Perro Boxer

                         La dentición. 

   El Boxer, al igual que todos los perros, tiene los 42 dientes divididos en dos arcadas y formados en diferentes tamaños. La arcada superior tiene 20 dientes, seis incisivos la pareja central, los incisivos medianos y los incisivos laterales, dos colmillos, ocho premolares y cuatro molares. La arcada inferior posee dos molares más que la arcada superior.
   Es la tercera semana de vida cuando comienzan a despuntar los colmillos. Después sucede lo mismo con los incisivos: a los 25 días aproximadamente, los laterales, a los 28 días los medianos y a los 30 los centrales
   Entre la tercera y la quinta semana salen el cuarto, el tercer y el segundo premolar, por este orden. Los primeros dientes del Boxer son de leche y tendrán que ser cambiados por los definitivos.

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                         La dentición. 

   El Boxer, al igual que todos los perros, tiene los 42 dientes divididos en dos arcadas y formados en diferentes tamaños. La arcada superior tiene 20 dientes, seis incisivos la pareja central, los incisivos medianos y los incisivos laterales, dos colmillos, ocho premolares y cuatro molares. La arcada inferior posee dos molares más que la arcada superior.
   Es la tercera semana de vida cuando comienzan a despuntar los colmillos. Después sucede lo mismo con los incisivos: a los 25 días aproximadamente, los laterales, a los 28 días los medianos y a los 30 los centrales
   Entre la tercera y la quinta semana salen el cuarto, el tercer y el segundo premolar, por este orden. Los primeros dientes del Boxer son de leche y tendrán que ser cambiados por los definitivos.

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     Las vacunas y las desparasitaciones 

   En cualquier caso no debe comprar un cachorro de Boxer que no tenga el certificado médico de buena salud, que tenga una edad inferior a los 60 días, y que esté privado de las vacunas más importante: el moquillo y la hepatitis.
   1. Vacunas. Las enfermedades a través de virus que se pueden prevenir por medio de las vacunas tienen distinta naturaleza, pero todas ellas son peligrosas.
   Las principales enfermedades virales del perro son: el moquillo, la hepatitis viral, la leptospirosis y la gastroenteritis hemorrágica. Los planes de vacunación para prevenir el efecto de estos virus, exceptuando la competencia legal del lugar, corresponde al veterinario, el cual, en cada caso, deberá asegurar la buena salud del animal.
   2. Desparasitaciones. La batalla contra la invasión de los parásitos debe llevarse a cabo con mucho rigor y sin bajar nunca la guardia. No de olvidar que los parásitos son responsables de las deficiencias óseas, que tienen como consecuencias manifestaciones de raquitismo y que además debilitan el cuerpo del animal y lo hace vivir menos.
   Estos registros y análisis son importantísimos ya que en que se detecte algún indicio de parasitosis: el abdomen hinchado, el pelo opaco y erizado, la inapetencia o el excesivo apetito, la diarreas, las molestias digestivas, los vómitos, el adelgazamiento, la abulia y el cansancio físico.

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               La salud del cachorro

   Hay que proteger al cachorro de dos afecciones importantes durante esa primeras etapa de vida: el moquillo y la hepatitis infecciosa. No debes olvidar, por ninguna razón, la visita al veterinario tan pronto como pueda para que le administre al can las vacunas pertinentes y le realice un reconocimiento completo. De cualquier forma, como los cachorros pueden ser vacunados a partir de los dos meses de vida, debe preguntar al vendedor si ya ha hecho o si lo tiene que realizar usted.
   Si lo desea para su comodidad, también puede proporcionar al animal un suero temporal que le mantiene inmune durante dos semanas.
   Las nuevas vacunas que se administran en la actualidad se reduce a una única que combate simultáneamente el moquillo y la hepatitis, y puede ser inyectada en una sola dosis en tres sesiones, con intervalos de 15 días entre la primera, y la segunda y la tercera.
   Respecto a la rabia, existen vacunas antirrábica muy eficaces que tendrá que administrar en el caso de que se registre algún tipo de brote de esta enfermedad. No obstante, la inmunidad que proporciona la vacuna antirrábica no es permanente.

   

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                            El coche

