Perro Boxer Parásitos

   En el verano, los perros suelen ser atacados por garrapatas, pulgas y ácaros; por lo contrario, los piojos suelen ser relativamente poco comunes.

   En el Boxer es caso imposible pasar por alto una pulga en el pelaje del mismo, por eso es casi imposible que el animal sufra una infección masiva; en cualquier caso, es recomendable que lo proteja con un collar antipulgas, que impide la aparición de parásitos durante un período de tres a seis meses.

   Si su perro ha cogido alguna pulga, tiene que bañarle inmediatamente y cambiarle de cama.así como rociar con un spray antipulgas en las grietas y en las esquinas de la zona donde ha estado el perro. 

   Respecto a las garrapatas, éstas son una plaga en verano. Las garrapatas son unas plaquitas negras diminutas que se dejan caer sobre el perro durante los paseos; estos animalillos agujeran la piel y chupan toda la sangre que le es posible hasta adquirir un aspecto similar al de un guisante gris.

   Las garrapatas se pueden eliminar fácilmente mediante unas pinzas y una vez cogida es necesario matarla. Igualmente, existen otro tipo de ácaros, los más comunes son los de las orejas, las patas y los pies.

• Piometría-Endometritis. Es un proceso inflamatorio del útero, frecuente después del celo, que se caracteriza por la pérdida de colo, rojo-marrón, en la vagina. Alguno de los síntomas de esta enfermedad son: aumento de la sed, fiebre y falta de apetencia del perro.
• Presencia de gusanos. Todos los perros, a pesar de que estén bien cuidados, tienen en alguna ocasión gusanos y parásitos. Los perros adultos padecen con menor  frecuencia que los cachorros ataques graves de gusanos. El pelaje sin brillo y los ojos legañosos suelen ser un indicio de la presencia de estos desagradables inquilinos. Para evitarlos se debe realizar una cura a base de vermicida una vez al año como mínimo. El veterinario puede también, mediante un análisis de las heces, determinar qué tipo de gusano son los causantes de la infección y cuál es el tratamiento a seguir.
• Rotación gástrica. Consiste en que se hincha el estómago debido a los gases. En estos casos, el perro presenta detrás del arco costal curvaturas a uno o ambos lados, el abdomen está tenso, la respiración es dificultosa, el animal está intranquilo y puede tener síntomas evidentes de ahogo. Si la hinchazón se detecta a tiempo, el veterinario puede provocar la expulsión de los gases. En caso de rotación gástrica es necesario intervenir quirúrgicamente y de inmediato, si bien las posibilidades de salvación son bastante reducidas. A modo de prevención, es recomendable dar al animal pequeñas raciones de comida blanda pero líquidas durante varias veces al día, así como evitar el exceso de ejercicio después de las comidas. En principio, los médicos veterinarios desconocen las causas de esta patología.