Pájaros canarios Malófagos

Malófagos

  Dado que estos parásitos de tamaño relativamente grande (visibles a simple vista) viven en el plumaje de los pájaros y se alimentan de trozos de pluma y de escamas de la piel, no son tan peligroso como, por ejemplo, el ácaro rojo o piojillo. Sin embargo, no cesan de moverse por la piel de los pájaros, ocasionándoles un picor que parece ser muy desagradable. De cualquier modo, los pájaros se hurgan entre el plumaje, no dejan de rascarse y sacuden las plumas. Parece ser que sobre todo los pájaros enfermos y débiles sufren de estos parásitos. En ellos éstos se multiplican rápidamente, mientras que los pájaros sanos son capaces de mantenerlos a raya. Los Malófagos ponen sus huevos de aspecto vítreo uno junto a otro alrededor de los cañones de las plumas, aunque también se pueden encontrar algunos en las barbas.
  Las plumas pueden verse muy afectadas por estos parásitos y presentan un aspecto raído y mate. Sobre todo el plumaje de la nunca es el más afectado y a veces resulta totalmente devorado, en un lugar adonde los pájaros no llegan con el pico ni con sus uñas. No es difícil combatir los Malófagos. Se deben pulverizar los pájaros de tres o cuatro veces a intervalos de una semana con un pulverizador insecticida ornitológico que no sea nocivo para ellos. Cuando no se pueda hacer debido al número de canarios o al tamaño de las habitaciones, se colgará una tira insecticida. Es suficiente utilizarla sólo un día a la semana. Repitiendo los tratamientos se puede estar seguro de que también se eliminarán los Malófagos recién salido del huevo.