   El vehículo se ha convertido en un medio de transporte habitual y esencial para el ser humano y, evidentemente, un perro que saliva vomita o que no para de moverse por el interior del habitáculo se acaba convirtiendo en una molestia continua y constante para el dueño y sus acompañante.
   En estos casos, es decir, siempre que vayas a llevar al perro en coche, coja al cachorro en brazo para introducirlo y sacarlo del coche. indíquele al Boxer, desde el primer día, qué lugar debe ocupar dentro del coche, para que evite en todo momento que el perro se mueva o salte dentro de vehículo.
   En el supuesto de que su perro tienda a excitarse con cierta facilidad ante nuevos acontecimientos o ante desplazamientos, tome las medidas pertinentes ante cualquier imprevisto. Es decir, los perros excitados pueden ser propensos a tener diarrea; en ese caso límpielo sin más y no muestre o intente no mostrar mal humor ante el animal, ya que el perro no puede hacer nada para evitarlo.
   Los primeros trayectos que realice con el cachorro deben ser cortos, y no debe durar más de unos pocos minutos, a excepción de la recogida del animal en el criadero. Cuando lleve al perro en el coche conduzca con cuidado y tome las curvas despacio. No viaje nunca inmediatamente después de haber dado de comer al animal. Además, todos los viajes en coche con el perro deben concluir con un suceso agradable, del tipo de un paseo o la compra de una golosina apetecible para él, a modo de recompensa.
   Si a pesar de haber intentado familiarizar al perro con el coche, éste saliva y sigue vomitando, no dude en hablar del asunto con el veterinario.
   En el caso de que el animal no pare de moverse dentro del vehículo, no intente recompensarle parando el coche para que ande un poco. En estos casos lo que debe hacer es continuar la marcha hasta que el perro esté quieto, aunque sólo sea unos segundos. El perro debe comprender que a usted el alboroto y el movimiento no le impresiona y que no le preocupa lo más mínimo.
   En estos casos, existe un pequeño truco para calmar a aquellos perros que son unos gamberros  empedernidos; vaya por un camino que no haya circulación y acelere al máximo, llegando el momento realice una frenada brusca justo en el momento cuando el perro esté armando el mayor jaleo y movimiento posibles; cuando frene, el animal perderá el equilibrio, lo que le resultará enormemente desagradable. Una vez que lo haya realizado unas cuantas veces, el Boxer juguetón entenderá que debe estar quietecito callado dentro del coche.
   Las rejas especiales para las ventanillas resultan muy practicas, ya que impiden que alguien meta la mano dentro del coche y al mismo tiempo impide que el perro saque la cabeza por la ventanilla, además de aportar un suplemento extra de aire fresco al interior del habitaculo del vehículo.

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           Los juguetes del cachorro.

   El juego es esencial para el desarrollo y educación del Boxer joven. En general, hay que mantener fuera del alcance del perro todo aquello que también sería considerado peligroso para un niño pequeño. Esto afecta esencialmente a cables eléctricos, animales de trapo, a trocitos de distintos materiales o a líquidos peligros.
   También debe, siempre que pueda, estar atento a lo que hace el cachorro, ya que, normalmente, éste siempre tienda a buscar aquellas cosas que son las más peligrosas.
   Por todo ello, merece la pena que se tome un tiempo para seleccionar adecuadamente los juguetes del animal. Evite, por tanto todos aquellos objetos de plásticos que no hayan sido fabricados especialmente como juguete para el can.
   Si hay algún objeto de la casa que le gusta al perro de forma especial, por ejemplo, los zapatos normalmente, les encanta, intente educar al animal en el sentido en que puede jugar con sus juguetes comprados a tal efecto y con todas aquellas cosas de la casa que el perro pueda romper, pero nunca con objetos que necesite. Por consiguiente, dele al cachorro sólo aquellas cosas que se pueda quedar y que pueda romper sin que le cause a usted ningún contratiempo.
   Los trozos anudados de sacos son ideales para que se divierta. Además, este simple juguete puede ir aumentando de tamaño según crece el perro. Igualmente son también perfectamente útiles los huesos de piel de búfalo, las pezuñas de buey, el trozo de neumático de una carretilla, una toalla vieja, las cajas de alimentos, los trozos de madera prensadas, etcétera.
   Guarde en una caja todos los juguetes del perro, así sabrá dónde están y cuántos tiene. Cuando no vigile al Boxer, procure darle sólo aquellos juguetes que no suponen ningún riesgo para él, y reserve la pelotas o bolas para juegos activos, de agilidad, de rapidez y en donde usted participe. No utilice las pelotas como elemento para que el perro aprenda a morder o similar. Las bolas son un elemento dinámico de su comportamiento y de su educación.
   Es muy importante que el perro sólo juegue por iniciativa del dueño, que diga cuando ha concluido el juego en cuestión y que guarde el juguete o los juguetes con los que se han divertido. Si cuando ha terminado el juego, usted le lanza el juguete hacia el perro, éste entenderá que ha ganado y se guardará el triunfo el juguete en su rincón.

   

   

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               El collar y la correa.

   El cachorro necesita una correa de cuero normal que se pueda abrochar según la medida de su cuello, de tal modo que el perro no se pueda escurrir.

   Con la cadena de eslabones, el dueño dispone de una correa que sirve para siempre, adaptándose al crecimiento del perro, tanto para el joven Boxer temperamental como para el animal adulto.
   Los collares de corales están indicados para aquellos animales que no han aprendido a marcar el paso de la marcha del paseo del amo.
   Los collares de púas se clavan en el cuello del can cuando se tira de la correa. Este tipo de collares no le causa ningún dolor al perro aunque sí le provocan el suficiente daño como para que deje de tirar. Por tanto, el collar de púas sólo debe colocarse al perro con fines educativos y siempre bajo la supervisión del veterinario.
   Respecto a la correa de cuero, compre una de dos metros de largo con agarradero incorporado detrás del gancho. De esta forma tendrá siempre sujeto al animal y podrá modificar la longitud de la correa cuando le plazca.

