¿Cómo le ayudo durante la muda?
Las plumas de un pájaro son estructuras extraordinarias. Son sumamente ligeras y muy resistentes, sobre todo las remiges de y las timoneras de la cola. Las plumas han de cumplir numerosos requisitos: unas hacen que el pájaro pueda volar, y las coberturas le dan su forma (y su color), le proporcionan su forma aerodinámica en vuelo y protegen su cuerpo, sobre todo cuando pasa por entre la maleza y las ramas. Otras (o las bases de ellas) mantienen caliente el cuerpo regulando la temperatura.
Pese a la ingeniosa estructura de todas estas plumas, no están libres del desgaste, ni de la rotura, de la caída o de que sean arrancadas. Por esta razón la Naturaleza he hecho que todos los pájaros cambien sus plumas una vez al año. A cambio del plumaje raído y desgastado reciben uno completamente nuevo. Este período de renovación de las plumas se denomina muda.
La muda representa un gran esfuerzo para el pájaro, sobre todo para su metabolismo, ya que constituye un gran esfuerzo al cambiar todo el plumaje en tan corto tiempo. Los pájaros del Hemisferio Norte, entre los que también se encuentra el serín canario o canario de monte, han escogido para la muda el verano y los comienzos de otoño, una época en que la naturaleza ofrece las mejores condiciones por lo que respecta al clima, a la abundancia de alimento y a las posibilidades de esconderse. A fin de que toda la energía esté disponible para la muda, en el cuerpo del pájaro se detienen numerosas funciones. Las glándulas sexuales, o sea las gónadas (testículos y ovarios), están en reposo y disminuyen de tamaño, cesando también el canto. El pájaro se vuelve más tranquilo y vuela menos.
A un pájaro que se tenga en casa se le puede facilitar la muda por diversos medios. Deben dárseles sobre todo minerales, vitaminas, hierbas verdes, fruta y también alimentos energéticos, para que encuentre todo lo que su cuerpo necesita en esos momentos. En los capítulos sobre la alimentación hallará el lector muchas ideas para alimentar de forma variada y sana a su pupilo en la fase de muda. No obstante, no sólo se le deben dar estos complementos tan sólo durante la muda, cuando le son imprescindibles para la elaboración del nuevo plumaje. Como cualquier otro pájaro, el canario también necesita reservas de sustancias minerales, oligoelementos y sustancias cromáticas, tanto en los huesos, como en los órganos internos y en la sangre, y eso durante todo el año.
Durante la muda sería ideal disponer de una gran pajarera de interior para los canarios, ya que poder volar libremente favorece el metabolismo y con ello una muda rápida y sin problemas. Los pájaros vuelan más que si se encuentran en una jaula pequeña y únicamente puede volar durante una hora al día por la habitación. En este segundo caso, a menudo no aprovecha este momento que, tal vez, sea desfavorable para su afán de movimiento, y se limitan a permanecer sentado, en cualquier lugar; es relativamente raro y de poca duración que vuelen sólo por el placer de hacerlo. En tal caso, los pequeños trayectos desde la rama preferida al comedor, de nuevo a la rama, y de allí al bebedero o a la bañera, aportan mucho más movimiento.
Si al canario no se le puede proporcionar luz solar en su jaula o pajarera de interior, habrá que comprar fluorescentes de luz diurna, cosa muy importante para el período de muda. Existen los tubos True-Lite y Osram Lumilux n.º 11, así como lámparas de otras marcas conocidas. Dichos tubos de luz diurna contribuyen en gran medida a que los pájaros adquieran un plumaje nuevo de buen aspecto.
Si se puede cuidar los pájaros en una pajarera de balcón o de jardín, ello será muy bueno para el transcurso de la muda. No se puede sustituir por nada el aire fresco con sol y lluvia. Dado que la muda tiene lugar en los meses de verano y finales de éste, se les puede propiciar a las aves esta "cura" al aire libre. Incluso si sólo se tiene un canario, vale la pena colocar su jaula en el balcón, en la terraza o junto a la ventana abierta, siempre teniendo en cuenta de que el lugar esté resguardado del viento y de que el pájaro no reciba demasiado calor, sol directo o corriente de aire. De cualquier modo, una parte de la jaula siempre debería quedar a la sombra.
Durante la muda los numerosos cañones de las plumas que salen de la piel incitan a los pájaros a mordisquearlos y arrancarlos, pues su interior, todavía jugoso, les gusta. De esta manera pueden convertirse en "comedores de plumas", y no sólo del plumaje propio sino también del de sus compañeros de jaula. Para distraerles de ello, se deben tomar las medidas indicadas contra el picaje o pica, así como disponer lugares para dormir separados en sus alojamientos. Por experiencia se sabe que suelen arrancarse las plumas con mayor frecuencia cuando se han posado uno junto a otro para dormir.
