13/11/13

APARATO DIGESTIVO DEL PERRO

Trastornos del aparato digestivo
   El perro es carroñero y oportunista a la hora de comer. Muchos perros se sobrealimentarán cuando haya comida disponible, por tanto no resulta sorprendente que los vómitos sean más frecuentes en el perro que en cualquier otro mamífero. También es normal que la regurgitación sea la forma en la que la hembras salvaje alimentan a sus cachorros hasta que estos puedan cazar por sí mismos. No obstante, si el animal vomita continuamente o de forma violenta será síntoma de que padece algún trastorno serio, al igual que si vomita sangre o bilis. Por lo misma razón, una diarrea persistente o explosiva precisa atención veterinaria inmediata. El estreñimiento puede ser un serio problema, e incluso la falta de apetito a veces puede ser indicio de enfermedad o trastorno interno.
   Ingestión de hierbas: Algunos perros les gusta comer hierbas de forma sistemática, mientras que otros lo hacen sólo cuando sienten malestar abdominal, ya que esto reduce los vómitos.
El aparato digestivo
    Digestión: El perro tiene un estómago grande y un tracto intestinal relativamente corto, una disposición ideal para un carroñero y cazador oportunista. La descomposición de los alimentos se inicia en el estómago, aunque casi todo el proceso de digestión se desarrolla en el intestino delgado. El hígado elimina las toxinas mientras que el material indigerible y los desechos viajan a través del intestino grueso y son excretados.
   El aparato digestivo: Esófago. Hígado.Estómago. Intestino grueso. Ciego. Bazo. Recto. Páncreas. Intestino delgado. Ano.
   Síntomas y trastornos: Vómitos ocasionales. Comer en exceso. Comer. hierbas. Alergia. Mareos en los viajes. Nerviosismo Esófago dilatado. 
   Descripción: Un simple vómito es bastante frecuente y normalmente no se asocia con malestar alguno. Un perro podría vomitar por haber comido en exceso, consumir alimentos poco usuales como hierba o que les produce alergia, o como resultado de marearse en un viaje en coche. Un esófago dilatado también puede provocar vómitos, sobre todo en cachorros.
   Acciones a emprender: Se deja al perro sin comer 24 horas y, siempre que no haya deshidratación, durante ocho horas se reduce su ración de líquidos a pequeñas cantidad de agua alcalina (soda) o cubitos de hielos. si los vómitos continúan, habrá que acudir al veterinario.
   Vómitos persistentes o con sangre: Torsión gástrica. Infección. Pancreatitis aguda. Colitis. Envenenamiento. 
   Descripción: La presencia de sangre en los vómitos o la persistencia de estos es una afección seria. La torsión gástrica, más frecuente en razas de pecho ancho, provoca vómitos y hace que el abdomen se hinche súbitamente. Infecciones como el moquillo, el parvorirus, la leptosporiosis y la hepatitis producen apatía y, en ocasiones, vómitos sanguinolentos o explosivos, en los que el contenido del estómago es arrojado con mucha fuerza. La inflamación del páncreas o del colon (colitis) causan dolor y vómitos.
   Acciones a emprender: Los vómitos intensos precisan atención veterinaria urgente. La torsión gástrica es un emergencia que pone en peligro la vida del animal y necesita intervención quirúrgica inmediata. La vacunación preventiva evita muchas de las enfermedades infecciosas de origen vírico, como el parvovirus, mientras que las bacterianas se tratan con los antibióticos adecuados. Los vómitos asociados con un pancreatitis agudo o colitis, especialmente en perros pequeños, se pueden controlar con productos específicos.
   Diarrea: Intolerancia a la leche. Alergia. Pancreatitis crónica. Áscaris. Trastorno emocional. Infecciones. Envenenamiento. 
   Descripción: La intolerancia a los alimentos, especialmente a la leche, las alergia, la disfunción del páncreas (pancreatitis crónica), los áscaris y los trastornos emocionales pueden provocar diarrea, acompañada o no de malestar general. Las infecciones, bacterianas o víricas, como la salmonelosis, el parvovirus o la hepatitis pueden producir diarreas más explosivas y liquidas, a veces con presencia de sangre en las heces y acompañada de letargia. 