   

   

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                    La limpieza y aseo

   En general, el Boxer es un perro muy limpio por naturaleza y al que le gusta convivir en un ambiente sano y aseado.
   1. La limpieza del pelo. Normalmente es suficiente con un cepillado un par de veces por semana para mantener el manto de pelo brillante, ya que el pelo del Boxer es raso y de textura vítrea.
   No es aconsejable bañarlo para limpiarlo, pero si el baño es imprescindible porque se ha ensuciado o está excesivamente sucio es necesario secarle muy bien. De cualquier forma, el veterinario aconseja no bañarle antes de cumplir el año de vida.
   El cepillado del pelo debe ser más frecuente cuando el pelo se apelmace debido a la calefacción de la casa. La razón de ello es que debajo del pelo suele aparecer una lanilla que tiene que ser retirada, ya que de lo contrario produciría a restregarse por las paredes.
   2. La limpieza de los ojos. Por lo que respecta a los ojos, la limpieza de éstos debe ser realizada con suma atención y cuidado, debido a las características de los párpados de esta raza, ya que pueden hincharse por el polvo que se deposita entre la hendidura de los párpados y la pupila.
   En ocasiones ese polvo puede llegar a obstaculizar el lagrimar, inflamando éste y provocando la aparición de un bulto en forma de cereza.
   Para la solución este problema, tan sólo se requiere una operación sin riego realizada por veterinario. Esta intervención requiere una anestesia suave y local. Por el contrario, se debe tener mucho cuidado para que la intervención no extirpe el llamado tercer párpado ya que, de suceder así, privaría al perro de una membrana en el ojo que le sirve para eliminar cualquier cuerpo extraño de la pupila.
   3. Limpieza de la boca. Después de cada comida es necesario que el propietario limpie la boca del Boxer todos los restos de comida que observe, para evitar que éstos se queden entre los labios carnosos y las encías del animal. No hay que olvidar que la limpieza de un perro es como la de un ser humano.

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        Enseñarle a que no ensucie

   Al llegar a casa el cachorro debe empezar por conocer el lugar donde le está permitido hacer sus necesidades. Aunque no espere de él grandes progresos hasta que no haya cumplido los cuatro o cinco meses. Ante esa disyuntiva es preferible que usted le saque de paseo habitualmente para que pueda hacer sus necesidades.
   Intente que el perro no pulule por toda la casa. Oblíguele, en cierta forma, a permanecer en una habitación o en varias habitaciones donde pueda tener controlado y vigilado.
   Si duerme en casa enséñele a realizar sus necesidades sobre unas hojas de periódico que haya dispuesto por su rincón, así cuando empiece a gemir y a husmear el suelo en busca del <<baño>> bastará con que le ponga encima de los periódicos que están en el suelo, para que él sepa que es allí donde tiene que evacuar.
   Una vez que haya hecho el perro sus necesidades correctamente y en el lugar adecuado acarícielo para trasmitirle, de esta forma que lo ha realizado bien.
    Siempre que realice la evacuación en un lugar no dispuesto para ello, límpielo inmediatamente con agua tibia y unas gotas de vinagre. Tenga presente que los perros tienen costumbre de volver a orinar en aquellos sitios donde quedan restos, de modo que es muy importante que suprima totalmente cualquier residuo que haya en aquellos lugares donde el perro no debería haber hecho sus necesidades.
   Si, por el contrario, el cachorro duerme fuera, éste aprenderá mucho más rápido que no debe ensuciar, bajo ningún concepto, la casa. Siempre que pueda, debe sacar a pasear al animal después de las comidas y al despertar para que pueda evacuar y hacer sus necesidades durante el paseo y lejos de la vivienda. También, es recomendable que saque al perro cada vez que éste se muestre inquieto o que intuya que tiene ganas de orinar. Si el perro se acostumbra a realizar sus deposiciones en el exterior, el Boxer nunca o casi nunca le ensuciará la casa y, además, aprenderá a indicarle que necesita salir a la calle para hacer las necesidades. 
   Si usted no dispone de mucho tiempo para atender tantas necesidades del cachorro, puede conjuntar ambos sistemas, es decir, sacar al pequeño a la calle cuando vea que lo necesita y colocar hojas de periódico a su alcance en las restantes ocasiones para que sepa dónde tiene que hacer sus necesidades  dentro de la casa.
   A medida que el animal crece, el perro puede controlarse por períodos muchos más largos por ello, cuando ensucie la casa es aconsejable reprenderlo de manera inmediata y llevarlo fuera o a lo periódicos para que conozca cuál es el lugar donde tiene que hacer sus necesidades. No olvide que el castigo o la reprimenda tiene que ser de manera inmediata a cuando el can haya hecho algo malo, ya que de otra forma no entenderá por que se le castiga.
   En el caso de los perros adultos, si éstos no se encuentran enfermos, son capaces de controlarse durante toda la noche. Por eso, cuando el animal ladre o muestre signos de inquietud por la noche, no dude en sacarle fuera; aunque si se muestra caprichoso y no se decide  a hacer sus necesidades, no lo dude, llévelo de vuelta a casa y enciérrele en la caja o cesta donde duerme, a ningún animal le gusta ensuciar la cama donde duerme. Con este pequeño truco, le obligará y enseñará a controlarse perfectamente durante la noche.
   