Pese a la ingeniosa estructura de todas estas plumas, no están libres del desgaste, ni de la rotura, de la caída o de que sean arrancadas. Por esta razón la Naturaleza he hecho que todos los pájaros cambien sus plumas una vez al año. A cambio del plumaje raído y desgastado reciben uno completamente nuevo. Este período de renovación de las plumas se denomina muda.
La muda representa un gran esfuerzo para el pájaro, sobre todo para su metabolismo, ya que constituye un gran esfuerzo al cambiar todo el plumaje en tan corto tiempo. Los pájaros del Hemisferio Norte, entre los que también se encuentra el serín canario o canario de monte, han escogido para la muda el verano y los comienzos de otoño, una época en que la naturaleza ofrece las mejores condiciones por lo que respecta al clima, a la abundancia de alimento y a las posibilidades de esconderse. A fin de que toda la energía esté disponible para la muda, en el cuerpo del pájaro se detienen numerosas funciones. Las glándulas sexuales, o sea las gónadas (testículos y ovarios), están en reposo y disminuyen de tamaño, cesando también el canto. El pájaro se vuelve más tranquilo y vuela menos.
A un pájaro que se tenga en casa se le puede facilitar la muda por diversos medios. Deben dárseles sobre todo minerales, vitaminas, hierbas verdes, fruta y también alimentos energéticos, para que encuentre todo lo que su cuerpo necesita en esos momentos. En los capítulos sobre la alimentación hallará el lector muchas ideas para alimentar de forma variada y sana a su pupilo en la fase de muda. No obstante, no sólo se le deben dar estos complementos tan sólo durante la muda, cuando le son imprescindibles para la elaboración del nuevo plumaje. Como cualquier otro pájaro, el canario también necesita reservas de sustancias minerales, oligoelementos y sustancias cromáticas, tanto en los huesos, como en los órganos internos y en la sangre, y eso durante todo el año.
Durante la muda sería ideal disponer de una gran pajarera de interior para los canarios, ya que poder volar libremente favorece el metabolismo y con ello una muda rápida y sin problemas. Los pájaros vuelan más que si se encuentran en una jaula pequeña y únicamente puede volar durante una hora al día por la habitación. En este segundo caso, a menudo no aprovecha este momento que, tal vez, sea desfavorable para su afán de movimiento, y se limitan a permanecer sentado, en cualquier lugar; es relativamente raro y de poca duración que vuelen sólo por el placer de hacerlo. En tal caso, los pequeños trayectos desde la rama preferida al comedor, de nuevo a la rama, y de allí al bebedero o a la bañera, aportan mucho más movimiento.
Si al canario no se le puede proporcionar luz solar en su jaula o pajarera de interior, habrá que comprar fluorescentes de luz diurna, cosa muy importante para el período de muda. Existen los tubos True-Lite y Osram Lumilux n.º 11, así como lámparas de otras marcas conocidas. Dichos tubos de luz diurna contribuyen en gran medida a que los pájaros adquieran un plumaje nuevo de buen aspecto.
Si se puede cuidar los pájaros en una pajarera de balcón o de jardín, ello será muy bueno para el transcurso de la muda. No se puede sustituir por nada el aire fresco con sol y lluvia. Dado que la muda tiene lugar en los meses de verano y finales de éste, se les puede propiciar a las aves esta "cura" al aire libre. Incluso si sólo se tiene un canario, vale la pena colocar su jaula en el balcón, en la terraza o junto a la ventana abierta, siempre teniendo en cuenta de que el lugar esté resguardado del viento y de que el pájaro no reciba demasiado calor, sol directo o corriente de aire. De cualquier modo, una parte de la jaula siempre debería quedar a la sombra.
Durante la muda los numerosos cañones de las plumas que salen de la piel incitan a los pájaros a mordisquearlos y arrancarlos, pues su interior, todavía jugoso, les gusta. De esta manera pueden convertirse en "comedores de plumas", y no sólo del plumaje propio sino también del de sus compañeros de jaula. Para distraerles de ello, se deben tomar las medidas indicadas contra el picaje o pica, así como disponer lugares para dormir separados en sus alojamientos. Por experiencia se sabe que suelen arrancarse las plumas con mayor frecuencia cuando se han posado uno junto a otro para dormir.
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