19/3/13

Perro Boxer
              Cuidados del cachorro.
   Al llegar el perro al hogar no debe olvidar que el animal está acostumbrado a la paz y a los horarios de comida, juego y sueño del criador. El simple hecho de haberle sacado de su ambiente es para él una verdadera aventura y un reto. El pequeño Boxer se tiene que adaptar al nuevo hogar.
   Por tanto, tiene que dejarle el tiempo suficiente para que, con calma, se vaya haciendo a su nueva situación. Es en esos primeros momentos cuando tiene que evitar que los niños lo cojan por su cuenta, ya que difícilmente pueden comprender la diferencia que existe entre un delicado cachorro vivo y el peluche con el que están acostumbrado a jugar.
   Si quiere que el cachorro quiera a los niños y esté dispuesto a cuidar de ellos es preciso evitar por todos los medios posibles que la primera impresión del Boxer sea negativa hacia ellos.
   La habitación. Antes de llevar al perro a casa tendrá que decidir el lugar donde éste dormirá. A excepción de las zonas de clima frío y durante el invierno, el perro joven puede dormir perfectamente fuera de la casa, en una caseta abrigada, siempre que ésta disponga de techo impermeabilizado y en pendiente para que expulse la lluvia. La puerta de acceso no deberá ser mayor de lo estrictamente necesario para que un perro adulto pueda entrar y salir. El lecho puede realizarse mediante una manta vieja o por medio de virutas suaves de cedro que tendrá que renovar periódicamente.
   Si el perro va a permanecer durante largos períodos de tiempo en un patio particular, lo mejor es que disponga de un rincón que esté cubierto contra el frío, la lluvia o el calor. El patio, en estas ocasiones, podrá ser rectangular y con unas medidas que no excedan de seis por 12 metros, con una reja metálica fuerte para que mantenga al perro dentro y fuera del alcance de los posibles intrusos externos. La verja será de una altura mínima de metro y medio y la puerta debe disponer de candado, para que nadie pueda entrar o salir libremente de la zona propia del animal.
   Cuando el perro duerma dentro de la vivienda, debe disponer de un lugar específico para él y no debe permitir que ande libremente por la casa y por todo el mobiliario de la misma. El rincón del perro dentro de la casa tiene que estar reguardado de posibles corriente de aire y no tiene que estar muy próximo a ningún radiador de calor o al fuego, porque si es así convertiría al perro en un animal altamente sensible a los cambios de temperatura y al frío. 
   No es normal que los niños quieran llevarse al perro a dormir con ellos, pero de ser así deberá hacer comprender al cachorro que existe una diferencia sustancial entre la cama del amo pequeño, donde se le permite estar temporalmente, y el resto de rincones o espacios de la casa.
   Incluso, dentro de la casa, el perro puede dormir perfectamente dentro de una caja de embalaje, siempre y cuando ésta posea algo mullido y cómodo.
   Sea de una forma o de otra, dentro de la casa o fuera, es conveniente que decida dónde tiene que dormir el perro antes de llevarlo a casa. Una vez elegido el rincón más idóneo para el mismo hay que educarlo en el sentido de que reconozca de forma inmediata su habitación, es decir, su cama.

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