15/11/13

PARÁSITOS INTERNOS DEL PERRO

Parásitos Internos
   Los parásitos intestinales no sólo causa inconvenientes al perro, sino que los áscaris, los más frecuentes, además constituyen un riesgo para la salud humana; por eso debemos asegurarnos de que periódicamente nuestro perro reciba tratamiento contra las lombrices. El perro también puede actuar como huésped intermedio de determinadas especies de solitaria, susceptibles  de parasitar al ser humano. Además de por áscaris y tenias, el perro también puede ser infectado por otras lombrices intestinales como anquilostomas y lombrices látigo, o por parásitos microscópicos que pueden provocar diarreas. Las garrapatas pueden transmitir un parásito unicelular denominado Babesia, que causa letargo y anemia. El perro también puede contraer la toxoplasmosis por ingerir animales o heces contaminadas.
   Infección del cachorro: Los cachorros pueden infectarse de larvas incluso antes de nacer, al traspasárselas la madre gestante, o tras el parto, por medio de la leche materna. A su vez el cachorro propaga los huevos a través de las heces, que la madre consumirá, completándose así el ciclo.
Parásitos internos más frecuentes
   Áscaris: Este parásito, parecido a la lombriz de tierra, vive en el estómago o los intestinos y alcanzan los 10 cm de longitud.
   Tenia: Plana y segmentada, la tenia se aferra con la boca a la pared intestinal.
   Lombrices Látigo: De hasta 7 cm de largo, esta lombriz habita en los intestinos. Sus huevos se pueden ver al microscopio.
   Anquilostomas: Esta lombriz microscópica, que se alimenta chupando la sangre, se alberga en los intestino, provocando hemorragias serias. 
   Síntomas de infección: Lamerse la región anal o arrastrar los cuartos traseros son síntomas comunes de ataque de lombrices. Hay que buscar sacos de huevos de tenia en los pelos alrededor del ano. Con frecuencia la incrustación de las glándulas anales es consecuencia de un aseo excesivo. Hay que comprobar siempre que no produce malestar.
   Parásito: Áscaris. Toxocara Canis. Toxascaris leonina. 
   Descripción: Los áscaris pueden provocar vómitos y diarreas, apareciendo en la heces lombrices enrolladas de color pálido. Los cachorros pueden adquirir estas lombrices cuando todavía están en el útero de la madre y tienen lombrices adultas en el intestino, a la dos semanas de vida. Si un cachorro sufre fuerte carga de T.canis, tendrá apariencia abombada, su pelaje será mate y le costará mucho ganar peso o incluso lo perderá. Podría toser y, en raras ocasiones, sufrir convulsiones. El perro se infesta de T.leonina al tragar sus microscópicos huevos.
   Acciones a emprender: Todos los cachorros deberían ser tratado periódicamente contra las lombrices desde la segunda semana de vida. Asimismo, habría que tratar a las hembras preñadas bajo supervisión veterinaria. Sólo resulta eficaces los medicamentos antihelmínticos, que destruyen todos los estadios del ciclo vital. Incluso un perro de apariencia sana puede tener áscaris. Para evitar la infección de áscaris habría que tratar al perro adulto cada tres meses.
   Tenias: Dipylidium caninum. Echinococus granulosus. Tenia sp. 
   Descripción y síntomas: La solitaria raramente genera sintomatología  clínica. El abdomen se distiende, pero lo más frecuente es encontrar pequeños sacos de huevos como granos de arroz en el pelo que rodea al ano. También se puede ver a las lombrices moviéndose en las heces. La Dipylidium caninum penetra en el perro cuando este se traga alguna pulga que contenga huevos de la lombriz. Otras solitarias se adquieren al ingerir carne o despojos de animales con quistes producido por estos parásitos.
Acciones a emprender: La aparición de solitaria se previene combatiendo las pulgas y, cuando sea posible, evitando que el perro coma cadáveres o despojos de animales. La Echinococus tiene especial importancia, ya que se puede parasitar al ser humano. Su incidencia es mayor en regiones con una gran cabaña ovina. Hay que tratar periódicamente al perro con algún preparado antihelmíntico formulado por un veterinario.
   Lombrices látigo: Trechearías vulpis. 
   Descripción y síntomas: Las lombrices látigo pueden producir diarreas con suficiente sangre como para provocar anemia. Esto normalmente ocurre en perros jóvenes con malas condiciones higiénicas, y se da con más frecuencia en climas cálidos. Las lombrices pueden alcanzar los 7 cm de longitud y causan irritación, haciendo que el perro arrastre sus cuartos traseros.
   Acciones a emprender: Hay que consultar al veterinario ya que sus huevos, ocultos en hierba, pueden mantener su capacidad infecciosa durante más de un año. El diagnóstico se basa en el análisis de heces. Esta lombriz es resistente a muchas drogas, por lo que se necesitan medicamentos especiales.
   Anquilostomas: Uncinaria stnoceplala. Anylostoma caninum.
   Descripción y síntomas:  Los anquilostomas son casi microscòpicos y viven de chupar la sangre en el intestino delgado. Pueden provocar anemias y diarreas severas. Cuando el perro yace sobre el lecho húmedo y poco higiénico, el estado larvario de este parásito puede causar irritaciones en la piel, especialmente entre los dedos.
   Acciones a emprender: Habría que mejorar la higiene y tratar al perro con algún medicamento antihelmíntico proporcionado por el veterinario.
   Giardia canis.
   Descripción y síntomas: La Giardia es un parásito microscópico. Los perros y los humanos pueden resultar infectados al beber agua contaminada. El parásito provoca diarrea, a menudo acompañada de sangre y mucus. algunos perros pueden contraer el parásito por ingerir deyecciones de animales contaminados, como el castor.
   Acciones a emprender: Hay que llevar al veterinario una muestra de heces frescas para que pueda analizar y diseñar un tratamiento con los medicamentos adecuados. Las drogas corriente no destruyen a la Giardia. 
   Babesia.
   Descripciones y síntomas: La babesia es un parásito unicelular que se transmite por la picaduras de las garrapatas. Ataca a los glóbulos rojos, causando anemia, letargo, vómitos y problemas hepáticos.
   Acciones a emprender: Hay que consultar al veterinario, que puede diagnosticar la infección con un sencillo análisis de sangre. El mejor control consiste en evitar la aparición de garrapatas.
   Coccidia.
   Descripción y síntomas: La Coccidia es un protozoo microscópico que produce diarrea, especialmente en perros jóvenes que viven en condiciones de hacinamiento. 
   Acciones a emprender: Hay que llevar al veterinario una muestra de heces del perro afectado, para que pueda examinarlas al microscopio. La Coccidia responden al tratamiento con sulfamidas.
   Toxoplasmas gondii.
   Descripción y síntomas: La toxoplasmosis puede producir, en raras circunstancias, diarrea, debilidad muscular y dificultades respiratorias. El perro se infecta por comer carne de animales que contiene quistes del protozoo unicelular Toxoplasma, o por ingerir heces de gatos contaminadas.
   Acciones a emprender: El diagnóstico se basa en análisis de sangre. el tratamiento es difícil, aunque existe respuesta a ciertas drogas. El riego de ataque se reduce limpiando la bandeja de deposiciones del gato. La toxoplasmosis es un riego para la salud pública.
   

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