Aproximadamente dos meses después de el celo de la hembra, ésta se empieza a comportar como si estuviera embarazada. Tal es así, que la hembra presenta el abdomen hinchado, tiene poco apetito, las mamas están más desarrolladas, se muestra inquieta, escarba en la tierra y recupera sus viejos muñecos. Incluso, puede llegar a tener dolores de parto, parir y tener leche.
Ante esta situación absolutamente extraordinaria y ficticia, el dueño debe prestar atención al tejido mamario y a la leche que produce la hembra; por esto, el propietario tiene que tocar las mamas cada dos o tres días y en el caso de que se vuelvan duras, calientes o dolorosas tiene que llevar al animal al veterinario porque la perra puede tener una congestión láctea o mastitis.
- Intoxicaciones. Los síntomas de una intoxicación son tan variados como las propias causas que lo originan. En el supuesto de que el perro se comporte de forma atípica, es decir, esté apático vomito, babee o presente diarrea, acuda inmediatamente al veterinario, explicándole lo que ha comido el perro y en qué cantidad para que pueda poner al can antídoto adecuado.
- <<Osteochondrosis Dissecans (OCD)>>. Es cuando una articulación presenta trozos sueltos y astillados de cartílago y hueso. Las articulaciones afectadas suelen ser húmedas, el codo y la rodilla. En el Boxer esta enfermedad se ha podido observar ocasionalmente en animales jóvenes en edad de crecimiento. En todos estos casos existen una sobrecarga desmesurada del animal joven y una alimentación sustancial.
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