¿De dónde procede el canario?
Este pequeño pájaro de color verde amarillo y más bien poco llamativo, del que descienden todas las razas de canarios, proceden de las islas Canarias, y de ellas, poseedoras de un clima siempre agradable, ha recibido el nombre. El verdadero nombre del pájaro silvestre es serín canario o canario del monte, y pertenece al género Serinus, siendo su nombre científico Serinus canaria.
El canario silvestre o de monte prefiere las islas occidentales y se puede encontrar en Gran Canaria, Tenerife, Hierro, Gomera y La Palma. A diferencia de las orientales, Fuerteventura y Lanzarote, las anteriores poseen buenas zonas arboladas y arbustivas. Tienen un paisaje casi de parque, en el que se alternan los árboles con superficies herbosas, plantaciones de frutas y jardines. El canario de monte gusta de un entorno de este tipo. Se le puede observar con mayor frecuencia en los valles, así como en las laderas inferiores de las montañas, y en Madeira y las Azores también vive en hábitats similares.
A partir de marzo o febrero, los machos silvestres ya dejan oír su melodioso canto, posados en una rama que sobresale del arbusto o del árbol. No es raro verles cantando en un vuelo de celo por encima de su nido. La hembra construye ella sola su nido con hiervas, y fibras de raíces. Pone de 3 a 5 huevos de color verde blanquecino con unos pocos puntos oscuros. La hembra tampoco es ayudada por el macho en la incubación; sin embargo, éste siempre está cerca y defiende con su canto y, si es necesario, con luchas y persecuciones, su territorio. Además da de comer a su hembra a fin de que ella no tenga que abandonar demasiado tiempo la postura. Dado que la hembra sólo comienza a incubar cuando ha puesto el último huevo (a diferencia de la hembra del canario doméstico), las crías salen todas juntas al cabo de 13 o 14 días. El macho participa también en la alimentación de su prole, sobre todo cuando la hembra al cabo de una semana ya no los alimenta constantemente.
Con las constantes y buenas condiciones climáticas y la oferta alimentaria duradera y variada, no es de extrañar si se dan dos o tres nidadas seguidas. De esta manera hay numerosas aves jóvenes y los canarios de monte se reúnen para realizar vuelos cada vez más largos e, incluso forman grandes bandadas. Entonces recorren las islas para disfrutar de los mejores comederos, pasando así el otoño y el invierno.
El canario silvestre se alimenta de gran número de semillas de hierbas silvestres, sobre todo de alpiste, una planta herbácea originaria de las islas Canarias. En la actualidad el alpiste se cultiva como alimento para pájaros, en variedades de granos grandes, en todas las zonas cálidas de la tierra.
El canario de monte también come diversas semillas oleáceas, principalmente las compuestas y las de las crucíferas, y no desdeña tampoco hiervas verdes y frutos. Los jóvenes incluso son alimentados con diminutos insectos.
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