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                     La alimentación.

   Para evitar trastornos en la alimentación del animal, lo mejor es continuar con la dieta y los horarios planeados por el criador y a los que el cachorro está acostumbrado.
   Hoy en día se suele nutrir a los cachorros a base de alimentos preparados a los que se les añade sobras de la mesa de los dueños y algo de carne y grasa.
   No debe olvidar y tener siempre presente que las empresas que preparan comida para perros venden productos que ya por sí solos constituyen una completa y equilibrada dieta nutritiva para el perro. Por tanto lo que se le añada de comida al perro entraña el riego de romper el equilibrio alimentación del mismo, con la posibilidad de hacer más pesada y larga la digestión.
   Tanto la comida para perros como los preparados de materias trituradas constituyen un buen alimento elemental para alimentar al Boxer de forma económica y a la vez sana.
   Respecto a la leche, ésta es excelente para los cachorros e incluso para algunos perros adultos. Tanto a unos como a otros les gusta consumir con regularidad.
   Los huesos grandes son buenos para roer especialmente para los cachorros que les ayuda a mantener una dentición sana, fuerte y vigorosa; sin embargo, debe tener cuidado con los huesos pequeños de pollo, chuletas o espina de pescado, ya que éstos siempre resultan peligrosos, porque se astillan fácilmente pudiendo desgarrar las paredes del tubo digestivo.
   Las sobras de los dueños, formadas por carne, grasa o verdura, proporcionan al perro una buena variedad vitamínica; por el contrario, los alimentos fritos o con alto contenido en féculas poseen una gran cantidad de componentes nutritivos.
   También es cierto que para cada Boxer concreto existe una ración adecuada que le mantiene en condiciones óptimas, si bien existen una serie de indicaciones generales que se suelen ajustar a todos los animales de la raza.
   También se puede intentar otro método de comida, que consistiría en dejar comida con una cantidad indefinida en el cuenco para que el propio animal la dosifique. Es el llamado sistema de autoalimentación: en lugar de dar al perro varias comidas periódicas, es el perro el que se administra y se alimenta cuando quiere. Tan sólo hay un problema con este sistema, que el perro tienda a comer demasiado porque siempre ve comida en el plato. Si se observa que el animal tiene tendencia a comer demasiado deberá dejarle cada mañana tan sólo la comida necesaria para un día; pero en el caso de que el can se alimente de forma regular, puede llenar una fuente o un cubo donde pueda comer el Boxer cuando le apetezca.
   De cero a tres meses.

• Por la mañana:

   Una o dos taza de comida para perros diluida en agua tibia.

• A medio día.

   Una taza de leche, harina y un bizcocho.

• Por la tarde:

   Media taza de alimento para perros, 100 gr. de carne, una cucharada sopera de grasa y sobras de comida.

• Por la noche:

   Una taza de leche y bizcochos.
   De tres a seis meses

• Por la mañana:

   Dos taza de comida para perros o alimento triturado.

• Al mediodía:

   Una taza de leche y un huevo pasado por agua. Dos veces por semana.

• Por la tarde:

   Una taza de comida preparada.
   De un año en adelante

• Por la mañana:

   La mitad de la ración de la tarde.

• Por la tarde:

   Cuatro o cinco tazas de comida preparada.

   

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              Cuidados del cachorro.

