4/3/13

Perro Boxer
                El carácter del Boxer
   La historia del Boxer y el recuerdo de sus trabajos y de sus formas de comportarse son las mejores claves para entender y comprender cómo es el Boxer actual y cuáles son sus comportamientos.
   El Boxer, por tanto, es un animal que posee una fuerte personalidad, que no se suele introducir en conflictos estériles con los seres humanos en general, ni con personas que le rodean, y que es un animal competitivo, activo, dinámico y trabajador. Por tanto, su carácter siempre se distingue por su gran capacidad de aprendizaje y su natural adaptación al medio y  al ámbito social imperante.
   El Boxer actúa con cierta veneración y un profundo respecto hacia el dueño y las personas cercanas a éste, siempre y cuando la actitud sea recíproca.
   En conclusión, el Boxer dispone de actitudes, al mismo tiempo para la defensa personal y para la sociabilidad. Es un perro plenamente competitivo y, a la vez profundamente familiar y compañero de aquellos con los que convive; eso sí, el Boxer se mostrará distante con aquellas personas que no conoce bien o con los extraños, sin demostrar en ningún momento indicios de agresividad o miedo.
   El comportamiento del Boxer
   Todos los perros, ya sean domésticos o salvajes, nacen con un instinto propio, que son los que influyen en el comportamiento del animal y en su interactuación con el ambiente en el que se mueven.
   Los distintos comportamientos o instintos del Boxer son los siguientes.
   1. Docilidad. Cuando un perro es dócil indica que el animal se encuentra en un estado de predisposición continua a aceptar todo aquello que diga su superior. Esto no significa que el perro sea un animal sometido a los dictámenes de su dueño, sino que el Boxer acepta ser guiado y educado por el hombre, sin que éste tenga que recurrir a métodos represivos. La docilidad y la predisposición del perro no se debe confundir con el temor o el miedo del perro hacia el amo.
   2. Sociabilidad. Un perro sociable significa que se adapta a cualquier ambiente, sin ningún tipo de vacilación o de problema de comunicación con otros animales de su misma especie o con el resto de los humanos. La sociedad, al igual que la docilidad, se expresa en el perro a partir del segundo mes de vida.
   3. Temperamento. En el caso del perro indica intensidad y velocidad en sus reacciones ante los estímulos externos.
   4. Curiosidad. El perro se muestra curioso a la hora de interesarse, de una manera totalmente natural, por todo aquello que es externo a él. Son aquellos ambientes o personas sobre quienes necesita indagar y explorar para saciar, en cierta forma, su curiosidad canina.
    5. Vigilancia. En el perro, la vigilancia representa una sensibilidad especial para advertir o notar un peligro externo, ya sea para él mismo o para la familia que vive con él.
   6. Temple. Entre los comportamientos caninos, el temple se asocia a la capacidad de tolerar ciertas conductas externas que alteran al animal, ya sean físicas o psíquicas, y que son, evidentemente, de naturaleza desagradable.
   7. Acción de poseer. El perro es posesivo siempre y cuando esté predispuesto a convertirse en dueño de algo o de alguien. Esta actitud se suele manifestar en los cachorros como símbolo de competitividad.
   8. Capacidad de combate. Es la capacidad del animal a la lucha ante un estímulo externo desagradable.
   Agresividad. El perro mostrará siempre agresividad ante una reacción física externa por un peligro o por una amenaza de su territorio; en caso contrario, es decir, que no se den uno de estos dos supuestos, el perro jamás atacará o se mostrará agresivo.
   10. Coraje. Un perro valiente no tiene por qué ser, obligatoriamente, agresivo, sino que está predispuesto a enfrentarse  a situaciones desconocidas.
   El perro Boxer, según los comportamientos caninos, es un animal de defensa, que ama mucho al hombre y al ambiente familiar que le rodea, y que se mueve entre la gente y en situaciones nuevas sin ningún tipo de temor.
   El Boxer posee una curiosidad muy acentuada, sin embargo, su capacidad de vigilancia es menor que la de otros perros. Por ejemplo, el perro tiende a proteger sólo al hombre y a sus próximos y no a todo el territorio que le debería competer. Además, el Boxer es un perro que tiene un gran temple, algo aparentemente incompatible con la capacidad de vigilancia y defensa.
   Por el contrario, el grado de actitud ante el combate es máxima, mientras que el nivel de agresividad es algo más bajo.
   

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