Siempre que usted coma, procure que el perro permanezca en su sitio o en su cesta y que no le pida comida extra. Para que el animal esté quieto en su rincón le puede dar la orden de <<échate y quieto>>, si bien mientras almuerza le puede ofrecer al perro un pastel para perros o un hueso masticable para que juegue un rato.
Debe ignorar absolutamente al parro si se interesa por la comida de la mesa; no obstante si queda algún resto apetitoso puede convertirse en un premio si el can se ha portado bien.
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