Criterios de selección de pichones
Cada año criamos muchos pichones pero pocos colombófilos son capaces a los tres meses de edad de hacer una primera selección a la mano con lo que llenamos nuestros palomares con muchas mediocres, esperando seleccionarlas al año siguiente en los concursos de nuestros clubs. Para los que no se atreven a seleccionarlos en las manos es imprescindible hacer sueltas de pichones en su mismo año de nacimiento.
Aunque considero muy beneficioso las sueltas de pichones, voy a indicar una serie de consideraciones que nos informará de la calidad de nuestros pichones y por supuesto y en consecuencia, de nuestros reproductores.
Veamos en primer lugar como reconocer las cualidades de un buen palomo:
Empezamos por su carácter, deberá estar bien relajado ya que un palomo con corazón bravo no ha de temer que su cuidador lo maneje entre sus manos, pues es suficientemente inteligentes para saber que no le vamos a hacer daño. Cuando le abrimos el ala no tenemos que notar ninguna resistencia.
Los músculos a cada lado de la quilla han de dar la sensación de una pelota de goma. Si se colocan los dedos sobre ellos notaremos que vibran. Dicha vibración es señal de que tienen una buena constitución. Cuando los órganos funcionan correctamente, la sangre es de color rosa.
El plumaje será suave y sedoso.
El ojo si se observa minuciosamente será brillante, y los círculos del ojo estarán bien definido y penetrante. Abriéndole el pico, observaremos que es de color rosa suave. El agujero en forma de óvalo situado en la lengua, por el cual respira, no se moverá prácticamente y la lengua estará quieta y plana.
Cuando se les coge entre las manos sentiremos su perfecto equilibrio y la cola estará recta con respecto a su cuerpo.
Los hueso darán la sensación que son gruesos y fuertes, en especial la pelvis y la unión entre la quilla y la pelvis ha de ser perfecta, dando la sensación que son una misma cosa, sin separación entre ellas.
Veamos los defectos de un mal palomo, aunque por analogía se comprende que son las que no cumplen con lo anteriormente dicho. El palomo malo tendrá un carácter nervioso y con tentación a quererse salir de nuestras manos.
Sus músculos serán tensos y duros y al querer abrirle un ala ofrecerá resistencia y al soltarla la cerrará de golpe.
Con el palomo en las manos, la cola la tendrá hacia arriba o en la mayoría de las veces, hacia abajo, signo de que la paloma está desequilibrada. El plumaje será áspero debido a una mala circulación de la sangre, así como sus ojos estarán tristes y sin brillo.
Abriendo el pico, la garganta estará inflamada y de color rojo. El agujero de la lengua deja de ser óvalo y es redondo y más grande y estará continuamente abriéndose y cerrándose. La lengua estará en continuo movimiento hacia arriba y hacia abajo debido a la respiración defectuosa.
No obstante muchas veces los problemas respiratorios son por un exceso de peso.
Un palomo muy nervioso, su pupila varía de tamaño continuamente, y su vida deportiva se acaba en una suelta algo dificultosa.
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