   Al llegar el perro al hogar no debe olvidar que el animal está acostumbrado a la paz y a los horarios de comida, juego y sueño del criador. El simple hecho de haberle sacado de su ambiente es para él una verdadera aventura y un reto. El pequeño Boxer se tiene que adaptar al nuevo hogar.
   Por tanto, tiene que dejarle el tiempo suficiente para que, con calma, se vaya haciendo a su nueva situación. Es en esos primeros momentos cuando tiene que evitar que los niños lo cojan por su cuenta, ya que difícilmente pueden comprender la diferencia que existe entre un delicado cachorro vivo y el peluche con el que están acostumbrado a jugar.
   Si quiere que el cachorro quiera a los niños y esté dispuesto a cuidar de ellos es preciso evitar por todos los medios posibles que la primera impresión del Boxer sea negativa hacia ellos.
   La habitación. Antes de llevar al perro a casa tendrá que decidir el lugar donde éste dormirá. A excepción de las zonas de clima frío y durante el invierno, el perro joven puede dormir perfectamente fuera de la casa, en una caseta abrigada, siempre que ésta disponga de techo impermeabilizado y en pendiente para que expulse la lluvia. La puerta de acceso no deberá ser mayor de lo estrictamente necesario para que un perro adulto pueda entrar y salir. El lecho puede realizarse mediante una manta vieja o por medio de virutas suaves de cedro que tendrá que renovar periódicamente.
   Si el perro va a permanecer durante largos períodos de tiempo en un patio particular, lo mejor es que disponga de un rincón que esté cubierto contra el frío, la lluvia o el calor. El patio, en estas ocasiones, podrá ser rectangular y con unas medidas que no excedan de seis por 12 metros, con una reja metálica fuerte para que mantenga al perro dentro y fuera del alcance de los posibles intrusos externos. La verja será de una altura mínima de metro y medio y la puerta debe disponer de candado, para que nadie pueda entrar o salir libremente de la zona propia del animal.
   Cuando el perro duerma dentro de la vivienda, debe disponer de un lugar específico para él y no debe permitir que ande libremente por la casa y por todo el mobiliario de la misma. El rincón del perro dentro de la casa tiene que estar reguardado de posibles corriente de aire y no tiene que estar muy próximo a ningún radiador de calor o al fuego, porque si es así convertiría al perro en un animal altamente sensible a los cambios de temperatura y al frío. 
   No es normal que los niños quieran llevarse al perro a dormir con ellos, pero de ser así deberá hacer comprender al cachorro que existe una diferencia sustancial entre la cama del amo pequeño, donde se le permite estar temporalmente, y el resto de rincones o espacios de la casa.
   Incluso, dentro de la casa, el perro puede dormir perfectamente dentro de una caja de embalaje, siempre y cuando ésta posea algo mullido y cómodo.
   Sea de una forma o de otra, dentro de la casa o fuera, es conveniente que decida dónde tiene que dormir el perro antes de llevarlo a casa. Una vez elegido el rincón más idóneo para el mismo hay que educarlo en el sentido de que reconozca de forma inmediata su habitación, es decir, su cama.

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      Consejos para las primeras horas.

•    Para educar bien al cachorro no es necesario obligar al perro a la sumisión ni someterle a castigos físicos.
• Si se llega a comprender su carácter lleno de ardor, de atención hacia los suyos y su lenguaje externo y corporal será muy fácil obtener obediencia de él.
• El cachorro tiene necesidad de vivir algunas horas del día al aire libre.
• Es aconsejable animar al animal para que juegue lo más posible, especialmente con los niños, para, de esta forma, tener siempre al lado un perro alegre.
• Si se deja solo al cachorro en casa durante muchas horas, el animal sufrirá y se sentirá triste.
• La dieta diaria debe ser repartida a lo largo del día en varias comidas, tres comidas desde los dos a los ocho meses, así se evitan digestiones difíciles.
• Es aconsejable también que después de cada comida, se limpie la boca del Boxer para evitar que se depositen restos de comida entre los labios carnosos, en los que podría fermentar inflamaciones y provocar un mal aliento en el cachorro.

Perro Boxer

           El cachorro recién criado.

   Esencialmente, hay tres posibles ocasiones; en el momento de conocer al nuevo dueño y propietario, que pueden provocar una sensación negativa en el animal; el traslado en coche, la llegada a la nueva casa; y el comportamiento del nuevo propietario hacia el Boxer.
   1. El traslado en coche. De golpe el animal se verá sacado de su hábitat natural. El cachorro pasa de la tranquilidad del criadero, con el ritmo de una jornada regular por los horarios de las comidas, del juego y del sueño, a un mundo lleno de ruidos de personas extrañas que lo manejan, que le hablan y chillan, y de un nuevo espacio con unos horarios alimenticios, de juegos y de horas de dormir determinados.
   Para evitar en el Boxer este tipo de desconciertos, es preferible que el cachorro sea llevado sólo por dos personas y que antes de que sea montado en el coche, el animal pueda conocer un poquito a sus nuevos dueños.
   De esta forma el viaje en el vehículo no será tan dramático como en un principio cabría esperar. Además durante el trayecto del criadero a la casa es preferible que el Boxer esté cerca de alguna de las personas, para que ésta pueda acariciarlo, distraerlo e, incluso, susurrarle cosas al oído.
   2. La llegada a casa. Cuando un nuevo animal llega a la vivienda, en ese preciso momento, serán otras voces las que oirá, otras manos las que lo manejarán y otras palabras las que le darán órdenes. No es nada difícil que el cachorro se haga pipí en alguna de las partes de la casa cuando entre en el nuevo hogar. En esos momentos hay que dejarle que actúe libremente, sin coacciones.
   Es altamente probable que después de unos instante de absoluto desconcierto y después de que se haya orinado en el suelo, llegue el momento del reproche; el animal ha realizado algo mal y debe ser reprochado por ello. Por eso, debe darle un azote en el culo o darle un grito para que el animal conozca y sepa desde el primer momento que eso que acaba de hacer en el suelo no tiene que hacerlo. Debe enseñarle buenas costumbres desde el primer momento.
   Ahora para proporcionarle algunas sorpresa agradable y para que se pueda divertir, lo mejor es que una vez que ya ha pasado lo peor para él, el cachorro pueda darse una vuelta por la casa para que realice una primera exploración de la misma. Será en esos momentos cuando el pequeño Boxer entrará de primera mano en contacto con los habitantes de la vivienda y con los nuevos espacios y huecos; quizá, hasta quiera jugar.
   3. Disciplina del dueño. Si durante ese primer día en casa o durante los días siguientes, el animal rechaza la comida, por ejemplo, no se preocupe en demasía por dicha circunstancia.
   Es, en principio, normal que las primeras emociones y cambios recibidos produzcan en el cachorro un comportamiento que en otras circunstancias podrían preocupar. Por tanto, no intente llevarle al veterinario por este primer comportamiento, a no ser que la situación persista en el tiempo.
   Ante todos estos posibles recuerdos negativos del cachorro es inútil que el dueño piense que el Boxer es un animal duro y que es capaz de superar perfectamente el estrés y las pruebas negativas. No olvide que el Boxer necesita siempre o casi siempre de un apoyo imprescindible y duradero que es su dueño.

