25/11/13

CARDIOVASCULARES DEL PERRO

Trastornos cardiovasculares 
   El perro tiene muy pocos trastornos inherente a la sangre. Aunque en algunas zonas del mundo es relativamente frecuente la presencia de parásitos en el flujo sanguíneo, la alteración del número de glóbulos rojos o blancos normalmente es un indicador de envenenamiento, enfermedades hepáticas, tumores, infecciones, enfermedades de médula ósea, malnutrición o alergias. Por el contrario, las enfermedades cardiacas son más frecuentes en el perro que en cualquier otra especie doméstica. No obstante, los defectos congénitos y los ataques de corazón son raros, produciéndose paros cardíacos sólo en individuos maduros de razas grandes, especialmente en el doberman. El deterioro progresivo de las válvulas del corazón sucede con más frecuencia en el spaniel King Charles. En algunos países, más de la mitad de los miembros de esta raza presentan síntomas de enfermedades cardiacas cuando alcanzan los cinco años de edad. Lo normal es que un trastorno de este tipo se detecte por primera vez durante un reconocimiento rutinario.
   Ciclo vital de la dirofilaria. Las larvas microscópicas se transmiten por las picadas de mosquitos y se desarrollan en el corazón del perro.
El sistema circulatorio 
   Circulación sanguínea: El ventrículo izquierdo (cavidad muscular del corazón) bombea sangre fresca a todo el cuerpo a través de las arterias. Las venas devuelven la sangre usada a la aurícula derecha, de donde fluye al ventrículo derecho, que la envía a los pulmones, donde se elimina el dióxido de carbono y se carga el oxígeno.
   Arteria carótida Vena yugular externa. Vena pulmonar. Aorta. Corazón. Cavidad izquierda. Arteria femoral. Cavidad derecha Vena cava caudal. Arteria pulmonar.
   Síntomas y trastornos: Pérdida de sangre. Traumatismos. envenenamiento por warfarina. Fallos hepáticos. Hemofilia. Enfermedades de Von Willebrand. Daños en la médula. Anemia hemolítica autoinmune. tumores:
   Descripción: Una pérdida súbita de sangre, ya interna o externa, produce aletargamiento, debilidad y, a veces, colapso. La respiración del perro se vuelve trabajosa y su ritmo cardíaco aumente. La encías palidecen. Las hemorragias externas, por ejemplo las debidas a traumatismos por accidentes de tráficos, son evidentes, pero las internas no se detectan inmediatamente. Tanto el envenenamiento con Warfarina como los fallos hepáticos, la hemofilia y la enfermedades de la sangre son debidas a infecciones de la médula espinal o se produce cuando el sistema natural de defensa se pone en marcha por sí solo (anemia hemolítica autoinmune).Algunos tumores pueden irrumpir en el hígado o el bazo de los perros ancianos, especialmente en los perdigueros y en el pastor alemán, provocando hemorragias internas.
   Acciones a emprender: En el caso de hemorragia externa evidente, hay que controlarla y acudir inmediatamente al veterinario. Una pérdida abundante de sangre hace que el cuerpo entre rápidamente en estado de shock. Se puede tratar con cantidades masivas de cortisonas y restitución de líquidos. Cuando la causa de la hemorragia no es un traumatismo, el veterinario podría realizar análisis de sangre para determinar si el problema estriba en algún trastorno vascular o de coagulación. La vitamina K en un antídoto específico contra la warfarina. Las hemorragias internas, originadas por traumatismo o tumores, normalmente precisan intervención quirúrgica inmediata. Lo mejor para las pérdidas de sangre son las transfusiones, excepto para la anemia hemolítica autoinmune; en esta enfermedad, al ser el propio cuerpo el que destruye los glóbulos rojos, si se aporta más sangre lo único que se consigue es empeorar la situación.
   Síntomas y trastornos: Pérdida crónica de sangre o anemia: Dirofilariosis. Tumores. Infecciones. Inflamación: Úlceras de estómago. 
   Descripción: Las anemias crónicas progresan con lentitud. el perro afectado se muestra aletargado, duerme más y es reticente a jugar. Su respiración es más superficial de lo normal y su corazón late más rápidamente. sus encías adquieren un tono rosa pálido sucio. La presencia de dirofilarias pueden original una pérdida gradual de peso, tos persistente y una apariencia barriguda. tumores, infecciones, inflamación y úlceras de estómago pueden dar lugar a que sangre por la nariz (epistaxis) o a la presencia de sangre en orina (hematuria) o heces, lo que conduce a una demanda excesiva sobre la médula y el bazo para que se generen nuevos glóbulos rojos. 
