Inflamaciones oculares
Es muy fácil que los canarios sufran inflamaciones oculares. Sobre todo si en la habitación en que se encuentra se fuma mucho, no tardarán en tener la conjuntiva enrojecida e irritada. También las corrientes de aire, los vahos de la cocina, así como los ambientadores y desinfectantes en pulverizador, utilizado en exceso de forma inadecuada, pueden producir inflamaciones oculares. A veces el causante es un granito de arena o una cascarilla de pienso. En tal caso, la afección empeora dado que el pájaro se frota constantemente el ojo en el aseladeros o se rasca con la pata, lo que hace que el ojo llore y finalmente aparezca pus.
Si una afección ocular es reciente y leve, se puede dar toques o lavar el ojo con una solución de manzanilla o con agua bórica. Para ello se debe usar un pañito de lino que no deje hilos. Si no hay mejoría o si la inflamación es más grave, hay que acudir lo más rápido posible al veterinario. Casi siempre la infección por bacterias habrá empeorado tanto que se hará necesaria una pomada ocular antibiótica. La duración suele ser lenta de manera que se necesita mucha paciencia y perseverancia. Si se descuida el tratamiento, es fácil que aparezca una inflamación ocular crónica. Las secreciones pueden dejar húmeda y sin plumas toda la cabeza.
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