Acariasis respiratoria
Los canarios enferman con harta frecuencia de Acariasis respiratoria.
Estos ácaros viven en la tráquea y los sacos aéreos,pero también en los pulmones u otro órganos del canario, y se alimentan de sangre y otras secreciones. Los ácaros instalados en los sacos aéreos y en la tráquea le causan al canario estornudos y tos. Pierden la voz y comienzan a piar y a respirar con estertores cada vez más fuertes. Finalmente su respiración se hace penosa y se esfuerza en tragar liberar la tráquea. También segrega mucosidad, bien rozado las barras o sacudiendo la cabeza. Si la afección es grave, el pájaro se debilita mucho, tiene las plumas muy huecas y puede sufrir una neumonía y morir. Pero no es preciso llegar a estos extremos, pues actualmente hay medicamentos que le pueden ayudar.
En primer lugar cabe citar el Bactazol, un pulverizador acaricida de los ácaros y otros insectos nocivos, que es inoculo para los pájaros. Si al ave se le vaporiza con este producto lo respira y se eliminan los ácaros instalados en su organismo. Al ser vaporizado, el pájaro tose y se esfuerza por tragar, lo que sin embargo sólo indica que los ácaros aún se mueven antes de morir. A veces ocurre que el pájaro muy afectado expectoran verdaderos grumos de ácaros tras ser tratados con Bactazol.
Esta clase de ácaro también se elimina fácilmente con tiras insecticidas. Si se cuelgan en la habitación siguiendo las instrucciones del fabricante, desprende un gas que es completamente inocuo para los pájaros pero elimina toda clase de insectos perjudiciales. El ave lo respira y por ello elimina los ácaros de su aparato respiratorio. Al principio tose y traga mucho, pero al cabo de unas horas está libre de la plaga gracias a este tratamiento.
El tercer método, y el más seguro, de eliminar los ácaros de todo el organismo es el efectuado con Negu-von-propilenlicol 2:100. Este preparado lo citaron el Dr. N. Kummerfeld y el Prof. Dr. K.-H. Hinz en la revista Voliére, nº 3/1982 y lo recomendaron como muy eficaz. El empleo es muy sencillo y cualquiera puede llevarlo a cabo. Al pájaro que hay que tratar se le aplica unas gotas (0,04 a 0,05 ml) de la solución con ayuda de una jeringuilla desechable sin aguja sobre el punto implume de la zona del hombro (para ello hay que soplar ligeramente entre las plumas a fin de descubrirlo). La jeringuilla que va mejor es la de 1 ml, utilizada para la insulina que lleva 40 divisiones. En una jeringa de este tipo existen dos trozos parciales de 0,05 ml cada unos, o sea la dosis justa para un canario. L aplicación de estas gotas debe realizarse tres veces en el intervalo de una semana para que también se eliminen los ácaros que entretanto hayan podido salir de los huevos.
Todos los veterinarios como los farmacéuticos le prepararán esta solución. En el frigorífico puede conservarse durante medio año. Dado que incluso los canarios que se mantienen solos pueden padecer de repente y de forma visible de estos ácaros, cabe suponer que todos los pájaros no tratados alojan estos parásitos. Probablemente ya sean infectados por sus padres cuando le alimenta. Sin embargo, la multiplicación de los ácaros sólo tiene lugar cuando el pájaro está debilitado, por ejemplo, debido a la muda o a la cría. De modo que se aconseja tratar a todos los pájaros y mantener en cuarentena las nuevas adquisiciones hasta que hayan sido vacunadas.
En primer lugar cabe citar el Bactazol, un pulverizador acaricida de los ácaros y otros insectos nocivos, que es inoculo para los pájaros. Si al ave se le vaporiza con este producto lo respira y se eliminan los ácaros instalados en su organismo. Al ser vaporizado, el pájaro tose y se esfuerza por tragar, lo que sin embargo sólo indica que los ácaros aún se mueven antes de morir. A veces ocurre que el pájaro muy afectado expectoran verdaderos grumos de ácaros tras ser tratados con Bactazol.
Esta clase de ácaro también se elimina fácilmente con tiras insecticidas. Si se cuelgan en la habitación siguiendo las instrucciones del fabricante, desprende un gas que es completamente inocuo para los pájaros pero elimina toda clase de insectos perjudiciales. El ave lo respira y por ello elimina los ácaros de su aparato respiratorio. Al principio tose y traga mucho, pero al cabo de unas horas está libre de la plaga gracias a este tratamiento.
El tercer método, y el más seguro, de eliminar los ácaros de todo el organismo es el efectuado con Negu-von-propilenlicol 2:100. Este preparado lo citaron el Dr. N. Kummerfeld y el Prof. Dr. K.-H. Hinz en la revista Voliére, nº 3/1982 y lo recomendaron como muy eficaz. El empleo es muy sencillo y cualquiera puede llevarlo a cabo. Al pájaro que hay que tratar se le aplica unas gotas (0,04 a 0,05 ml) de la solución con ayuda de una jeringuilla desechable sin aguja sobre el punto implume de la zona del hombro (para ello hay que soplar ligeramente entre las plumas a fin de descubrirlo). La jeringuilla que va mejor es la de 1 ml, utilizada para la insulina que lleva 40 divisiones. En una jeringa de este tipo existen dos trozos parciales de 0,05 ml cada unos, o sea la dosis justa para un canario. L aplicación de estas gotas debe realizarse tres veces en el intervalo de una semana para que también se eliminen los ácaros que entretanto hayan podido salir de los huevos.
Todos los veterinarios como los farmacéuticos le prepararán esta solución. En el frigorífico puede conservarse durante medio año. Dado que incluso los canarios que se mantienen solos pueden padecer de repente y de forma visible de estos ácaros, cabe suponer que todos los pájaros no tratados alojan estos parásitos. Probablemente ya sean infectados por sus padres cuando le alimenta. Sin embargo, la multiplicación de los ácaros sólo tiene lugar cuando el pájaro está debilitado, por ejemplo, debido a la muda o a la cría. De modo que se aconseja tratar a todos los pájaros y mantener en cuarentena las nuevas adquisiciones hasta que hayan sido vacunadas.
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