   Acciones a emprender: Hay que consultar al veterinario. En zonas con presencia de dirofilarias el facultativo puede realizar análisis de sangre  para detectar larvas: si el resultado es negativo habría que administrar medicación preventiva durante la estación del mosquito. Si los resultados son positivos habrá que ingresar al perro para su tratamiento médico o quirúrgico. Cuando existen una pérdida crónica de sangre a través de alguna abertura corporal, el veterinario puede tomar muestras de sangre para comprobar el número y el estado de los glóbulos rojos y determinar así el tipo y la gravedad de la anemia. El tratamiento irá dirigido a la eliminación de la causa de la anemia.
   Síntomas y trastornos: Letargia y tos en perros viejos: Endocarditis. Miocardiopatía. 
   Descripción: La endocarditis (enfermedad de las válvulas cardiacas)  es un trastorno progresivo frecuente en muchos perros viejos. Cuando la válvula izquierda no cierra bien, la sangre vuelve a los pulmones, provocando tos, dificultando la respiración, debilitando el pulso y originando un murmullo que el veterinario puede detectar con el estetoscopio. Si la válvula afectada es la derecha, la sangre irrumpe en el hígado. Al inflamarse el hígado, la cavidad abdominal se llena de un fluido claro que da apariencia barriguda al animal. Las paradas súbditas del corazón (miocardiopatía) suelen afectar al músculo cardíaco y se dan más en razas grandes, especialmente en el dobermann. Los latidos se vuelven irregulares y el pulso se debilita. El animal afectado se deteriora en pocos días, jadea y a veces sufre colapso o desmayos. Las encías se vuelven pálidas y, si se presionan, aparecen una marca blanca que tarda unos segundos en desaparecer.
   Acciones a emprender: Si aparecen estos síntomas hay que acudir al veterinario. A medida que progresa la enfermedad las cavidades inferiores del corazón se agrandan para compensar la pérdida de eficacia de las válvulas. El perro afectado debe ser alimentado con dieta bajas en sal, ya que éstas retienen en el cuerpo líquido indeseables. Se podría prescribir drogas para eliminar el exceso de líquido, dilatar los vasos periféricos o mejorar la eficacia del corazón. Un fallo cardíaco agudo es mucho más difícil de tratar. Se puede recurrir a los electrocardiogramas y ecocardiogramas para determinar la extensión del problema. Bajo supervisión veterinaria podemos reducir el trabajo exigido al corazón, disminuyendo el ejercicio y bajando el peso del animal. A veces se implantan marcapasos en perros grandes, que sufren fallos en el músculo cardíaco. 
   Síntomas y trastornos: Apatía en perros jóvenes: Malformaciones congénitas en las válvulas cardiacas. Malformaciones septales. congénitas.  Arteriosis ductal abierta.
   Descripción: Las malformaciones congénitas en corazón son poco frecuentes en el perro. Los animales afectados quieren jugar, pero tiene poca energía para hacerlo. normalmente son débiles y sus crecimiento es raquítico. Si la afección es grave las encías se vuelven azules (cianosis) y el cachorro muere repentinamente por fallo cardíaco. La deformación de válvulas, una malformación septal (agujero en el corazón) y la arteriosis ductal abierta (los vasos sanguíneos del feto no cierran) hacen que la sangre se desborden por otros órganos, produciendo un "murmullo". 
   Acciones a emprender: Si el cachorro parece más débil o menos activo que de costumbre habrá que acudir inmediatamente al veterinario. Los murmullos audibles en el corazón de un cachorro casi siempre son debidos a malformaciones congénitas, aunque también pueden ser producidos por una anemia severa. La naturaleza exacta de la afección se puede diagnosticar con ayuda de rayos X y electrocardiogramas. Algunas malformaciones congénitas se pueden corregir quirúrgicamente.
   

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