29/11/13

CUIDADO DE UN PERRO ENFERMO

Cuidado de un perro enfermo
   Únicamente un perro gravemente enfermo precisa hospitalización. En la mayoría de los casos el animal se recupera antes si es atendido en casa por gente a la que conoce.
   Nuestro perro convaleciente debería disponer de un lecho cálido, seco y confortable, y tener libre acceso a su "lavabo" particular. Esto podría significar cargar con él numerosas veces al día. 
    Hay que seguir las indicaciones del veterinario en los horarios de medicación y proporcionar al enfermo agua fresca y comida nutritiva. El veterinario nos indicará el tipo de alimento y qué cantidad diaria de agua debería beber el animal. Las medicinas de herbolario pueden ser beneficiosas, pero no deberían sustituir a las de síntesis si hay riego para la vida del animal.
El perro convaleciente
   Cuidados intensivos: A veces es necesario hospitalizar al perro durante unos días, hasta que se estabilice su estado. Las visitas de su familia humanas debería ser aprobadas por el veterinario.
   Recuperación: Cuando hay que mantener tranquilo a un perro enfermo y limitar sus movimientos, se puede tener en casa en una jaula de recuperación. Para perros pequeños normalmente basta con una caja grande de cartón. Los animales más grandes se pueden recuperar en un parque para niños o en un cajón especialmente construido para este fin. Tiene que disponer de un lecho caliente, cuencos de agua y comida, y papel de periódico para sus necesidades.
Mantenimiento de la temperatura 
   Si el perro no está bien su temperatura corporal puede descender. Siguiendo las indicaciones del veterinario podemos proporcionar al animal un lecho cómodo y una botella de agua caliente, para que mantenga el calor.
Administración de líquidos
   Un perro convaleciente tiene que consumir diariamente suficiente líquido como para remplazar el que pierde por la orina, las heces y el jadeo. El veterinario nos indicará la cantidad diaria. Si habrá que intentar meter el líquido, con cuchara o jeringuilla, por un lateral de su boca.
Comida tentadora para un perro inapetente 
   Debemos ser creativos con la comida que ofrecemos al perro, siempre con la guía del veterinario. El olor estimulará su apetito. Calentar los alimentos entre temperaturas ambiente y la corporal liberará su aroma y activará las papillas gustativas del animal. Hay que evitar las sustancias que puedan provocar diarreas, aunque hay que inclinarse hacia las preferencias del perro.
Cuidados en casa 
   El perro no siempre comprenderá por qué nos comportamos de forma aparentemente agresiva y desagradable, pero tenemos que seguir las indicaciones del veterinario. El cuidado del perro hasta que sane debería hacerse del modo más suave posible, aunque invariablemente implicará "ser cruel para ser cariñoso". Si creemos que nos vamos a poder seguir las instrucciones del veterinario para cuidar al perro hasta su completa recuperación.
   Llegadas: El peso del cuerpo puede provocar la aparición de llagas si el perro permanece mucho tiempo tumbado. Las zonas afectadas se deben cubrir a diario con crema suavizante para la piel.
   Collar isabelino: Si se ha colocado a nuestro perro un collar isabelino para evitar que se dañe o se quite las vendas o los puntos, deberá llevar el collar cuando no estemos presente. El collar se puede hacer con cartón o un cubo de plástico.
   Medicina alternativa: Aceite de prímula. Píldoras de ajo. Hierbas tranquilizantes. Polvo de algas.
   Se conocen las propiedades terapéuticas de muchas hierbas y otras formas de medicina natural. Algunas son materia prima de las drogas de síntesis, por lo que siempre habrá que consultar al veterinario antes de usar estos tratamientos mezclados con medicación química.   

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