   Acciones a emprende: Un perro con una simple diarrea debería ayunar durante 24 horas, a partir de las cuales debe consumir alimentos blando, como pollo y arroz. Una vez determinada la causa de la diarrea, ésta debería ser evitada o eliminada. Si la diarrea continúa durante más de dos días hay que acudir al veterinario, al igual que si es explosiva o va acompañada de sangre o dolor.
   Exceso de alimentación o de peso: Diabetes. Hipoplasia. pancreática. Hipotiroidismo. Competencia. Aburrimiento.
  Descripción: La diabetes provoca un apetito intenso, acompañado de sed y pérdida de peso. Los perros que no producen suficiente enzimas digestivos (hipoplasia pancreática) están siempre hambrientos, aunque coman con voracidad. El funcionamiento del tiroides por debajo de su nivel de su nivel (hipotiroidismo) ralentiza el metabolismo del animal, de lo que resulta una ganancia de peso aunque la dieta sea normal, relacionada a menudo con aletargamiento y pérdida de pelo. Debido a su mentalidad de manada, los perros compiten por el alimento e ingieren más cuando comen en grupo. El aburrimiento también puede hacer que el perro coma más, ya que la hora de la comida será para él el momento más excitante del día.
   Acciones a emprender: Hay que acudir al veterinario. La diabetes normalmente se trata con inyección diaria de insulina. La hipoplasia pancreática se puede diagnosticar mediante el análisis de muestra de sangre o heces y se trata con complejos enzimáticos. De forma similar se puede determinar la actividad del tiroides con análisis de sangre y corregir las deficiencias con la medicación adecuada. Si los resultados de las pruebas son normales, la causa del aumento de peso será al aburrimiento o la competencia entre perros. Si se dan esas circunstancias habrá que proporcionarles una dieta baja en calorías, bajo supervisión veterinaria.
   Estreñimiento: Obstrucción de glándulas anales. Abscesos en glándulas anales. Ingestión de huesos. Dilatación de la próstata. Fractura de pelvis. Trastornos nerviosos del intestino. Hernia perineal. Atresia anal. 
   Descripción: La obstrucción o infección de las glándulas de cualquiera de los laterales del esfínter anal provoca malestar y la aparición de abscesos. El perro se lamerá o arrastrará los cuartos traseros y puede mostrarse reacio a evacuar el intestino. La presencia en el intestino grueso de algún hueso que el perro haya tragado, o el ensanchamiento de la próstata, presionando y estrechando el colon, la fractura de pelvis y los trastornos nerviosos son todos problemas serios. Si aparece una protuberancia a un lado del ano podría tratarse de una hernia perineal. algunos cachorros nacen con malformación del esfínter anal y no pueden expulsar las deyecciones (atresia anal).
   Acciones a emprender: Hay que consultar a un veterinario. Las glándulas anales se pueden vaciar manualmente, pero si están infectadas o formando abceso hay que inyectar antibióticos. Los huesos incrustados precisan enemas y a veces anestesia y evacuación manual de las heces, mientras que la inflamación de la próstata se puede tratar con antibióticos y hormonas. La fracturas de pelvis se pueden reparar  quirúrgicamente pero las lesiones nerviosas a menudo son irreversibles. Tanto la hernia perineal como la atresia  anal necesitan intervención quirúrgica.
   Perdida de apetito: Dolor o malestar en la boca. Náuseas Ansiedad. 
   Descripción: Cuando un perro pide su alimento, pero no lo come, podría estar sufriendo molestias en la boca. Si el dolor es en otro sitio o va acompañado de náuseas el animal podría incluso no pedir comida. algunos perros pierden el apetito cuando están excitados, nerviosos o apenados.
   Acciones a emprender: Frecuentemente la falta de apetito es un síntoma claro de que el perro no se encuentra bien, especialmente en aquellos animales que normalmente disfrutan con la comida. Un reconocimiento por parte del veterinario determinará la gravedad de la afección.

    
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario