25/9/12

Pájaros canarios Cómo se interpreta su comportamiento

Cómo se interpreta su comportamiento
 Si se tiene un solo canario, no se podrá observar gran cosa del repertorio de su comportamiento. Generalmente, lo que hace un animal aislado se limita a cosas muy corriente, tales como comer o beber. entonces se puede observar cómo descascarilla el pájaro las diversas semillas, así como cuáles le gustan y cuáles no, puesto que estas últimas las suele tirar del comedero con movimientos laterales del pico, comiendo primero de  las que le gustan más. Sólo cuando ya no le quedan de éstas, se dedicará a las que antes había rechazado. Con la bebida sucede otro tanto. si el agua contiene aditivos que le gustan, puede "hincharse" en el verdadero sentido de la palabra. Pero, ¡ay, si el agua contiene algo que le repugna!; en este caso se sacude las gotas que quedan adheridas al pico con movimiento brusco del mismo. O sea, no es nada difícil ver si el canario toma o hace algo con afán y alegría o a desgana.
 También se puede ver cómo se siente el canario en un momento dado por la manera en que salta o vuela. A veces vuela lleno de fuerza y batiendo las alas exageradamente, cambiando repentinamente de rumbo y pareciendo verdaderamente "fuera de sus casillas". Esto lo hace cunado está muy contento y para estimular la circulación y el metabolismo. Estos vuelos locos se pueden observar a menudo si se le deja libre en la habitación, pero también en una jaula grande. Si ésta es pequeña, el animal no se puede mover como quisiera. En tal caso se agarra al posadero y bate las alas fuertemente, con lo que al mismo tiempo consigue que su corazón le funcione con mayor rapidez.
 El baño es un ritual con pautas muy marcadas. El animal siempre comienza probando el agua, por lo que es importante que ésta esté limpia. A continuación se pone de pie en medio de ella y mediante inclinaciones del cuerpo intenta mojarse el dorso. Al mismo tiempo bate las alas para mojarse los flancos.
 La limpieza del plumaje desempeña un papel muy importante, ya sea tras el baño o general. Las plumas, con su complicada estructura de barbas y ganchos, siempre se han de volver a alisar a fin de que puedan cumplir su función. Es sabido que sólo en su estado óptimo le otorgan al pájaro la plena capacidad de volar. Así, las remiges y las timoneras, necesarias para el vuelo, se las pasa una a una cuidadosamente por el pico. Pero con el mismo cuidado alisa las coberteras. Éstas son asimismo importantes para el vuelo, pero también para mantener una temperatura corporal correcta, como protección frente a las heridas y, a fin de cuentas, como símbolo de belleza.
 Cuando el canario se quiere rascar la cabeza, levanta una pata entre el cuerpo y el ala hacia delante. Este gesto parece raro, pero todas las aves cantoras las hacen así.
 el propietario no tardará en saber si su pájaro duerme o si está apático o enfermo. En cualquier caso, ocultará la cabeza entre su plumas del dorso, si bien duerme no está tan esponjado como cuando se encuentra mal o está enfermo.
 La mayoría de las demás pautas de comportamientos se relacionan en primer lugar con la convivencia con sus congéneres o con su pareja. Lo que se puede observar sobre todo, durante la época de apareamiento y todo el periodo de cría, es que el macho alimenta tiernamente a la hembra. Este proceso comienza a principios de año y primero es más bien un ritual que una verdadera alimentación. De esta manera se encuentran las parejas dentro de la bandada. Aunque el lector sólo posea una pareja, podrá observar cada primavera esta suave forma de cortejo. Este "flirteo de pico", como llama Nicolai a esta incipiente alimentación llena de ternura, no tarda en convertirse en el verdadero y correcto acto de alimentar a la hembra mientras ésta construyendo el nido y cuida de los polluelos. Mientras que fuera del período de cría el dominante es el macho, que a veces lo hace pasar mal a la hembra haciéndola esperar en el comedero o en el baño y no dejándola coger el mejor sitio para dormir, luego se vuelve considerado. Por doquier le cede el paso a su hembra, la cual repentinamente sabe cómo imponerse en todo. Un macho que no está dispuesto al apareamiento o no es capaz cuando la hembra lo requiere es perseguido y picoteado con fuerza. Por otra parte, ella también se defiende del macho si éste quiere copular los días que ella ya está comenzando la puesta, o sea cuando no hace falta una nueva fecundación de huevos. También suele defenderse bien el macho trata de sacarla del nido para copular. A menudo, ni siquiera deja que el macho se acerque al mismo, a no ser que desee ser alimentada, para lo cual le atrae con un suave "dididi". 
 si durante el período de cría se introduce en una pajarera nuevos canarios, pueden tener lugar una lucha entre dos machos, aunque al comienzo sólo traten de imponerse mucho, estirando las patas y apretando las plumas contra el cuerpo. De esta guisa salta uno alrededor del otro. Si ninguno de los dos rivales está dispuesto a ceder, comienzan a cantar fuertemente sin deponer en su actitud amedrentadora. Entonces puede entablarse una lucha abierta, aunque primero cada uno intente asustar al rival con el pico abierto y las alas extendidas. 
 Si uno de los machos se siente inferior, abandona su posición erguida, ahueca las plumas de la cabeza y del cuerpo y deja colgar ligeramente las alas. De esa manera cobra el aspecto de un indefenso polluelo, con lo que el macho vencedor le deja en paz. Si entonces el vencido se marcha, suele ser un poco perseguido, pero el vencedor se contenta con ello. Un macho que ya se siente inseguro nada más comienza el canto del rival, suele apartarse si le es posible. De lo contrario tendrá que abandonar su canto y su actitud de "macho". Si se entabla una lucha entre dos machos de igual fuerza, ésta se lleva a cabo con el pico y las patas. Ambos contendiente tratan, sobre todo, de tirarse mutuamente. Quien logra colocarse encima del otro tiene ventaja y a menudo no tarda en salir vencedor. Pero la lucha también puede demorarse más y, finalmente, ambos pájaros estará agotados. Si el pájaro nuevo es una hembra, el macho también le cantará. Si está dispuesta a criar, adoptará la posición de apareamiento agachada; de lo contrario se marchará. Y viceversa, si se introduce un macho extraño en la jaula de una hembra que está criando, éste puede ser perseguido ferozmente. Ello sucede principalmente cuando el macho todavía se siente inseguro en su nuevo entorno.
 Las hembras de canario suelen aceptar sin problema a otra hembra que se meta en la jaula fuera del período de cría. No suele haber grandes discusiones y las rivalidades sólo se dan en el comedor, en el bebedero y en el baño, así como en el dormidero. En tal caso las hembras se amenazan con los picos muy abiertos y las alas extendidas, chillando fuertemente. al final, uno de los pájaros cede, y la pelea habrá finalizado sin lucha. Esta "envidia por la comida" y otras actitudes sociales también se dan con regularidad entre macho y hembra o entre o entre dos machos. No obstante, los machos no son tan escandalosos.
 El "besuqueo" es muy frecuente entre canarios. Se trata de una conducta congénita y se puede observar no sólo entre los componentes de una pareja o entre padres e hijos, o entre hermanos, sino también entre pájaros extraños que sienten simpatía mutua. O sea, que es un gesto de afecto.

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