   

Perro Boxer

               Exigencia del pedigrí

   Al comprar un cachorro o un perro adulto debe exigir el certificado de pedigrí y la solicitud de registro del mismo. Tenga en cuenta que estos documentos no tienen nada que ver con los papeles obligatorios y legales del animal, tales como la licencia o cartilla de vacunaciones, que se requieren de acuerdo con las ordenanzas legales y que afectan, por igual a los animales de pura raza y a los perros comunes.
   El pedigrí del perro es un certificado, que es sólo para información del propietario, en donde se detalla los ascendentes del animal.
   Por su parte, el certificado de registro es un documento importante cuando se trata de perro de pura raza, ya que estos animales son inscrito por los criadores junto en el momento de nacer con el nombre del propietario, es decir con el nombre del criador. Por ello, el comprador cuando adquiera un ejemplar de estas características deberá realizar una transferencia de nombres para que quede registrado a nombre del nuevo dueño.

   

Perro Boxer

     Qué características de un cachorro Boxer

   A la hora de elegir el cachorro de Boxer, conviene escoger aquel que parezca más despierto vivaz y amigable. El grandullón de la camada seguramente se convierta con el tiempo en un perro demasiado tosco, mientras que el benjamín y pequeño se convertirá en un animal excesivamente tímido para su gusto.
   Cuando lo que desea es adquirir un animal de raza exhibición y no se posee demasiada experiencia para saber elegirlo, es aconsejable consultar y estudiar el perro estándar de la raza y dejarse aconsejar por el criador. El precio que le proporciona el vendedor, en estos casos, suele estar acorde con la tasación de las crías y, además, el posible vendedor siempre procurará que el cliente quede satisfecho con la compra, no le conviene aumentar ni engañar, en este sentido, al comprador. Al fin y al cabo, los buenos cachorros y futuros perros de exposición realzarán la fama del establecimiento o del criadero.
   También puede solicitar al vendedor, en el caso de que se trate de un criador, los siguientes certificados del perro:

• Árbol genealógico tanto del padre como de la madre del cachorro.
• El aprobado de la prueba de resistencia de los progenitores.
• La prueba de aptitud para la cría, en la que se comprueban el carácter y la anatomía del animal.
• Los resultados en las exposiciones. 

   Tanto si la adquisición es para exhibición o como fin doméstico,deberá tener presente distintas evaluaciones de la anatomía y fisonomía del perro. Así, los ojos del mismo deben ser brillantes y no mostrar demasiado el párpado inferior; el hocico ha de ser cuadrado, con un antifaz absolutamente negro; las orejas deben ser altas y graciosamente conformadas; el cuello tiene que ser moderadamente largo y arqueado, con piel seca; el pelaje debe ser fino y satinado; el lomo corto, ni hundido ni corcovado; el pecho ancho y profundo; las pastas tienen que ser rectas y sin ningún indicio de debilidad; los cuartos traseros deben dar la impresión de poder soportar el peso del animal; y los pies deben estar conformados de modo que el perro camine sobre los dedos, como se suele decir.
   

