¿Que significa los reclamos y el canto?
Cuando los canarios quieren mantener el contacto entre sí, se llaman con sonido suave y muy bonito que suena a "dididi". Esto ocurre, sobre todo, cuando pierden el contacto visual entre la hojarasca o entre la hierba. Pero también si van por el suelo o saltan cerca del comedero, dejan oír su reclamo. Un canario solitario utiliza este reclamo también para con persona que le cuida. De manera que si el lector le habla o si silba suavemente, él le suele responder con estos sonidos de llamada.
Cu o dos canarios se ha perdido de vista y están demasiado lejos uno del otro para oír el reclamo, emitirán otro mucho más fuerte. Éste es similar al primero, pero se emite con mucha más fuerza, sobre todo acentuando la primera sílaba. De la primera manera, un pájaro solitario se entenderá con su amo, si se encuentra en otra habitación y le llama o emite un silbido que el animal conoce.
En el canario se puede percibir dos llamadas de advertencia diferentes; una que avisa de un enemigo en el aire y otra de un enemigo en el suelo. Si el lector posee una pajarera en el jardín, sus canarios le advertirán de la presencia de un águila ratonera con largos sonidos "düdüdü". De la misma manera avisará sobre la presencia de otras rapaces o aves de gran tamaño. Si es un gato lo que se acerca a la pajarera, la llamada sonará a un largo "guiib" bisílabo. Esta llamada la emiten asimismo si un amo se les acerca con personas que les son extrañas o si ésta quiere realizar una inspección del nido.
Cuando un macho y una hembra han formado pareja, se añade un nuevo sonido que se denomina "trino de ternura", y es el reclamo cuando sigue a su hembra de un lugar a otro. Ella está ahora ocupada en la construcción del nido y vuela de aquí para allá para recoger material adecuado y llevarlo al nido. El macho y sus trinos la acompañarán constantemente. Se trata de un sonido agudo que se parece a "dirdirdir".
Tanto en las escaramuzas por un lugar para anidar como en el comedero o bebedero, en el baño o en el "dormitorio", las hembras sobre todo dejan oír un fuerte y graznante "zëhiihi-hi-hi", mientras se amenazan con los picos abiertos y las alas extendidas.
Cuando hay discrepancias entre los machos, sobre todo durante el período de reproducción, los rivales se lanzan su canto uno a otro. En tal caso es evidente que los que poseen el canto más débil son los perdedores. Así los machos de los canarios de canto resultan tan acobardados por el canto más fuerte y enérgico de los canarios de color o de postura que huyen en seguida. Por otra parte, las hembras no prestan atención a un macho de canto débil si hay otro de canto fuerte en las proximidades.
El canto es, pues, un arma importante del macho frente a sus rivales. En la Naturaleza, donde un macho haya ocupado un territorio y lo defienda con un canto seguro de sí mismo, no habrá rival que se atreva a acudir. Por el contrario, su fuerte canto atrae a la hembra, y ésta se siente segura si oye cantar al macho cuando está sentada en el nido incubando. En tal caso responde con su suave reclamo de ternura que se convierte en un reclamo de petición. Con éste, un suave "dididi", pide al macho que la alimente.
El sonido que emiten los polluelos en el nido cuando reclaman comida es muy similar. Sin embargo, a medida que crecen, se hace cada vez más enérgico y fuerte, convirtiéndose en un recio "zi-të-zi të-zi tü-tü". Son principalmente los pájaros ya volantones los que incordian de este modo a sus padres, sobre todo al padre.
Tanto en las escaramuzas por un lugar para anidar como en el comedero o bebedero, en el baño o en el "dormitorio", las hembras sobre todo dejan oír un fuerte y graznante "zëhiihi-hi-hi", mientras se amenazan con los picos abiertos y las alas extendidas.
Cuando hay discrepancias entre los machos, sobre todo durante el período de reproducción, los rivales se lanzan su canto uno a otro. En tal caso es evidente que los que poseen el canto más débil son los perdedores. Así los machos de los canarios de canto resultan tan acobardados por el canto más fuerte y enérgico de los canarios de color o de postura que huyen en seguida. Por otra parte, las hembras no prestan atención a un macho de canto débil si hay otro de canto fuerte en las proximidades.
El canto es, pues, un arma importante del macho frente a sus rivales. En la Naturaleza, donde un macho haya ocupado un territorio y lo defienda con un canto seguro de sí mismo, no habrá rival que se atreva a acudir. Por el contrario, su fuerte canto atrae a la hembra, y ésta se siente segura si oye cantar al macho cuando está sentada en el nido incubando. En tal caso responde con su suave reclamo de ternura que se convierte en un reclamo de petición. Con éste, un suave "dididi", pide al macho que la alimente.
El sonido que emiten los polluelos en el nido cuando reclaman comida es muy similar. Sin embargo, a medida que crecen, se hace cada vez más enérgico y fuerte, convirtiéndose en un recio "zi-të-zi të-zi tü-tü". Son principalmente los pájaros ya volantones los que incordian de este modo a sus padres, sobre todo al padre.
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