lo mismo mayor distancia que los 60 km, pues es la hipotenusa de un triángulo rectángulo, y también tendrá que volar los 15 km separados del palomar, que es la derivación para llegar a él, lo que hace una distancia aproximada de 75 km.
   La paloma tendría que volar entonces una hora y 15 minutos, para llegar a su palomar, en cambio de una hora.
   También tendremos en cuenta que hay palomas que por su mayor sentido de orientación, mejor posición de nido, etc., no se desvían tanto y no llegan al final de la hipotenusa, puesto que luchan contra el viento, y su recorrido es más corto. Esto también nos podría explicar la entrada diferentes a la Isla, de las palomas, en un mismo viaje.
   Pienso que estos cálculos no son muy exactos, no sólo porque la paloma sigue una trayectoria distinta y porque el viento, a veces, suele favorecerle en su vuelo.
   En la práctica, la paloma tiene el afán de volver cuanto antes a su palomar, aunque los efectos de la derivación no puede eliminar en forma absoluta.
   Para terminar, diré que esto es un modesto trabajo que puede servir como elemento de juicio para el análisis y apreciación sobre el vuelo de una paloma, fundados en unos hechos que se pueden dar y no en suposiciones antojadizas. 

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