Perro Boxer

               Donde comprar un Boxer

   Puede comprar el perro en distintos sitios; en una perrera, un criador, en una tienda de animales o directamente al propietario que ha tenido una camada de cachorros de Boxer.
   Siempre es mejor adquirirlo al criador de la raza o a un propietario que haya tenido camada recientemente. Pero, sea cual fuere el canino elegido para adquirir el perro, debe observar que el animal se encuentra sano.
   Si decide elegir el criadero como lugar de compra, dispondrá además de la posibilidad de conocer a la madre del perro que va a adquirir y, quizá, hasta al padre y algunos parientes de los perritos.
   Si por lo contrario, lo que observa al ver la camada son unos cachorros descuidados o que se desarrollan en malas condiciones, rehacer de inmediato el lugar y no compre allí.
   Procure no llevarse al perro una vez comprado. Es una excelente idea elegir primero al perro y entregar un anticipo como garantía de la compra, pero sin llevarlo al nuevo hogar hasta que tenga en la vivienda todo dispuesto para recibirle. Además, debe decidir con el vendedor si es preferible que complete usted la vacunación del animal o que lo realice el vendedor del mismo.
   Si, por cualquier razón, no da con el ejemplar deseado, no dude en escribir a la sociedad canina de la localidad donde resida para recibir una información más amplia al respecto sobre los distintos criaderos registrados en los archivos y las posibilidades de compra de un nuevo animal.

Perro Boxer

      Perro doméstico o de exhibición

   A la hora de elegir al cachorro que desea dentro de la camada, debe saber si quiere al animal como perro doméstico o como perro de exposición. La diferencia radica en su morfología, ya que si desea un perro para exposición, éste debe ajustarse al cano estético de la raza.

   Así, el cachorro que presenta ligeramente imperfecciones en el arranque de las orejas o en la curva de las patas pueden servir, perfectamente, como perro de compañía o guardián;  sin embargo, otro miembros más perfecto de la camada tendrá, sin lugar a dudas, un valor superior. Ésta es la principal razón de que existan diferencias sustanciales de precio entre un perro y otro de la misma camada, aunque para personas profana le parezcan todos los cachorros iguales.
   Cuando lo que busca es un perro de exposición o, simplemente, quiere dedicarlo a la reproducción de la raza es preferible que escoja muy buenos ejemplares, aunque éstos sean de precio elevados.

Perro Boxer

      El momento de adquirir un Boxer.

   Una vez que el futuro propietario ha decidido que desea poseer un Boxer, va a enfrentarse a la tarea más importante: la compra del perro.
   Comprar un Boxer no es tan fácil como a primera vista pueda parecer. Si su decisión de elegir esta raza proviene porque se ha encaprichado del perro de un amigo o de un vecino que es Boxer, puede ser que no lo tenga tan fácil; es cuestión de esperar a que el animal del conocido tenga cachorros o camada y comprarle uno. Sin embargo, si la elección ha sucedido porque ha llegado a dicha conclusión analizando todas las razas de perros que le gustan, la compra puede resultar más complicada de lo que parece. En ese caso, deberá adquirir el ejemplar que mejor se adapte a sus necesidades, ya sea macho o hembra, adulto o cachorro, o perro de exhibición o de compañía.
   ¿Macho o Hembra?. En el caso de que desee criar cachorros en el futuro, es aconsejable adquirir una hembra, ya que en ese caso no le resultará difícil encontrar un macho adecuado para el momento oportuno y, además, podrá disfrutar de la camada y de ver crecer a los cachorros de la misma.
   Por el contrario, si no desea que la perra tenga descendientes existe la posibilidad de castrarla, sin que por ello deje de ser un animal cariñoso y alegre.
   Generalmente, la hembra es más pequeña que el macho en el tamaño, también es más tranquila y tiende menos a vagabundear.
   

Perro Boxer

          ¿Cómo es el Boxer doméstico?
   Actualmente, el Boxer posee una talla mayor que sus predecesores, una mayor nobleza y porte y es considerado una raza de defensa.
   En tan sólo tres decenios, el Boxer se ha ganado el mérito de ser considerado un perro valiente, combativo y, al mismo tiempo, dócil y sociable.
   A pesar de no ser un perro tan famoso y conocido mundialmente como otras razas por ejemplo el Pastor Alemán, el Boxer se ha distinguido por su uso práctico a lo largo de la historia gracias a su capacidad de aprender y a su alta adaptabilidad tanto al medio ambiente como a las personas que le rodean.
   Síntesis del Boxer. El Boxer destaca, con niveles máximos, en docilidad, sociabilidad, coraje y combate; y posee los niveles más bajos en temperamento, vigilancia, temple y agresividad.

