¿En qué se reconoce su edad?
Una vez un canario ha terminado su primera muda, tiene apenas medio año y casi es adulto. A partir de ese momento ya no se puede determinar su edad por su características corporales o su color, pero hay algunas excepciones, de las que el Lizard es un buen ejemplo. En su primer plumaje esta variedad muestra un típico dibujo a modo de escamas. en el segundo años y posteriores este dibujo tan marcado empalidece, si bien ello sólo indica que se trata de un pájaro de uno o dos años, pero no su verdadera edad.
De todas maneras hay algunas características que sí permiten reconocer a un canario verdaderamente viejo. En primer lugar están las escamas córneas grandes y rugosas de las patas y dedos. Sólo un pájaro fuertemente atacado por los ácaros (roña de las patas), presenta las escamas tan separadas o abiertas. Pero se puede reconocer la afección por ácaros, ya que un pájaro sano pero viejo no tendrá orificios en las escamas ni mostrará en ella un aspecto yesoso.
Las uñas de un canario muy viejo a menudo están retorcidas hacia los lados en forma de sacacorchos. Estas formas se da en la mayoría de los canarios de postura rizados ya de jóvenes, sobre todo en el Rizado parisién. No obstante, los canarios de color y de canto jóvenes deben estar libres de semejantes uñas.
La mayoría de las veces la edad se puede detectar en un pico rugoso y agrietado. A veces también se observan excrecencias córneas en la base del pico o proliferaciones en los bordes de la parte superior del pico. Un canario muy viejo casi siempre tiene el plumaje más hirsuto, debido a que es menos clásico, las plumas se quiebran con facilidad, y tras la muda se deteriora más deprisa que en un pájaro joven.
Asimismo, un pájaro viejo ya no se mueve tanto ni es tan ágil. Con frecuencia se pasa largo ratos en el mismo sitio, y a menudo sosteniéndose en ambas patas. Ya no disfruta tanto con el vuelo y al volar no tarda en tener dificultades respiratorias. Esto también puede suceder en un pájaro enfermo, pero si en un mismo animal coincide más de una señal, con toda seguridad se tratará de un ejemplar viejo o muy viejo, o sea, que tendrá entre 6 y 10 años, para quedarse en el ámbito de lo normal.
En el capitulo anterior se ha visto que un canario también puede llegar a tener más edad.
Las uñas de un canario muy viejo a menudo están retorcidas hacia los lados en forma de sacacorchos. Estas formas se da en la mayoría de los canarios de postura rizados ya de jóvenes, sobre todo en el Rizado parisién. No obstante, los canarios de color y de canto jóvenes deben estar libres de semejantes uñas.
La mayoría de las veces la edad se puede detectar en un pico rugoso y agrietado. A veces también se observan excrecencias córneas en la base del pico o proliferaciones en los bordes de la parte superior del pico. Un canario muy viejo casi siempre tiene el plumaje más hirsuto, debido a que es menos clásico, las plumas se quiebran con facilidad, y tras la muda se deteriora más deprisa que en un pájaro joven.
Asimismo, un pájaro viejo ya no se mueve tanto ni es tan ágil. Con frecuencia se pasa largo ratos en el mismo sitio, y a menudo sosteniéndose en ambas patas. Ya no disfruta tanto con el vuelo y al volar no tarda en tener dificultades respiratorias. Esto también puede suceder en un pájaro enfermo, pero si en un mismo animal coincide más de una señal, con toda seguridad se tratará de un ejemplar viejo o muy viejo, o sea, que tendrá entre 6 y 10 años, para quedarse en el ámbito de lo normal.
En el capitulo anterior se ha visto que un canario también puede llegar a tener más edad.
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