Perro Boxer
El Boxer solo en casa
El hecho de encontrarse solo en casa suele convertirse, para muchos perros, en un verdadero tormento ya que no es propio de la naturaleza de un animal de estar características que siempre está en manada. No obstante, a veces, existe la necesidad de dejar al perro solo durante horas.
Por ese motivo, el dueño del animal debe acostumbrarle desde pequeño, sistemáticamente, a no tener a una persona a su lado en todo momento y no entrar libremente en cualquier habitación de la vivienda.
Para enseñarle a estar solo desde pequeño, intente dejarle solo o pruebe a encerrarle en una habitación mientras se divierte con un hueso masticable. Si permanece en silencio, vuelva a entrar al cabo de unos minutos, felicítele y recompénsele por ello.
Si por lo contrario, empieza a lloriquear no entre. Entre al cabo de unos minutos más, hasta que deje de quejarse momentáneamente, para que el perro entienda que su presencia es un premio, al tiempo que le felicita y le premia con una golosina, caricia o algo similar.
Si tiene que dejar al perro solo durante bastante tiempo, sáquelo a pasear durante un buen rato que el animal pueda correr y desahogarse.
Después, acostumbre al perro a unas palabras determinadas propias, del estilo de <<quédate aquí, volveré en seguida>>. Si cree que lo ha entendido, puede estar seguro de que el perro no montará escándalo, es decir, no llorará ni ladrará, ni intentará romper la casa. Una vez que le haya dicho las palabras, enciérrele en una habitación y espere a ver la reacción del animal si se porta bien mientras se encuentra solo en la habitación cerrada, márchese de casa.
Por ese motivo, el dueño del animal debe acostumbrarle desde pequeño, sistemáticamente, a no tener a una persona a su lado en todo momento y no entrar libremente en cualquier habitación de la vivienda.
Para enseñarle a estar solo desde pequeño, intente dejarle solo o pruebe a encerrarle en una habitación mientras se divierte con un hueso masticable. Si permanece en silencio, vuelva a entrar al cabo de unos minutos, felicítele y recompénsele por ello.
Si por lo contrario, empieza a lloriquear no entre. Entre al cabo de unos minutos más, hasta que deje de quejarse momentáneamente, para que el perro entienda que su presencia es un premio, al tiempo que le felicita y le premia con una golosina, caricia o algo similar.
Si tiene que dejar al perro solo durante bastante tiempo, sáquelo a pasear durante un buen rato que el animal pueda correr y desahogarse.
Después, acostumbre al perro a unas palabras determinadas propias, del estilo de <<quédate aquí, volveré en seguida>>. Si cree que lo ha entendido, puede estar seguro de que el perro no montará escándalo, es decir, no llorará ni ladrará, ni intentará romper la casa. Una vez que le haya dicho las palabras, enciérrele en una habitación y espere a ver la reacción del animal si se porta bien mientras se encuentra solo en la habitación cerrada, márchese de casa.
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