Cómo controlar comportamientos agresivos
El problema más serio que puede plantear un perro es que se muestre agresivo. Esa agresividad puede desatarse frente a otros animales, extraños o incluso frente a su propio dueño. Para evitar este comportamiento debemos afianzar nuestro papel de líderes de la manada. Hay que enseñar a nuestro perro a que obedezca siempre y reforzar nuestro dominio sobre él mediante ejercicios rutinarios.
Agresividad frente al dueño
Agresividad posesiva: Un perro dominante puede desafiar a su dueño por la posesión de sus objetos favoritos. Comida, huesos, lugares de descansos y juguetes son las posiciones que un perro puede defender agresivamente.
Remedio: Debemos ordenar al perro que se eche. Cuando lo haga, estomáticamente quedará sometido a la persona que esté sobre él. También podemos levantar su pata trasera, si no lo ha hecho ya él, para simbolizar nuestro dominio. El perro debe aprender que dentro de la manada humana ocupa el último lugar.
Solución alternativa: Un ejercicio alternativo para reafirmar nuestra autoridad sobre el perro consiste en ordenarle que se esté quieto; a continuación nos colocaremos a horcajadas sobre él y le levantamos del suelo las patas delanteras. El animal puede encontrar intimidatoria esta pérdida de control y forcejear. Sin embargo, pronto eceptará que nosotros estamos al mando.
Agresividad frente a los visitantes
Agresividad territorial: Un perro puede ladrar a los visitantes de su casa, defendiendo bravamente su territorio y a su dueño, a quien considera miembro de la manda. Al permanecer de pie frente a él, con la mano hacia abajo para acariciarle, la visita parece actuar de forma amenazante. si un perro no ha tratado con mucha gente cuando era cachorro puede mostrarse especialmente asustado de los extraños.
Agresividad frente a otros perros
Agresividad dominante: Un perro dominante, o uno que no se haya relacionado adecuadamente con otros perros cuando era joven, puede ladrar agresivamente, e incluso intentar pelear, cuando se encuentra con otro perro.
Remedio: Para solucionar este tipo de agresividad debemos ordenar al perro que se siente. Al ser nosotros los líderes de la manada, comprenderá que no nos preocupa el otro perro y que éste no constituye una amenaza. Siempre hay que alabar su buen comportamiento con otros animales.
Control de la agresividad: La agresividad se presenta bajo diversas formas y responde a diferentes métodos de control. Con el fin de evitar este comportamiento, es vital el adiestramiento para que obedezca. Si nuestro animal muestra signos de agresivo o no siempre podemos controlarle, habrá que acudir al veterinario o a un adiestrador profesional.
Remedio: Al perro hay que presentarle los extraños poco a poco. Inicialmente, el visitante debería evitar el control visual directo. Sentándose y ofreciendo al perro comida o un juguete mientras éste permanece sujeto con la correa la visita parecerá menos intimidatoria. No debemos permitir a los visitante que fuercen la situación con el perro tímido, hay que dejar que el perro tímido, hay que dejar que el animal marque el ritmo.
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