Perro Boxer

                El carácter del Boxer

   La historia del Boxer y el recuerdo de sus trabajos y de sus formas de comportarse son las mejores claves para entender y comprender cómo es el Boxer actual y cuáles son sus comportamientos.
   El Boxer, por tanto, es un animal que posee una fuerte personalidad, que no se suele introducir en conflictos estériles con los seres humanos en general, ni con personas que le rodean, y que es un animal competitivo, activo, dinámico y trabajador. Por tanto, su carácter siempre se distingue por su gran capacidad de aprendizaje y su natural adaptación al medio y  al ámbito social imperante.
   El Boxer actúa con cierta veneración y un profundo respecto hacia el dueño y las personas cercanas a éste, siempre y cuando la actitud sea recíproca.
   En conclusión, el Boxer dispone de actitudes, al mismo tiempo para la defensa personal y para la sociabilidad. Es un perro plenamente competitivo y, a la vez profundamente familiar y compañero de aquellos con los que convive; eso sí, el Boxer se mostrará distante con aquellas personas que no conoce bien o con los extraños, sin demostrar en ningún momento indicios de agresividad o miedo.
   El comportamiento del Boxer
   Todos los perros, ya sean domésticos o salvajes, nacen con un instinto propio, que son los que influyen en el comportamiento del animal y en su interactuación con el ambiente en el que se mueven.
   Los distintos comportamientos o instintos del Boxer son los siguientes.
   1. Docilidad. Cuando un perro es dócil indica que el animal se encuentra en un estado de predisposición continua a aceptar todo aquello que diga su superior. Esto no significa que el perro sea un animal sometido a los dictámenes de su dueño, sino que el Boxer acepta ser guiado y educado por el hombre, sin que éste tenga que recurrir a métodos represivos. La docilidad y la predisposición del perro no se debe confundir con el temor o el miedo del perro hacia el amo.
   2. Sociabilidad. Un perro sociable significa que se adapta a cualquier ambiente, sin ningún tipo de vacilación o de problema de comunicación con otros animales de su misma especie o con el resto de los humanos. La sociedad, al igual que la docilidad, se expresa en el perro a partir del segundo mes de vida.
   3. Temperamento. En el caso del perro indica intensidad y velocidad en sus reacciones ante los estímulos externos.
   4. Curiosidad. El perro se muestra curioso a la hora de interesarse, de una manera totalmente natural, por todo aquello que es externo a él. Son aquellos ambientes o personas sobre quienes necesita indagar y explorar para saciar, en cierta forma, su curiosidad canina.
    5. Vigilancia. En el perro, la vigilancia representa una sensibilidad especial para advertir o notar un peligro externo, ya sea para él mismo o para la familia que vive con él.
   6. Temple. Entre los comportamientos caninos, el temple se asocia a la capacidad de tolerar ciertas conductas externas que alteran al animal, ya sean físicas o psíquicas, y que son, evidentemente, de naturaleza desagradable.
   7. Acción de poseer. El perro es posesivo siempre y cuando esté predispuesto a convertirse en dueño de algo o de alguien. Esta actitud se suele manifestar en los cachorros como símbolo de competitividad.
   8. Capacidad de combate. Es la capacidad del animal a la lucha ante un estímulo externo desagradable.
   Agresividad. El perro mostrará siempre agresividad ante una reacción física externa por un peligro o por una amenaza de su territorio; en caso contrario, es decir, que no se den uno de estos dos supuestos, el perro jamás atacará o se mostrará agresivo.
   10. Coraje. Un perro valiente no tiene por qué ser, obligatoriamente, agresivo, sino que está predispuesto a enfrentarse  a situaciones desconocidas.
   El perro Boxer, según los comportamientos caninos, es un animal de defensa, que ama mucho al hombre y al ambiente familiar que le rodea, y que se mueve entre la gente y en situaciones nuevas sin ningún tipo de temor.
   El Boxer posee una curiosidad muy acentuada, sin embargo, su capacidad de vigilancia es menor que la de otros perros. Por ejemplo, el perro tiende a proteger sólo al hombre y a sus próximos y no a todo el territorio que le debería competer. Además, el Boxer es un perro que tiene un gran temple, algo aparentemente incompatible con la capacidad de vigilancia y defensa.
   Por el contrario, el grado de actitud ante el combate es máxima, mientras que el nivel de agresividad es algo más bajo.
   

Perro Boxer

       El carné de identidad del Boxer

   En resumen, las características morfológicas principales de la raza Boxer son las siguientes.
   1. Elegancia y poder. Expresión leal y sincera.
   2. Estructura con osamenta fuerte, músculos visibles, pecho plano y tórax amplio, que se inscribe en un cuadrado.
   3. Pelo raso y vítreo, leonado en todas sus tonalidades o leonado con estrías negras.
   4. Cabeza de forma cúbica, hocico relativamente largo.
   5. Maxilares anchos con colmillos muy desarrollados e incisivos en línea recta.
   6. Ojos oscuros y orejas recortadas y rectas, en el caso de que estén cortadas.
   7. Labios consistentes y carnosos.
   8. Mantón proyectado hacia delante, muy visible y no cubierto por el labio.
   9. Cuello más ancho que la cabeza fuerte y robusto.
   10. Patas rectas y robustas. Los músculos de los hombros y de los muslos son visibles bajo la piel .
   11. El movimiento típico del Boxer es a la carrera y con la cabeza proyectada hacia delante.
    12.  La cola amputada y proyectada hacia arriba.